Columna de María José Torres: 25N y porqué el Convenio 190 es tarea pendiente y urgente



En una nueva conmemoración del Día Internacional de la Erradicación de la Violencia contra Mujeres y Niñas, como Sistema de las Naciones Unidas consideramos relevante poner atención en una de las violencias de género que aumenta en momentos de crisis económica como las que vivimos a nivel mundial y local: la violencia y el acoso laboral.

La violencia y el acoso son inaceptables en cualquier lugar y momento. Pero cuando la presión económica y el estrés aumentan, el riesgo de las mujeres trabajadoras a sufrirla crece también. Por este motivo, como ONU Chile celebramos la aprobación en la Cámara de Diputadas y Diputados del proyecto de ley que aprueba el Convenio 190, sobre la violencia y el acoso de la organización internacional del trabajo (Convenio 190 de la OIT), a inicio de mes. Invitamos a las y los senadores a ratificarlo prontamente.

El Convenio 190 y la Recomendación 206 son las primeras normas internacionales del trabajo que proporcionan un marco común para prevenir, remediar y eliminar la violencia y el acoso en el mundo laboral, incluidos la violencia y el acoso por razón de género. Reconocen la importancia de una cultura del trabajo basada en el respeto mutuo y la dignidad del ser humano para prevenir la violencia y el acoso. Precisan, además, las medidas que deben tomarse para prevenirla y abordarla, y quién debe hacerlo.

La normativa internacional tiene un amplio alcance, pues aplica a todas las personas en el mundo laboral, el entorno, y a todos los demás trabajadores y trabajadoras, independientemente de su situación contractual, así como a aprendices, quienes hacen trabajo voluntario o buscan un empleo, entre otros. También las personas que ejercen la autoridad, las funciones y las responsabilidades del empleador caen bajo la tutela del Convenio. Es aplicable en todos los sectores de la economía: el sector público y el privado, la economía formal e informal, tanto en el ámbito urbano como en el rural.

El Convenio 190 no solo promueve espacios seguros en el trabajo, sino también reconoce que la violencia doméstica afecta la participación de las mujeres en el mundo del trabajo, su productividad, su acceso al empleo y su salud. En Chile, un 64% de las mujeres dice haber sufrido por lo menos un tipo de acoso alguna vez en su vida (OCAC). Según cifras del INE, hay 48,3% de mujeres en el mercado laboral.

En este sentido, su ratificación proveerá un marco legal para la creación y mejora de las actuales normativas y políticas, que deberán adoptar un enfoque inclusivo que permita al Estado abordar las causas subyacentes de la violencia y acoso en el mundo del trabajo, con el fin de educar, prevenir y eliminarla.

La ratificación del Convenio 190 es una vía certera para construir un futuro del trabajo más digno, seguro y saludable, convirtiéndose además en un paso importante para cumplir con el llamado que nos hace este 25N el secretario general, António Guterres, de unirnos para relegar la violencia contra las mujeres y las niñas a los libros de historia. La ONU en Chile pone a disposición los instrumentos para transformar esta realidad.

Por María José Torres, coordinadora residente del Sistema de las Naciones Unidas en Chile

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