Opinión

Día de las trabajadoras de casa particular

SEÑOR DIRECTOR:

Desde 1988, los 30 de marzo conmemoramos la relevancia del trabajo decente para quienes realizan trabajos domésticos remunerados, a favor de la protección de los derechos laborales de un sector históricamente precarizado y vulnerado.

Las trabajadoras de casa particular son un gremio que unido ha logrado importantes conquistas, a nivel nacional e internacional, como la formalización contractual, la reducción de horas máximas de trabajo y las vacaciones remuneradas. Pero estas conquistas no han sido lineales: recordemos que recién en el año 1998 se les volvió a reconocer como beneficiarias de fuero maternal, derecho que les había sido arrebatado en dictadura.

Seguimos avanzando por la ruta que muchas mujeres han cimentado, y lo hacemos desde un gobierno que está comprometido con la dignidad humana y que es consciente de la importancia que tienen las labores domésticas y de cuidado para el desarrollo de nuestra sociedad. Un compromiso que vemos reflejado en las indicaciones específicas para trabajadoras de casa particular introducidas al proyecto de 40 horas -basado en la voluntad de dar cumplimiento a lo establecido en el Convenio 189 de la OIT, a compromisos que promueve el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (Cedaw) y la Convención de Belém do Pará, entre otros-, que permitirá continuar reduciendo la jornada máxima laboral para garantizarles bienestar y dignidad a todas ellas.

Chaltumay, pewkallal.

Luz Vidal Huiriqueo

Subsecretaria de la Mujer y la Equidad de Género

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