Convención de los Derechos del Niño: desafíos ineludibles en un nuevo aniversario

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El reciente informe publicado por el Comité de Derechos del Niño de la ONU sobre Chile y la situación de los niños y niñas que se encuentran en residencias, confirma un diagnóstico que ya conocíamos: la grave violación de derechos humanos que sufren cientos de niños, niñas y adolescentes que se encuentran en el sistema residencial, que debiendo ser protegidos por el Estado en ese espacio, profundizan sus vulneraciones de derechos. En este escenario, vale preguntarse nuevamente cómo llegamos a esto. Ello, porque hay un elemento que lamentablemente el informe del Comité no menciona, pero que es fundamental para comprender a cabalidad el problema: la gran mayoría de los niños y niñas que se encuentran en residencias no solo viven en situación de pobreza, sino que también han sido víctimas de una violencia que pareciera ser invisible a los ojos de los actores que tienen a su cargo la toma de decisiones en esta materia. Por esa razón, la desinternación y el cierre de los sistemas residenciales masivos deben ir acompañados de una oferta programática que efectivamente repare y restituya los derechos que han sido vulnerados, de lo contrario seguiremos evitando hacernos cargo del problema de fondo: políticas públicas efectivas en la promoción y protección de los derechos de los niños y niñas, acompañamiento real a las familias, y sistemas de protección social universal.

En este contexto, es una buena noticia la creación de un nuevo servicio que reemplace al antiguo y cuestionado Sename, que se revise la oferta programática, que se establezcan estándares claros de calidad de ella, que se ponga el foco en las familias; no obstante, debemos recordar que este sería el tercer proyecto que se presenta en esta materia, y mientras tanto, la crisis en materia de protección especial de la infancia continúa y se profundiza, y la brecha en derechos sociales sigue creciendo.

Es fundamental insistir en un desafío ineludible planteado por la Convención de los Derechos del Niño que cumple hoy, 14 de agosto, un nuevo aniversario: el tratamiento de los niños y niñas como sujetos titulares de derechos y no como solo objeto de protección estatal, y su consideración como protagonistas del cambio social. Para ello se requiere acceso a educación y salud de calidad, ciudades con menos segregación, acceso a la cultura y el deporte, donde puedan desarrollar plenamente su personalidad, habilidades y talentos. Para poder alcanzar estos objetivos, es indispensable un trabajo mancomunado entre todos los actores sociales, para lo cual es esencial contar con una ley que garantice la protección de los derechos de todos los niños y niñas del país y promueva su efectivo ejercicio.  

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