El silencio de Occidente
SEÑOR DIRECTOR:
Occidente ha soslayado la universalidad de los derechos humanos y su vigencia en todo tiempo, circunstancia y lugar la que solo rige para la civilización cristiana occidental, en especial EE.UU. y Europa.
El principio universal no aplica respecto a los pueblos del Sur Global, en Asia, África y el mundo árabe. Bajo esa premisa, los palestinos de Gaza y Cisjordania son considerados seres humanos de segunda categoría que conduce a una completa deshumanización del pueblo palestino.
Esta hipocresía de Occidente convalida una complicidad que, sin pudor alguno, permite expresar apoyo político y militar a Israel para continuar la masacre de miles de civiles inocentes, la mayoría niños y mujeres, considerada Ia más despiadada del siglo XXI, que interpela la conciencia moral de la humanidad y vulnera los principios civilizatorios.
Urge racionalmente y de inmediato el alto al fuego para evitar mayor derramamiento de sangre y el sufrimiento indecible de los civiles palestinos, implementar el intercambio de los rehenes israelíes por prisioneros palestinos, permitir la ayuda humanitaria a una población que sufre la hambruna y la inanición y proceder al fin de la ocupación militar israelí de Gaza y de todos los territorios palestinos ocupados, con el inmediato desmantelamiento de los asentamientos judíos y la evacuación de los colonos en cumplimiento de la resolución del Tribunal Internacional de Justicia de La Haya de 18 de julio pasado.
Es hora de poner término a este doloroso conflicto. Ambos pueblos merecen vivir en paz y buena vecindad, con la visión de dos estados soberanos e independientes: Palestina e Israel, conviviendo en paz y seguridad, bajo fronteras seguras y reconocidas internacionalmente, con el apoyo de la comunidad internacional y Naciones Unidas mediante la convocatoria a una Conferencia Internacional de Paz.
Nelson Hadad
Embajador de Chile (r), profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Central