La cirugía a la que fue sometido hoy el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, para retirarle un nódulo tiroideo fue exitosa y se descarta "evidencia de malignidad", informó la presidencia.

"La cirugía que se practicó el día de hoy para quitarle un nódulo tiroideo fue exitosa. El señor presidente está ya despierto, se encuentra ya en la habitación", informó en rueda de prensa el jefe de oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño Mayer.

Peña Nieto fue intervenido en el Hospital Central Militar, dependiente de la Secretaría de la Defensa Nacional.

"La operación inició a las 10:00 de la mañana y terminó poco antes del mediodía", indicó Nuño Mayer.

El otorrinolaringologo Juan Felipe Sánchez Marle dijo que la operación, como se planeó técnicamente, salió bien y que durante este miércoles el mandatario estará ingiriendo sólo alimentos líquidos.

"Se hizo una tiroidectomía. El diagnostico histopatológico tras operatorio no muestra ninguna evidencia de malignidad, estamos ante un proceso benigno", afirmó el médico.

El presidente tendrá un periodo de recuperación de cuatro días en la residencia oficial de Los Pinos, durante los cuales atenderá únicamente reuniones de trabajo privadas.

El nódulo tiroideo es el crecimiento de una parte de la glándula tiroides y se refiere a la presencia de una lesión focal que difiere de la estructura del tejido tiroideo.

La mayoría de este tipo de quistes tienden a ser benignos. Sin embargo, en los hombres hay una mayor tendencia a desarrollar cáncer en ellos.

La cirugía a Peña Nieto causó expectación dado el reciente historial de presidentes y líderes latinoamericanos que padecieron cáncer, entre los que están el presidente colombiano, Juan Manuel Santos; su vicepresidente, Angelino Garzón; el fallecido mandatario venezolano Hugo Chávez y el ex presidente de Brasil Luis Ignacio Lula Da Silva.