Nicole Aceituno, intérprete simultánea: “Me siento como una actriz interpretando un personaje”

Suele pasar hasta seis horas o más en reuniones por Zoom traduciendo de manera simultánea –en cosa de segundos– una conferencia del inglés al español y viceversa. Y es tan impresionante su trabajo, que comenzó a compartirlo en su cuenta de Tiktok (@tuamigagordita) donde hoy tiene más de 17 mil seguidores que se sorprenden a diario por su habilidad. "Mi técnica es ponerme en el rol del orador, como si yo fuese quien está dando la charla. Así, cuando la persona está contando un chiste o sube la voz, yo hago lo mismo", cuenta.




Nicole Aceituno (30), trabaja como intérprete simultáneo inglés-español / español-inglés. Su labor consiste en traducir de manera simultánea lo que los hablantes comunican de un idioma al otro y viceversa.

Pero aunque hoy en cada una de esas conferencias fluye como una experta, no siempre fue así. “Una vez estaba de forma presencial en una conferencia de veterinaria en una universidad. Los expositores no nos habían enviado la presentación con tiempo, lo que es clave porque así nosotros podemos estudiar los tecnicismos. Yo diría que la recibí con menos de 24 horas. Comenzó una doctora a hablar inmediatamente con términos súper técnicos y yo me quedé en “Hola…”. Todas las personas que estaban en la cabina de interpretación me estaban mirando. De repente llega el cliente, toca la puerta y dice “Que se vaya, no sabe nada” y salí casi en llanto. Por suerte un colega de ese tiempo me pudo salvar y reemplazarme”, cuenta.

Nicole vivió en Estados Unidos desde los cinco a los veinte años, por lo que su inglés es prácticamente nativo. “Mis papás se fueron en busca del llamado ‘sueño americano’. Tenían familiares y conocidos que ya se habían ido para allá, así que quisieron probar suerte. Allá entré a estudiar Enfermería, pero no me gustó y luego me cambié a Business Management, que es como administración de empresas”, recuerda.

Debido a situaciones familiares, ella y su familia volvieron a Chile cuando tenía veinte años. En ese entonces, con un acento en español que ella califica de “gringa”, estudió Administración de Negocios Internacionales. Pero su primer trabajo recién llegada al país fue como profesora en un instituto de inglés: “Para pedir pega llegué y dije ‘Hola, soy gringa, pero también chilena’. En esos tiempos por el 2012 o 2013, no sé si ahora será así, a los institutos les interesaba que tuvieras personalidad y hablaras inglés perfecto”.

¿Cómo llegaste a convertirte en intérprete, si habías estudiado una carrera de administración?

Postulé a una agencia de traducciones para un cargo de marketing, pero al dueño de la agencia le gustó mucho mi perfil y vio que tenía potencial para ser intérprete. Yo no había escuchado nunca de qué se trataba eso. Pero como no tenía conocimiento, me pareció imposible, algo muy difícil. Agradezco la presencia de ese jefe en mi vida, porque me empujaba de a poco a hacer cosas.

¿Empezaste con tareas de producción?

Claro. Primero hacía traducciones de documentos, que era bastante fácil, luego traducciones o interpretaciones consecutivas, que es cuando una persona habla, tú traduces y luego esperas la respuesta de su interlocutor para seguir la conversación. Después de unos tres años en la agencia empecé a trabajar en conferencias, unas prácticas muy chicas, de pocos minutos. Al principio me ponía muy nerviosa, pero luego, al practicar y practicar, mejoraba. Y así llegué a mi trabajo actual, que es totalmente independiente, además de dar clases de inglés particulares individuales o grupales. Esa certificación la obtuve en pandemia para que hablantes nativos en inglés aprendieran a dar clases en su idioma.

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Entre estallido social y pandemia, las visitas de conferencias al país disminuyeron bastante, por lo que Nicole fue despedida de la agencia en la que trabajaba. Sin embargo, durante todos los años trabajando en el mundo de la interpretación, logró hacerse de un buen nombre y los clientes con los que ya había trabajado la comenzaron a contactar por LinkedIn para seguir trabajando con ella.

“Hace unos días tuve que interpretar una reunión de directores de grandes empresas acá en Chile y se podría decir que el lenguaje fue bastante técnico. O sea, mucha conversación sobre números, administración, ingresos, egresos, palabras que uno típicamente no dice todo el tiempo”, cuenta Nicole a propósito de su trabajo.

¿Sigues haciendo muchas interpretaciones sobre tecnicismos, como esa conferencia médica?

La verdad, gracias al universo, tengo la suerte de poder ser selectiva con los trabajos que acepto. Si es algo demasiado técnico, generalmente lo rechazo, porque eso significaría estar estudiando una semana para una presentación, por ejemplo, y eso me quitaría tiempo de mi trabajo como profesora. Ya tengo clientes estables, reuniones típicas que se mantienen.

Te toca traducir en forma simultánea, en cosa de segundos, lo que una persona está diciendo y en dos idiomas. ¿Cuál es tu técnica?

Hago algo cuando estoy interpretando y es que me pongo en el rol del orador, como si yo fuese quien está dando la charla, por ejemplo. Por eso empiezo a mover las manos, a moverme como si yo estuviera dando la información, a actuar como si yo fuera la persona que está dando la charla y eso me ayuda muchísimo. Cuando la persona está contando un chiste o sube la voz, yo hago lo mismo. Con tanta práctica, muchas veces ya sé lo que la persona va a decir. Me siento como una actriz interpretando un personaje.

Es un trabajo bastante especial...

Si, es diferente. Por eso lo empecé a compartir por Tiktok y mucha gente se sorprende. Me gustaría que más empresas y organizaciones supieran de nuestro trabajo, porque la verdad es que hay harto campo. La mayoría de los chilenos no habla inglés fluido y tampoco podemos asumir que es el idioma universal, aunque así se nos haya hecho entender. Si una empresa puede facilitar para que su orador se exprese con la misma motivación y voz, contratar a un intérprete es una gran forma de dar solución a ese problema. Si más gente supiera lo que hacemos, podríamos tener mucho más trabajo.

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