Histórico

Shell, la revelación escocesa que se llevó el premio mayor de Sanfic 9

El filme se impuso en la Competencia Internacional y es el debut del director Scott Graham.<br><br>

Viento, lluvia y desolación. En un camino situado al borde de un lago, junto a las montañas del sur de Escocia, Pete y Shell son un padre y una hija que sortean las crudezas climáticas dispensando combustible a los pocos vehículos que circulan por ahí. Son también los protagonistas de una historia asordinada que habla de pérdida, de dolor, de aislamiento físico y emocional. Y también de tabúes que son barridos bajo la alfombra.

Por ahí va la fábula de Shell, la celebrada ópera prima del guionista y director escocés Scott Graham. Estrenada en el último Festival de San Sebastián, desembarcó silenciosamente en la novena edición de Sanfic 9 y terminó llevándose el premio mayor de la Competencia Internacional, cuyo jurado destacó "la intensidad y maestría con que la película narra la historia de dos seres humanos que viven en soledad". "Es maravilloso saber que un filme hecho tan lejos (…) pueda entusiasmar y ser visto por tantos en Chile", señaló, por su parte, Graham en palabras de agradecimiento que fueron transmitidas a la distancia y hechas públicas en la ceremonia de premiación.

Después del corto
La historia de Shell se empezó a escribir en 2007, cuando Graham realizó el cortometraje homónimo sobre una joven que atiende una bencinera en las Highlands, las tierras altas escocesas, al tiempo que debe atender a un padre que se haya muy enfermo. Es como si ella esperara su muerte para cambiar de vida. Tras ser premiado por la revista Screen International como una de las estrellas británicas del futuro (2011), arremetió con una versión extendida de la esta historia, pero cambiando las cosas.

Ahora Shell (Chloe Perrie) tiene 17 años y su padre (Joseph Mawle) trabaja juntando y vendiendo chatarra de autos accidentados, entre otras cosas, tarea que no le impiden sus ocasionales ataques epilépticos. Lo que sí lo persigue es el fantasma de una pérdida: 13 años atrás fue abandonado por la madre de Shell, la misma para la cual había construido la casa donde vive.

Enriquecida por el contacto con los conductores que cargan combustible, la intriga de este drama contenido (un "debut cautivante", como lo llamó el Daily Telegraph) transita por las sendas del deseo, que ocasionalmente asoma en el contacto con los visitantes y en la vida puertas adentro. Y tiene también en los espacios desolados de Escocia un mundo que dialoga con el drama en curso. Asimismo, su trágico desenlace habla con elocuencia acerca de un relato finamente puesto en escena, que presta tanta atención a los pequeños detalles como al gran diseño. Así lo reconoció la mayor parte de la crítica y también el circuito festivalero: ganador del premio principal en Turín, el filme le valió al director y a la protagonista la nominación a mejores debutantes británicos en el Festival de Londres.

Admirador de Andrei Tar-kovski, Scott Graham filmó la cinta a unos 20 kilómetros del lugar donde rodó el corto homónimo. Y cuenta que, mientras preparaba el rodaje, tuvo a la dupla protagónica viviendo una semana apartada del mundo. Como para ponerlos en situación. Nadie diría que fue en vano.

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