Talentos no son innatos y se pueden desarrollar hasta los 20 años de edad
El Código del Talento, libro que será lanzado a fines de abril, asegura que la clave está en la mielina la que provocaría que los impulsos nervisoso sean más rápidos y eficaces.

Que una pequeña escuela de República Dominicana produzca jóvenes talentos del béisbol mundial. Que otra, en Rusia, haga lo mismo en el tenis. Y que en Brasil nazcan los jugadores más virtuosos del fútbol no es sólo producto de genes y un ambiente favorable. Ni siquiera las habilidades creativas como escribir, pintar o tocar música lo son.
Eso es lo que asegura el periodista norteamericano Daniel Coyle en El Código del Talento, libro que se lanzará a fines de este mes y que argumenta que el talento no es innato, sino que se encuentra en un componente específico del cerebro.
Se trata de la mielina, una sustancia de origen graso que recubre los axones de las neuronas y que actúa como aislante del impulso eléctrico que viaja por ellos, lo que mantiene la potencia y velocidad de las señales, haciéndolas más precisas. Aunque, en general, todos nacemos con una cantidad parecida de mielina, su crecimiento se da con rapidez y se completa durante los primeros 20 años de vida.
MIELINA Y TALENTO
El código del talento, según Coyle, es que para lograr ser sobresaliente en alguna actividad específica hay que lograr que los circuitos neuronales asociados a esta destreza se recubran de más de esta sustancia.
Además de optimizar la transmisión del impulso, la mielina -o materia blanca- es la responsable de conectar las neuronas con otras de áreas lejanas. Douglas Fields, neurocientista en que Coyle apoya su teoría, lo explica citando un estudio que realizó un virtuoso pianista sueco, Fredrick Ullén, junto a un equipo de neurólogos, y que descubrió que en los pianistas profesionales ciertas regiones de materia blanca están más desarrolladas que las de quienes no saben tocar piano. "Estas regiones conectan partes de la corteza cerebral cruciales en la coordinación de movimientos con áreas involucradas en otros procesos cognitivos que operan cuando se hace música", explica.
Y para lograr mielinizar las neuronas, tal como lo hacen los pianistas, el secreto es uno: la práctica. En los estudios que cita Fields se encontró que mientras más horas al día practica un músico, más fuertes son las señales en algunas áreas de materia blanca y los axones están más mielinizados.
PRACTICA PROFUNDA
El factor común que Daniel Coyle encontró entre la escuela de béisbol de República Dominicana, la de tenis de Rusia y el entrenamiento de futbolistas brasileños es un tipo especial de práctica, la "práctica profunda", el entrenamiento perseverante. "Es el estado mental donde estás en el filo de tus habilidades, cometiendo errores, atento a ellos, y esculpiendo tu circuito, diciéndole dónde crecer y dónde no", afirma Coyle a La Tercera. Fields explica que esta estimulación insistente causa la liberación, desde los axones, de moléculas que estimulan a la mielina a producir más mielina.
No importa cuál sea el aprendizaje -escribir, pintar o tocar un instrumento-, el mecanismo es el mismo. "Tu cerebro no sabe si está aprendiendo fútbol o a Chopin. Todas las habilidades son realmente circuitos", dice Coyle.
Este proceso puede ocurrir con mayor facilidad hasta los 20 años de edad, décadas de mayor plasticidad neuronal. Douglas Fields explica que investigadores han encontrado una proteína en la mielina que atrofia la producción de más moléculas de esta sustancia en la edad adulta. Coyle asegura que mediante la práctica es posible llegar a ser bueno en alguna disciplina a cualquier edad, pero con menores opciones con el paso de los años.
EL ROL DEL INTERES PERSONAL
Si se obliga a un niño a practicar algo que no le gusta, el proceso de mielinización será mismo. Sin embargo, para desarrollar los talentos es necesario tener la motivación personal. Si no, lo más seguro es que el niño abandone la práctica.
Lo primero es reconocer los intereses personales de los niños y el apego temprano es una de las maneras de hacerlo, explica Livia González, siquiatra de la U. de Chile. Los padres deben observar a sus hijos desde que son bebés y hacerlos probar distintas actividades deportivas o artísticas, "pero nunca exigirles que hagan todo al mismo tiempo".
María Elisa Rodríguez, subdirectora académica de Penta UC, programa que desarrolla los talentos académicos de escolares, recomienda reconocer cuáles son las actividades que ponen felices a los niños. "Muchos niños talentosos tienen intereses muy particulares y específicos. Hay que darles las oportunidades de desarrollarlos con actividades fuera del colegio", afirma.
LAS TRES CLAVES DE EL CODIGO DE TALENTO
Para que la producción de mielina se active es necesario que la actividad en la que se quiere ser talentoso se practique de acuerdo a estas tres características.
Motivación personal: Para lograr ser talentoso y practicar lo suficiente para lograrlo es necesaria la pasión y motivación. Esto cataliza el desarrollo de destrezas.
Práctica profunda: Es distinta al entrenamiento común. La práctica profunda es la que persevera a pesar de los errores. Esto estimula la producción de mielina.
Coaching: Para incentivar este tipo de práctica es necesario que alguien haga de entrenador y motive a la persona a seguir perseverando.
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