SEÑOR DIRECTOR:
La gestión hídrica a nivel de cuenca requiere una actualización acorde a nuestros tiempos y al cambio de escenario climático desde los antiguos “años normales” a uno de sequía estructural con paréntesis lluviosos como el que hubo en 2023.
La gobernanza de cuencas no es tan diferente a la administración en otras áreas del sector público y privado. De hecho, se puede formular una analogía con la gestión legislativa. Mal que mal la escasez de proyectos de ley se denomina “sequía parlamentaria”, que en ocasiones se atribuye a la fragmentación del Congreso.
En la gestión hídrica también se corre el riesgo de la fragmentación al incorporar un exceso de participantes y diluir en vez de potenciar el rol de las organizaciones de usuarios de aguas en un Consejo de Cuenca, dando mayor peso relativo a quienes carecen de derechos de aprovechamiento de aguas ni han desarrollado obras hidráulicas para ejercerlos, y provocar consecuencias negativas más graves que lo que causa la “sequía legislativa”.
Carlos Rubilar Camurri
Ex asesor Dirección General de Aguas del MOP
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