Columna de Hans Eben: “El elefante en los reportes financieros.”

"Hace poco se hizo un estudio donde se vio que algunas empresas que tienen un alto índice ESG pueden contaminar tanto como empresas con un bajo índice ESG. Inclusive si se relaciona solo con la E de medio ambiente. No creo que se pueda concluir que el índice ESG entonces no es de utilidad. Cada pilar de este indicador está compuesto por diferentes factores y no solo mide el hoy, sino los planes futuros que la empresa tiene en relación con tecnologías limpias y manejo en temas de biodiversidad, por ejemplo. Por lo tanto, no es de extrañar que no exista relación entre el índice ESG y su contaminación. Lo importante en todo esto es que los accionistas entiendan bien los diferentes indicadores, que las empresas no utilicen indicadores para transmitir mensajes erróneos"



Después de muchos años estudiando, proponiendo y teniendo aciertos y fracasos en temas de crecimiento sustentable, puedo decir que la gran mayoría de las empresas están en un nivel muy superior en sus prioridades e iniciativas hacia el crecimiento sustentable. Independiente la que pueda ser mi visión, lo importante son los reportes de las empresas en temas de sostenibilidad.

Primero quiero aclarar que en lo personal no me gustan los informes específicos ya que la sostenibilidad no debiese ser vista como una iniciativa por separado del negocio, sino deben ser parte estructural en la forma de desarrollar negocios y crecer. Los reportes o indicadores vienen creciendo de forma exponencial ya sea por regulación, pero también porque los propios accionistas, consumidores y empleados lo exigen. Algo de greenwashing puede existir, pero esa es otra materia. La pregunta que surge ahora es si estos reportes están realmente ayudando a la lucha contra el cambio climático.

Hace poco se hizo un estudio donde se vio que algunas empresas que tienen un alto índice ESG pueden contaminar tanto como empresas con un bajo índice ESG. Inclusive si se relaciona solo con la E de medio ambiente (environment). No creo que se pueda concluir que el índice ESG no es de utilidad. Cada pilar de este indicador está compuesto por diferentes factores y no solo mide el hoy, sino los planes futuros que la empresa tiene en relación con tecnologías limpias y manejo en temas de biodiversidad, por ejemplo. Por lo tanto, no es de extrañar que no exista relación entre el índice ESG y su contaminación. Lo importante en todo esto es que los accionistas entiendan bien los diferentes indicadores, que las empresas no utilicen indicadores para transmitir mensajes erróneos y que tampoco se trata de encontrar correlaciones donde no debiera haber, entregando mensajes confusos al mercado y ciudadanos.

El analizar indicadores hay que tener mucho cuidado, pero el verdadero elefante en la sala está en la información que los estados de resultados consideran sobre el cambio climático, impactos ya sean negativos, pero también positivos. Los activos relacionados a fuentes fósiles, por ejemplo, ¿están bien evaluados su valor o los riesgos por causas climáticos están bien reflejados en los reportes financieros?

Hoy, diferentes organizaciones como Client Earth, están cuestionando duramente a las big four auditoras y otras, de no estar colaborando ni dando señales claras sobre la importancia de realizar cambios contables dado el nuevo contexto. Hoy hay no sólo más información sobre los impactos del cambio climático sino la calidad de la información mejora año a año; por lo tanto, el hacer estimaciones de sus impactos es posible.

Este primer semestre en el mundo ha existido pérdidas económicas por más de US$120 mil millones por desastres naturales; 40% mayores que el año pasado, julio se convirtió oficialmente en el mes más caluroso jamás registrado y ya existen estimaciones que más de mil millones de personas estarían viviendo en áreas vulnerable por cambio climático. Teniendo esto en cuenta no nos debiera extrañar que serán los propios inversionistas, empleados y ciudadanía que exigirán incorporar en sus reportes o visibilizar todos estos impactos en el momento de querer invertir, trabajar o consumir de esta empresa.

* El autor es director de empresas.

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