Horóscopo de la semana: “Es tiempo de ordenar las piezas de otra forma”




La semana comienza con el solsticio de invierno, que marca la entrada del año nuevo según la gran mayoría de los pueblos originarios de Latinoamérica. El Sol entrará en Cáncer en ese momento, llamándonos a conectar con las raíces, con quienes vinieron antes que nosotras. El llamado a conectarnos con el pasado nos toca espacios más sensibles, dando pie a sentir de mayor forma.

El solsticio de invierno coincide con muchas celebraciones en el hemisferio sur relacionadas con la tierra. El Inti Raymi, celebrado por los incas, representaba una adoración al dios Sol, que entrega las energías para que la tierra se renueve. Similar lectura tienen los Mapuche, que en la fiesta del We Tripantu celebran el nuevo ciclo de la cosecha y así de la vida en todo el cosmos.

Muchas culturas originarias de nuestro continente se basan en el concepto del buen vivir, que representa una relación armoniosa y cariñosa entre el ser humano y su entorno, pues ahí lo habita. Esto permite una lectura de la vida a través de los ciclos, donde podemos entender lo que termina y lo que se renueva, como los ciclos de la cosecha.

Los signos cardinales son Aries, Cáncer, Libra y Capricornio. Estos signos se condicen con los equinoccios y solsticios, que representan los cambios de estación en el año. La energía cardinal es iniciadora, por lo que nuevos capítulos de nuestra vida suelen comenzar en estos momentos. Las lecturas de la astrología, que en primera instancia estaban muy relacionada con los ciclos de la tierra, otorgan sentido incluso desde culturas completamente diferentes. Estamos sometidos al tiempo, aunque lo leamos de diferentes formas.

Cáncer es una energía orientada hacia nuestro mundo interior, nuestra sensibilidad, el encuentro con nuestra vulnerabilidad. El sentir y nutrir la vida, como lo haría un jardinero cuidando a sus plantas, es un punto de conexión importante con la creatividad. Se dice que los nativos de este signo tienen una estrecha relación con la vida y la muerte, de ahí su poder nutricio e imaginativo.

Este solsticio de invierno coincide con la entrada del Sol al signo de Cáncer, junto con el primer día de los pueblos originarios en esta fecha. Se nos pide adentrarnos hacia los lugares más secos de nuestra alma para poder llenarlos de vida, desde el espacio ritual de nuestra conexión interna y desde el espacio formal de la honra a nuestros ancestros.

El volver al origen nos permitirá integrar nuestra historia de mejor forma, pues hemos recorrido un trecho profundo desde la temporada de eclipses. Se han abierto nuevas preguntas, por lo que el cambio de valoraciones respecto a las cosas es inminente. La concepción cíclica del pueblo mapuche nos indica que somos el presente y el pasado al mismo tiempo, algo que también ha podido observarse desde la mecánica cuántica.

Es tiempo de ordenar las piezas de otra forma, atrevernos a preguntar y a mirar las cosas distinto. Honra a tus ancestros, al pasado que viviste que devino en el lugar en el que estás actualmente. Honra la tierra en la que habitas, ¿quiénes la habitaron antes de que estuvieras tú? ¿Dónde viven actualmente los descendientes de estas personas? ¿Cómo definirías a tu linaje y cómo marcó en ti? ¿Cuál es tu origen?

Si estás de cumpleaños esta semana, prepárate con más fuerza a trabajar con esas preguntas durante este nuevo año de vida. Honra tu nacimiento con alegría y regálate algo que te haga sentir que estás viva.

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