SEÑOR DIRECTOR:
Diversas encuestas realizadas en los últimos días reflejan que, más allá de los conflictos y problemas que nos aquejen en la actualidad, los chilenos sienten orgullo por su país y por su identidad. Según Black & White, el 83% adhiere a esa afirmación, mientras que, de acuerdo con Criteria, el 72% define el ser chileno en relación con nuestras costumbres, valores e historia.
Este es, tal vez, uno de los motivos que podría explicar el entusiasmo que despiertan las Fiestas Patrias. Aunque cualquier feriado sea una oportunidad para descansar, viajar o reunirse en familia, las celebraciones patrias se viven con particular interés. Mientras la mayoría de las festividades nacionales en otros países se conmemoran con ceremonias oficiales y la degustación de comidas típicas, en Chile se reviven tradiciones musicales, artísticas, lúdicas, cotidianas y culinarias que trascienden los formalismos y que nacen desde las costumbres populares. No son dos días; durante todo el mes, calles y casas se visten de tricolor y la música folklórica inunda los espacios públicos.
Más que un sentido nacionalista de alcance político, se trata de un sentimiento patriótico que nos conecta con el pasado, la historia y las raíces de nuestra identidad. En un mundo cada vez más globalizado y a la vez polarizado, donde las identidades culturales parecen desdibujarse en contraposición a las posturas políticas que poco a poco nos distancian, la chilenidad y el sentido de patria son cualidades que debemos valorar. Tenemos una historia y un patrimonio que pueden dar realce al presente. Cualquier idea país que se proyecte a futuro, debe partir de fundamentos como estos, que den sentido de continuidad histórica y promuevan el espíritu de comunidad, más allá de cualquier diferencia circunstancial. Feliz 18.
María Gabriela Huidobro
Decana Fac. de Educación y Ciencias Sociales, UNAB
