Participación en pandemia



Uno de los daños colaterales de la pandemia, y que afectará de manera significativa la necesaria inversión para la reactivación económica, es la postergación de innumerables procesos de participación ciudadana en el Sistema de Evaluación Ambiental SEA así como en la planificación territorial y Urbana. Pero como dijo el ex Ministro de obras públicas Carlos Hurtado, hay veces en que el costo de no hacer nada puede ser más alto que los eventuales impactos de los proyectos.

Esta frase cobra sentido cuando ahora no solo se trata de atrasar grandes proyectos de inversión que generarán desarrollo, empleo y prosperidad, sino también se pierde la posibilidad de trabajar en conjunto con las comunidades afectadas en la creación de valor compartido.

En este sentido cobra relevancia el reciente comunicado del SEA que dispone medidas para la reanudación gradual de evaluación proyectos, autorizando a reanudar todos los procesos que se encontraren suspendidos en todas las regiones del país a partir del 21 de septiembre. En cuanto a la planificación urbana, hay que destacar el liderazgo de la comuna de Macul, que al ver amenazado el proceso de modificación de su Plan Regulador Comunal por la pandemia, en lugar de postergar decidió avanzar en un inédito proceso de audiencias públicas virtuales para la comunidad.

De manera de velar por la debida transparencia del proceso, el alcalde Gonzalo Montoya, en conjunto con el Concejo, el Comité Asesor de Urbanismo, la Dideco y la Dirección de Informática, se acercaron a cerca de 300 organizaciones territoriales y vecinales de manera de invitarlos y facilitarles su participación. En paralelo, junto con desplegar las capacidades tecnológicas, lograron la aprobación por parte de la Contraloría General de la República y la Seremi de Vivienda y Urbanismo para avanzar en las audiencias. El resultado ha sido tan positivo que incluso el Minvu lo ha destacado como un modelo a seguir. Mientras leen esta columna, en la web municipal www.munimacul.cl se exhiben los documentos y planos de la propuesta, y les invito a unirse a las próximas sesiones del 8 y 9 de este mes, de manera de conocer esta nueva forma de hacer ciudad y ciudadanía.

Sin duda surgirán las suspicacias respecto a la representatividad de este tipo de procesos, y cómo las brechas digitales pueden excluir a grupos vulnerables de la toma de decisiones. Sin embargo, es sabido que en muchos de los procesos presenciales previos era muy difícil encontrar espacios de participación para una gran mayoría de vecinos y comunidades que no eran partes interesadas, directamente afectadas, activistas, actores políticos o retirados con tiempo para asistir.

En este sentido, en la medida que el Estado se movilice para eliminar las brechas digitales, estos nuevos espacios de participación virtual derribarán las barreras físicas y abrirán la posibilidad que más vecinos y comunidades puedan sumarse a enriquecer la toma de acuerdos.

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