Había levantado cuatro títulos, pero nunca se le subieron los humos a la cabeza. Ahora, tras ser campeón con Cobreloa, tiene cinco, y lo más probable es que siga viendo al fútbol de la misma forma: lo que le dio todo lo que tiene.

Nacido el 17 de agosto de 1982 en Coronel Oviedo, de Paraguay, Hugo Américo Lusardi Morínigo comenzó jugando en el Sportivo Blas Garay de su ciudad natal, e hizo todo el recorrido por equipos de menor peso hasta que su talento lo llevó a Libertad, el mejor equipo de su país en la década pasada.

Con el equipo "aviador" logró tres títulos, lo cual le significó partir a jugar al fútbol venezolano.

Y aunque esa experiencia no fue de las mejores, pudo volver a su país para ser campeón con Nacional. "Vengo de una familia muy humilde, todo lo que tengo y lo que soy se lo debo al fútbol", dijo en una entrevista a un diario de su país cuando comenzaba a brillar con Cobreloa.

Anotó seis goles en el torneo, además de dos asistencias de gol, pero su visión de la cancha y su talento fue lo más importante para la campaña de Nelson Acosta.

Lusardi e ilusiona con la Selección y con pasar a un equipo grande, aunque sabe que el trabajo es el motor fundamental para cualquier logro. Un logro que, esta vez, premió a los hinchas de Cobreloa con el noveno título de su historia.