Columna de Dominique Viera: Aceleremos el paso: una agenda para el crecimiento y la inversión



El crecimiento económico es fundamental para el bienestar social, y la industria minera desempeña un papel crucial en este aspecto. Sin embargo, nos encontramos con desafíos en el desarrollo de esta industria, principalmente relacionados con la inversión y la productividad.

La semana pasada recibimos con optimismo la noticia de que la proyección de crecimiento económico ha aumentado a un rango del 2 al 3%, según el Banco Central. Este impulso es alentador, especialmente considerando que hace solo un mes la proyección no superaba el 2,25%. Esperamos que este aumento se traduzca en una reducción de las tasas de interés y estimule la inversión. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las tasas aún son altas, ya que se estima que una tasa neutral debería estar en torno al 4%.

La industria minera enfrenta restricciones que obstaculizan su crecimiento, y la disminución de la productividad ha llevado a una reducción en las contribuciones fiscales. Esto ha provocado discusiones sobre el aumento de impuestos como solución. Sin embargo, debemos examinar detenidamente esta opción.

La estrategia del litio, por ejemplo, plantea desafíos adicionales al otorgar la mayoría y el control de los yacimientos críticos a empresas cuya eficiencia en la gestión de recursos y procesos productivos ha sido cuestionada. Si bien apoyaremos cualquier medida que pueda impulsar el crecimiento, nos preocupa el impacto que pueden tener los cambios en las reglas del juego y las incertidumbres asociadas.

Estos cambios suelen provocar una disminución en la inversión en Chile en diversos proyectos. De hecho, según el estudio del Fraser Institute, Chile cayó 29 puestos en el Ranking de Atracción de Inversión Minera desde 2018, situándonos detrás de Perú y Argentina.

Actualmente, contamos con una cartera de inversión de MMUS$65.712, compuesta por 49 proyectos hasta 2032, en sectores como el cobre, oro, hierro y litio. La región de Antofagasta es la principal beneficiaria con 15 de estos proyectos. Si bien este dato por sí solo no es alarmante, es preocupante observar que en solo un año, la cartera de inversión ha disminuido significativamente desde los MMUS$73.655 y 53 proyectos en 2022.

La inversión en proyectos mineros en Chile ha disminuido en los últimos años debido a condiciones financieras restrictivas y un clima político complejo, lo que ha generado incertidumbre y ha afectado la confianza empresarial. Esto subraya la necesidad de una estrategia conjunta para abordar estos desafíos.

Es evidente que la inversión ha estado mostrando señales de alarma desde hace algunos años, con factores difíciles de mitigar a corto plazo, como las condiciones financieras restrictivas a nivel local e internacional, así como el complejo panorama político que ha llevado a propuestas de reformas que podrían no estar alineadas con las necesidades socioeconómicas actuales.

Es esencial una estrategia colaborativa que involucre a varios ministerios, como Medio Ambiente, Minería, Energía, Trabajo y Economía, ya que cada uno tiene iniciativas valiosas pero a menudo divergentes. La colaboración entre el gobierno y los actores del sector privado, como el Consejo Minero, Sonami y Aprimin, es fundamental para establecer reglas claras que fomenten la inversión y el crecimiento económico sostenible.

Si se busca aumentar los ingresos fiscales, a menudo es más efectivo reducir los impuestos y establecer políticas que fomenten la inversión y el crecimiento económico. Esto puede conducir a la creación de más empresas, más empleos de calidad y, en última instancia, a mayores ingresos fiscales. Los privados pueden contribuir significativamente si se les brinda un entorno propicio para invertir y asumir riesgos, lo que puede resultar en una mayor eficiencia y agilidad en comparación con las operaciones estatales.

Además de medidas como la simplificación de los procesos de permisos, se pueden explorar otras alternativas, como propuestas de la CPC para hacer crecer a Chile y establecer una estructura tributaria competitiva en línea con los países de la OCDE.

En resumen, una estrategia concertada que incorpore tanto al gobierno como al sector privado es fundamental para revertir la disminución de la inversión y la productividad en la industria minera y, en última instancia, para impulsar el crecimiento económico a largo plazo en Chile. Estamos a la expectativa de cómo se articulará el Pacto Fiscal por el Crecimiento y confiamos en que con medidas concretas y colaborativas, podremos acelerar la inversión y la productividad para alcanzar nuestros objetivos económicos.

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