Columna de Carlos Saaverda: Ciencia y futuro



La semana pasada, la Red de Universidades Públicas no Estatales G9, en conjunto con la Comisión de Desafíos del Futuro del Senado, organizamos un seminario en el que participaron autoridades del gobierno, del Congreso y destacadas académicas y académicos nacionales, con el propósito de conversar sobre “Ciencia y Futuro: Experiencias de la Red G9″. En esta instancia, pudimos mostrar los aportes desde las regiones de nuestras universidades y visualizar los desafíos actuales y futuros para la generación de conocimiento en nuestro país.

Primeramente, valoramos este tipo de actividades que permiten intercambiar ideas y visiones desde los distintos actores que somos parte del sistema de conocimiento en Chile, generando con ello un diálogo colectivo. Dentro de los aprendizajes de la jornada, destacamos el consenso que existe sobre avanzar hacia la meta del 1% del PIB de inversión para ciencia y tecnología. El gobierno, por su parte, ha hecho esfuerzos para crecer en el próximo presupuesto público en esa línea, medida que resaltamos, ciertamente.

Asimismo, se destacó la importancia de una apuesta descentralizada para el desarrollo del país desde las regiones. Pudimos apreciar casi una decena de ejemplos de proyectos científicos de la Red G9 de alto impacto nacional actualmente en ejecución, la mayoría de regiones, financiados además con fondos públicos. El futuro del país se puede construir a partir de las regiones con los incentivos y recursos adecuados, particularmente en ciencia y tecnología, ámbitos donde las capacidades científicas existen.

En ese sentido, sin duda, para viabilizar ese objetivo y el alcance de la meta, es necesario fortalecer la institucionalidad tanto a nivel nacional como regional, y aumentar la cantidad de recursos invertidos. Así, más que nunca, se vuelven relevantes las alianzas público-privadas a fin de avanzar más rápido, con un sector privado que activamente se involucre junto con el Estado en los desafíos científicos relevantes para que, en conjunto con las universidades y el apoyo de la sociedad civil, podamos generar el conocimiento que el país necesita.

Creemos que todos los actores debemos hacer más. Hoy el gasto público ronda cerca de los mil millones de dólares, pero tenemos el deber como sociedad de apurar el salto en inversión. El Estado no podrá solucionar el problema solo, por lo que debe existir una mejor articulación en la esfera institucional a nivel local, regional y nacional, que permita un trabajo y un aporte mancomunado en el incremento de la investigación científica.

Los diagnósticos sobre los desafíos del sistema de conocimiento están bastante claros hace tiempo. Sin embargo, hace falta un gran pacto político-social, con una hoja de ruta de hitos claros, que nos lleven sobre el 1% de gasto en ciencia y tecnología durante esta década con la mayor velocidad posible. Ello constituye la única forma de poder seguir desarrollando el país y las regiones para entregar mejores oportunidades a la ciudadanía futura y mejorar la productividad y competitividad de Chile en el largo plazo.

Por Carlos Saavedra, presidente de la Red de Universidades Públicas no Estatales G9 y rector de la Universidad de Concepción

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