La ANFP diseña su pelea contra los agentes

felicevich

En Quilín preparan un reglamento que acote la función de los representantes en el fútbol chileno. El borrador limita el acceso a los juveniles, quiénes pueden ejercer y la propiedad de los pases.




Hace una semana, Universidad de Concepción esperaba que Valber Huerta se incorporara a las prácticas. Sería el segundo refuerzo tras Jorge Luna. El acuerdo con TwentyTwo, la agencia de Fernando Felicevich, estaba cerrado. Sin embargo, el defensor, desechado por Pablo Guede en Colo Colo, terminó fichando en otro equipo de la Octava Región: Huachipato.

Esa situación sacó de quicio a los estudiantiles. "Algunos representantes son el cáncer del fútbol chileno", reclamó el presidente del Campanil, Mario Rodríguez, ante la imposibilidad de contar con el zaguero, quien pertenece al extenso corral del argentino, que incluye a estrellas como Arturo Vidal y Alexis Sánchez.

Los sureños no se quedaron en la recriminación y pasaron a la acción: oficiaron a la ANFP para que en el próximo Consejo de Presidentes se incluya la discusión del rol que cumplen los agentes . Pretenden acotarlo y, en esencia, establecer reglas que resguarden los intereses de los clubes, ante el peligro de que los agentes se apropien del principal capital de las instituciones: los pases de los futbolistas.

En Quilín recibieron el pedido. Eso sí, desde hace tres meses, ya estaban inquietos con el peso de los representantes. Hay varios asuntos colaterales que preocupan a la dirigencia que lidera Arturo Salah. Además del potencial perjuicio patrimonial para los clubes también genera controversia la relación de los intermediarios con los jugadores juveniles, la mayoría menores de edad. A ellos, y a sus familias, se les ofrecen regalías a cambio de asegurar la tuición. Los clubes denuncian que después son presionados para aceptar propuestas muchas veces inconvenientes en el plano deportivo.

En ese contexto, se trabaja aceleradamente para la promulgación de una normativa que establezca requisitos y, sobre todo, límites para la relación de los emisarios con los jugadores y los clubes.

Desde el directorio lo confirman. "Se está trabajando en un reglamento desde el segundo semestre de 2016 para incorporar reglas y entregar un marco regulatorio a esta actividad", ratifican oficialmente. Abril es el plazo para que esté terminado.

En la dirigencia del fútbol nacional reconocen que una de las situaciones que más les preocupa es el excesivo protagonismo que están adquiriendo los intermediarios. "Son necesarios, pero están tratando de apropiarse de los derechos económicos de los jugadores y eso es peligroso. Es cuestión de mirar cómo terminó el fútbol argentino con estas prácticas. La idea es que ganen plata, pero lo que les corresponde. Los jugadores son el patrimonio de los clubes", refleja un directivo.

En este contexto, toda la mesa que encabeza Salah está involucrada en la propuesta que, antes de ser puesta en vigencia, debe ser presentada al Consejo de Presidentes, la misma instancia que sugirió el Campanil para discutirla. Posteriormente, se les enviará borradores a la Conmebol y a la FIFA. "Trabajaremos mancomunadamente con todo aquel que quiera presentar algún aporte. Estamos en el momento justo para evitar que esto se nos escape de las manos", confirma el mismo dirigente.

¿Qué se buscará regular? Varios aspectos. Algunos clubes proponen que las negociaciones de los fichajes se realicen directamente entre los clubes. De esta manera, se buscaría evitar la influencia de los representantes en la toma de decisiones. También establecer límites en la propiedad de los derechos económicos de los futbolistas, de manera que, efectivamente, no puedan estar en manos de particulares. Actualmente, la división entre tal concepto y el de los derechos federativos, que sí deben estar registrados por un club, funciona como un artilugio para eludir las normas. Finalmente, también se aspira a establecer filtros relacionados con los antecedentes legales de quienes ejercen la actividad.

La principal aspiración, en todo caso, está vinculada con los futbolistas jóvenes, el nicho que ocupan varias empresas para cimentar su negocio y capitalizar, apostando a algún acierto que les permita rentabilizar en el corto plazo, incluso en desmedro de sus aspiraciones deportivas o las de las instituciones que invirtieron en la formación . En ese escenario, la postura es radical: se buscará que no pueda existir relación económica entre las agencias de representación y los jugadores juveniles. Se están estudiando los mecanismos legales que conduzcan a que la relación sea, al menos, tripartita y que también incluya a los padres o familiares directos de los jugadores en formación. Hace un tiempo, por ejemplo, se dio un paso concreto: se prohibió el acceso de los representantes a los recintos en que trabajan las selecciones menores.

En varias ligas europeas, como la española, ya existen regulaciones a propósito del papel y el espacio de los agentes. Y en la FIFA también. Chile está decidido a sumarse al cerco a los agentes.

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