Registro de deudores de pensiones de alimentos: No más a la cultura del incumplimiento

Varias personas esperan en una larga fila ser atendidos en juzgados de familia y realizar trámites para padres que deben pensiones de alimentos. FOTO:Cristobal Escobar/Agencia UNO


Mónica Zalaquett es ministra de la Mujer y la Equidad de Género.

La promulgación de la ley que crea un registro de deudores de pensiones alimenticias, que entrará en vigencia en el plazo de un año, es un esfuerzo de gran envergadura para terminar con la cultura del incumplimiento instalada en nuestro país.

El Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género junto al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, buscamos dar una solución efectiva a una crisis que se visibilizó con los retiros del 10%. Es un incumplimiento que daña a nuestras niñas, niños y adolescentes, quienes no reciben lo que necesitan para obtener un desarrollo integral, tanto físico como emocional.

¿Por qué en Chile hay tantos padres que temen más deber a una casa comercial que no cumplir con su deber parental? El hecho de haber terminado una relación de pareja no significa que se acabe también con la obligación que se tiene con las hijas e hijos y no puede ser que los costos de mantenerlos sean exclusivamente de las madres, quienes mayoritariamente se hacen cargo de ellos tras la separación. Es sin duda una forma de violencia, que limita la autonomía económica de muchas mujeres.

El Registro de Deudores de Pensiones alimenticias significa un cambio de paradigma desde un sistema de apremios y sanciones que no dan resultados, a uno que incentiva el pago, pone fin a la impunidad del incumplimiento y obliga a los padres a entender que los gastos de sus hijos e hijas deben ser su prioridad y que, si no se hacen cargo, sus vidas serán más complicadas, ya que entre otras cosas no podrán renovar sus licencias, transferir vehículos y hacer otros trámites que requieren del Estado. No veremos más a “papitos corazón” que, teniendo recursos para ponerse al día con sus hijos, optan por viajar al extranjero pues no podrán renovar sus pasaportes.

Por largos años han sido las mujeres (porque de cada 10 deudores, 9 son hombres), las que enfrentan toda clase de dificultades para obtener el pago de la pensión alimenticia: padres que se cambiaban de domicilio para no ser notificados, que ocultaban o falseaban su situación económica o derechamente pagaban menos que lo mandatado.

A eso, sumemos las constantes amenazas e incluso agresiones que sufren las mujeres, por parte de sus exparejas, por pedir nada más, ni nada menos, que lo que corresponde. ¿Por qué las mujeres deben vivir angustiadas y con miedo por defender los derechos de sus hijos e hijas?

Esto es algo que no podemos seguir permitiendo y esta ley frena en seco esta cultura del incumplimiento. Se garantizará una mayor eficacia en el pago de las pensiones alimenticias, pero principalmente representa un avance relevante en cuanto a la responsabilidad en el bienestar de nuestros hijos e hijas, porque el futuro de ellos es un tema fundamental para la sociedad y, por ende, un asunto de Estado.

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