Los héroes de nuestro tiempo



Por César Díaz, director Escuela de Lenguaje y Comunicación, Universidad San Sebastián

Umberto Eco, el autor de celebradas novelas como El nombre de la rosa y de El péndulo de Foucault, y creador de otras grandes novelas y valiosos ensayos, fue el primer editor de Mafalda en Italia, allá por 1968, donde expresó que “Mafalda es un héroe de nuestro tiempo”, porque ya desde esa lejana década el personaje de Quino venía acumulando admiradores. Y ha seguido haciéndolo generación tras generación, provocando tal respeto que se la considera como uno de los grandes personajes de nuestra cultura hispanoamericana.

Los escritores considerados fundamentales pasan a la posteridad por la creación de obras literarias que se convierten en clásicos. Sin embargo, no toda gran obra literaria o artística genera un personaje que trasciende los límites de la ficción. William Shakespeare lo hizo con Romeo y Julieta. Y no se necesita haber leído la obra del insigne dramaturgo o haber asistido a una de sus representaciones para tener una noción de quiénes son estos personajes universales. Lo mismo ocurre con el Quijote de Cervantes. Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez escribieron grandes obras, pero no crearon un personaje que traspase los límites de la fantasía literaria. José Hernández sí lo hizo con el Martín Fierro, pero el legendario gaucho no es más popular a nivel continental que la niña inventada por Quino.

Crear un personaje universal no es algo que ocurra a menudo en el mundo del arte y mucho menos lo es cuando ese personaje desborda los límites de la creación artística y se instala en las dimensiones de la realidad. En Chile, Marcela Paz introdujo al tierno y encantador Papelucho y no creo equivocarme al asegurar que en nuestro contexto este personaje debe ser el más conocido de toda la literatura producida en nuestro país. Con Mafalda ocurrió el prodigio, alcanzó una estatura mayor, traspasó las fronteras continentales en se ha instalado en la cultura como figura significativa por ya más de medio siglo.

Quino, cuyo nombre era Joaquín Salvador Lavado Tejón, que acaba de fallecer a los 88 años, deja con su partida un profundo vacío. Muchos de sus jóvenes admiradores recién comienzan a conocer el resto su fecunda producción y buscan saber más sobre este verdadero genio. Los sitios de internet donde están registradas sus innumerables entrevistas reciben más y más visitas en las que se suman nuevos comentarios y elogios. ¿Cómo será vista Mafalda de aquí a cien años?

La obra completa de Quino sobrepasa la creación de la serie de Mafalda. Su producción artística es profunda y universal. Por eso sus pares lo consideran un maestro. Seguiremos valorando el legado de Quino quien también merece ser considerado como un héroe de nuestro tiempo.

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