Esta crisis: ¿asiática, subprime o peor?

Y nos llegó la consecuencia de la incertidumbre, la violencia y los paros del sector público. Un lindo Imacec, como no lo recordábamos. Algunos del extremo, insensibles a lo que llegó y lo que vendrá -el Imacec de noviembre, ciertamente será peor-, creen que es solo un cuco del gobierno y del empresariado. Están soñando. No es cuco ni amenaza: es la verdad pura y dura.
Chile ha tenido varias crisis desde que llegó la democracia. La mayor, fue la crisis asiática. Se derrumbaron los precios de nuestros commodities. Y Hacienda con el Banco Central (BC), en vez de devaluar -que era lo lógico-, trataron de sujetar el tipo de cambio, subiendo las tasas de interés hasta el cielo. Lo cual profundizó el problema. Pero fuimos saliendo, y en un par de años fue olvidada.
Pero, 10 años después, acechaba una nueva: la subprime. Nos llegó como un rayo. Pero Andrés Velasco y el BC se lucieron: entregaron liquidez, y aumentaron el gasto fiscal. Y permitieron que el peso flotara. Y como llegó, se fue. Y tampoco nos acordamos mucho. El terremoto del 2010 prometía otra crisis. De nuevo el gobierno se manejó muy bien, y -otra vez- ya nos olvidamos de aquella calamidad.
Ésta de ahora -que no es cuco, ni show, como dicen algunos desenchufados- llegó tan rápido como un terremoto, y con efectos que, se ve, serán tanto o más profundos que los de las crisis anteriores. El año 1982, Chile devaluó su moneda, que había estado un tiempo largo fijo a $39, a $60 en cosa de meses. El gobierno había negado la necesidad de devaluar, cuando aquello era evidente (algunos me trataron de "anti patriota" solo por sugerirlo). Y la inflación trepó al 70% y el PIB retrocedió un 14%.
El país empezó a recuperarse solo cuando se entendió que ya no habría otra "súper devaluación" y que el gobierno militar caminaba hacia la democracia.
Pero hubo incertidumbre durante no menos de cuatro años. ¿A pito de qué el recuerdo?
En esta crisis, nadie sabe si -supongamos que se supera, lo cual aún está por verse- se repetirá o no. Los violentos pueden volver. La policía puede -nuevamente- ser superada. El PC y FA pueden volver a echarle leña al fuego. Esta crisis -en esto- se parece más a la del 82/86 que a la asiática o a la subprime. ¿Qué pasará con "la calle" si algún tema no logra los 2/3? ¿Qué pasará si se renuncia a un BC independiente, o a la responsabilidad fiscal? ¿Volveremos a ver saqueos, barricadas y odio eterno?
Por ahora, solo veremos recesión, desempleo y tristeza. Y puede ser un camino duro mientras no hayamos encontrado la fórmula, para que no se repita. Por mientras: gracias muchachos de la izquierda más dura, y de la derecha ídem. Mientras esas voces no se acallen, no veremos la luz al final del túnel. Después del 82, los políticos y el gobierno diseñaron una salida creíble, para que algo así no se repitiera. Ahora, estamos todos "al aguaite".
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