Fenómeno de la violencia



SEÑOR DIRECTOR

A casi un año del estallido social, el tema de la violencia ha vuelto a instalarse en el debate público. Temo que el tiempo no ha permitido una mirada más profunda y documentada, al concentrarse el debate en una superficial y dicotómica toma de posiciones respecto de la condena o no de ella.

Puede que en Chile este tema se haya instalado de manera sorpresiva en el debate, pero lo cierto es que la academia aquí y en el mundo ha abordado este problema con una profundidad que podría permitir a nuestros políticos y líderes de opinión fijar posiciones más fundadas.

En el estallido hemos constatado la complejidad de un fenómeno en el que conviven diversas emociones, como el temor, la esperanza y, también, la ira. A través de una encuesta realizada el año pasado por Espacio Público e Ipsos, observamos además que la intensidad de estas emociones es diversa según los grupos de edad en la población, como también la legitimación de ciertos actos de protesta para la generación de cambios profundos. Otro hallazgo relevante para esta discusión es que, para gran parte de la ciudadanía, cuestiones estructurales de la relación entre las instituciones y las personas -como el monto de las pensiones, el precio de medicamentos, la impunidad frente a delitos de cuello y corbata o los abusos policiales- son considerados más violentos que las barricadas, saqueos o las evasiones en el transporte público.

Una comprensión más reflexiva del fenómeno de la violencia nos permitirá, como comunidad política, enfrentarla con la mirada de largo plazo que este fenómeno exige.

Manuel Arís

Investigador de Espacio Público

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