Jéchica: La isla del tesoro
<img height="16" alt="" width="60" border="0" src="http://static.latercera.cl/200811/193728.jpg " /><br /> La naturaleza más virgen, la soledad más impresionante y el alojamiento más lujoso en medio de las Guaitecas.

Si la miramos desde el aire, la isla muestra su original perfil: parece una robusta letra W. La W de wonderful, de maravillosa, según los yatistas de habla inglesa que recorren el área de las Guaitecas, sus visitantes más entusiastas. En medio de este territorio de aguas, bosques y canales, ellos encuentran lo que todo navegante quiere gozar de vez en cuando: un lugar gourmet-internet, donde también pueda amarrar su yate, dormir en cabañas grandes y lujosas, disponer de un "club house", bar, biblioteca y nutrida mapoteca. Aquí encuentran también lanchas, kayaks, pesca, guías y senderos para recorrer una isla virtualmente virgen de 7.200 hectáreas. A Jéchica también llegan chilenos o extranjeros no navegantes.
Desde Puerto Montt vuelan una hora hasta la ciudad de Melinka, capital de las Guaitecas. Allí les espera una lancha para llevarlos hasta la isla que, después de tres horas y media, aparece algo oculta en medio del cardumen de islas situadas al sur de la Isla Grande de Chiloé, a la altura de las termas de Puyuhuapi.
ADÓNDE LLEGAMOS
En Jéchica, el plato está servido para dejar contento al más exigente consumidor de naturaleza, de tranquilidad y soledad. Es uno de los principales espacios vírgenes del planeta. Se hacen caminatas, navegación en kayak y visitas a bahías que no aparecen en los mapas. Por la mañana, tal vez, un pájaro carpintero llegará a picotear la madera de nuestra ventana. Este refugio es uno de los primeros que sirve al gran turista de naturaleza que empieza a descubrir los confines de América. "La invitación es a no tener amarrado el yate en Algarrobo o en California y atreverse a navegar la Patagonia chilena", nos dice Carmen Chadwick, gerenta del proyecto. Ella, hija de tigre, tiene por padre a Luis Chadwick Vergara, miembro de la exclusiva Cofradía Capitanes del Cabo de Hornos o caphorniers. Él se siente tan a gusto en su fundo frutero del centro de Chile como navegando en estas soledades. Suya es la idea de crear una marina y refugio para servir a los navegantes. Fueron las mujeres de su familia, sin embargo –Carmen madre y Carmen hija–, las principales encargadas de convertir las cabañas y el club house en un hogar tibio y elegante en medio de esta rotunda soledad. Durante años necesitaron el ñeque y la tenacidad de los colonos, pero con un refinamiento poco común puesto al servicio de la conservación de la naturaleza, no de su destrucción.
EL MENÚ OUTDOOR
Hace pocos meses, la Unesco declaró a las Guaitecas Reserva de la Biósfera, que ya era Reserva Nacional de Conaf. La administración de isla Jéchica está a cargo del médico veterinario Jorge Oyarce Krüger, conocido estudioso y protector de las ballenas azules. Otro activista de la vida silvestre, Daniel Casado, se ocupa de organizar senderos y conducir a los visitantes.
La excelencia gastronómica se halla el verano 2008-2009 a cargo de Esteban Díaz, quien adquirió experiencia en el restaurante Terranoble de Vitacura. El sector hotelero, sin embargo, ocupa menos del 1 por ciento de la isla. El 60 por ciento corresponde al proyecto Parque Ecológico Nacional, donde se conservan intocadas la flora y la fauna más características de Aisén, tan dañadas en el continente.
Jéchica quiere ser la isla del tesoro. Abunda en ella el ciprés de las Guaitecas, hay turberas de Sphagnum, milenarios bosques siempreverdes, coigües de Chiloé, notros, mañíos, tepas y tepúes, y la habitan el carpintero magallánico, el fío-fío, el carancho y cometocino patagónico. En estos fiordos australes, Aisén también cuida y celebra sus delfines, toninas overas, lobos de dos pelos, cormoranes imperiales y cisnes de cuello negro; su martín pescador, sus pingüinos, coscorobas y cormoranes. El menú más completo y sonoro de la Patagonia chilena.
GUÍA DEL VIAJERO
Tarifas por persona
- Cabañas de 1 a 2 pasajeros, US$ 1.168 por 5 días-4 noches; y US$ 1.557, por 7 días-6 noches.
- Cabañas 3 a 6 pasajeros, US$ 886, por 5 días-4 noches; y US$ 1.227, por 7 días-6 noches.
- Casa de Tripulantes: US$ 580 y US$ 840, respectivamente. En esta casa hay sólo dormitorios colectivos, separados para hombres y para mujeres.
Cuánto cuesta
Las tarifas incluyen alojamiento, comidas y bebidas, más traslado de ida y vuelta en lancha desde Melinka. Los niños menores de 6 años no pagan y de 7 a 14, pagan la mitad.
Más información
Av. Los Conquistadores 1700, of. 27-B, f. (2) 4217000, (9) 2789859.
Entre Jéchica y Puyuhuapi
A Jéchica se puede llegar también en la nave Noctiluca, una especie de lodge flotante que hace un recorrido de 7 días desde Melinka (Viajes, 11 de enero). Permite pasar algunas noches en la isla y observar la isla Kent, donde la leyenda dice que se ha observado la presencia de rubios... extraterrestres. Se navega también junto a la hermosa cascada sin nombre de la isla Magdalena, junto al canal Yacaf; se recorren varios canales y algunas bahías mansas. Luego se aloja en las termas de Puyuhuapi, con visitas al ventisquero colgante del P.N. Queulat, y (pagando un poco más) se puede visitar la laguna San Rafael en catamarán.
Más información:
Nave Noctiluca. Av. Vitacura 2909, of. 611, Teléfono (2) 4993122 y (9) 8254270.
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