Universidades: urgente necesidad de volver a las clases presenciales

La timidez con que hasta ahora han actuado las instituciones de educación superior para normalizar sus actividades no se condice con la situación de la pandemia en el país, ni con el desafío educativo que las convoca.



El que la agenda de las autoridades haya priorizado la reapertura de los colegios por sobre el resto del sistema educacional es entendible. Son los escolares, especialmente los más jóvenes, los que mayores problemas han tenido por la falta de clases presenciales, algo que ha quedado demostrado en diversos estudios tanto académicos como psicológicos, donde se constata que el daño de haber cerrado los colegios ha sido enorme.

Lo anterior, sin embargo, no debe llevar a descuidar lo que está pasando con la educación superior, esto es, universidades, institutos y centros de formación técnica. Aquí, los problemas que ha provocado la prolongada falta de actividades presenciales no son menos graves. Hay que pensar que ya hay dos generaciones de alumnos que no han conocido sus casas de estudios, es decir, que toda su experiencia universitaria se remite a la educación online.

Frente a esto, extraña la timidez o franca pasividad con que gran parte de las casas de estudios superiores han actuado hasta la fecha, donde en ningún momento este ha sido un tema prioritario y más bien se observó un cierto acomodo al sistema presencial.

Es urgente que esto cambie este segundo semestre, teniendo en cuenta que las autoridades ya han fijado los protocolos de regreso, donde podrán asistir hasta un 50% de los alumnos de manera presencial.

Lo cierto es que, en la actualidad, no hay excusas para no aspirar a un retorno lo más completo posible a las clases presenciales teniendo en cuenta la situación actual de la pandemia, considerando además que más del 90% los alumnos están con su proceso de vacunación completo, lo mismo que los profesores y funcionarios de las distintas instituciones. Por otra parte, dado que la mayor parte del país está libre de cuarentenas, todos los campus están en condiciones de recibir alumnos.

Hay que considerar que todo este proceso está causando mucha molestia tanto en alumnos como en apoderados, los que han comenzado a presionar a las instituciones para entregar respuestas concretas a la situación, en especial porque muchos sienten que están pagando por un servicio que no están recibiendo en su totalidad. Además, hay bastante preocupación por las deficiencias en el aprendizaje que se está constatando y de otras prácticas negativas, como la copia en trabajos y pruebas, que es muy difícil de controlar en los sistemas remotos, algo que explicaría la inflación de notas que se ha observado en el sistema.

Es cierto que la educación online universitaria y técnica tiene una larga data, sobre todo en postgrados, pero algo distinto es que programas diseñados para funcionar en forma presencial terminen totalmente remotos. Primero, porque hay carreras donde la actividad presencial es fundamental, como todas aquellas que requieren laboratorios, talleres y práctica. Segundo, porque la experiencia universitaria completa va mucho más allá de pasar contenidos. Se trata de la interacción con profesores y alumnos, de la vida universitaria fuera de las clases, en suma, de todo un mundo que es parte de la formación de las personas. Por eso, no cabe duda que lo que hoy se está entregando es una experiencia incompleta en todo sentido.

Por lo anterior es que casi todos los países están planificando que este segundo semestre la educación superior sea presencial. Lamentablemente, en esto nuestro país está muy atrasado. La Unesco, en un reporte del 22 de julio pasado, señala que los únicos países de América Latina que mantienen el cierre total de sus instituciones son Chile, Cuba, Haití, Paraguay, Ecuador, Honduras y Costa Rica. Algo que simplemente no se entiende, teniendo presente que nuestro país es uno de los que tiene uno de los porcentajes de vacunación más altos del mundo.

Las universidades deben ponerse al día en este sentido. La timidez con que han actuado debe terminar. Llegó el momento de estar a la altura del desafío, cual es entregar una educación completa y de calidad, lo que necesariamente pasa por volver a las actividades presenciales en forma importante este segundo semestre.

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