Las definiciones de tres mujeres líderes en el ecosistema startup

María Ignacia Jofré, de Clay; Mónica Ramos, de Musa, y Paula Monticelli, de Cryptomate, junto a Varinka Farren, CEO de Hub Apta. Fotos: Felipe Lemunguir

En el marco del Festival Startup Latam -realizado hace algunas semanas en Santiago- las fundadoras de Clay, Musa y Cryptomate reflexionaron sobre los principales desafíos para aumentar los roles de liderazgos en el mundo startup. Las tres coincidieron en un punto: "Necesitamos hacer las cosas diferente".


¿Cómo evalúan el rol actual de las mujeres en las startups? “Falta mucho por avanzar”, coinciden inmediatamente Paula Monticelli –cofundadora de Cryptomate–, Mónica Ramos –cofundadora de Musa–, y María Ignacia Jofré, cofundadora de Clay.

“Se nota que el tema, por lo menos, está sobre la mesa. No estamos haciendo un favor a las mujeres, esto es una cosa de negocios: a una empresa le va a ir mejor si tiene más equilibro en los liderazgos y, yo creo, que se nota. En los bancos se ve que los líderes mundiales, los gerentes, son hombres, y en la primera fila no hay una mujer. Entonces falta, pero al menos está cambiando”, dice Jofré, CGO de la fintech.

No es una opinión antojadiza. Según el Banco Interamericano de Desarrollo y la empresa Finnovista, en Chile apenas un 21% de las fintech tienen a una mujer como fundadora o cofundadora. Sobre las inversiones hechas en este sector, un 61% estuvo dirigido a emprendimientos liderados por hombres y el 39% restante a mujeres.

Eso sí, en la evaluación que hacen las tres líderes de startups también valoran positivamente que el tema esté cada vez más presente en las organizaciones y en otros espacios. “Está bien que existan estos espacios de conversación de mujeres, que empoderemos a más mujeres y que también pertenezcan a redes”, dice Varinka Farren –CEO de Hub Apta, organización que genera negocios tecnológicos–, moderadora en “Las mujeres que lideran el ecosistema”, espacio del Startup Latam Fest, festival de emprendimientos tecnológicos organizado por Startups Latam y patrocinado por Cencosud Shopping, que se realizó hace algunas semanas en Santiago y tuvo a las tres fundadoras dialogando.

Mónica Ramos, de Musa, y Paula Monticelli, de Cryptomate, fueron parte del panel de conversación en el marco del Startups Latam Fest.

Para Paula Monticelli –cofundadora de Cryptomate, startup argentina que trabaja con empresas integrándoles infraestructura crypto–, el rol de las mujeres ha cambiado progresivamente. “En algún momento para que la mujer fuera líder tenía que acercarse desde la vestimenta, el modo de ser, simular lo más parecido a un varón, pero ahora podemos ser nosotras mismas. El contexto que tenemos en Latinoamérica hace que seamos mucho más resilientes y tengamos adaptabilidad al cambio, eso nos facilita mucho para vencer el síndrome del impostor”, reflexiona.

Uno de los desafíos que tienen las mujeres para tener más liderazgos, dice, es “salir de la zona de confort y animarse a tomar riesgos”. Para eso, puntualiza, hace falta más espacios, más mentoras, más espacios de coordinación, pero con una condición: “También se tienen que incluir varones, porque esto es colectivo y compartido. Hay que construir con ellos para ganar más espacios”.

Mónica Ramos, fundadora de la startup peruana Musa –solución learning móvil para entrenar de forma personalizada a trabajadores y otros colaboradores de organizaciones–, enfatiza que también tiene un rol el sector público. “Startup Chile tiene un programa female factor en el que si la startup es liderada por mujeres, el copago es menor. Eso es una apuesta real, hace que se busquen a más mujeres. También que las empresas busquen intencionalmente mujeres, que en una terna al menos una sea mujer”, acota.

En la misma línea, Varinka Farren plantea que una de las acciones esenciales para acortar las brechas de género –en especial en el área STEM– parte por visibilizar referentes del área que permitan inspirar a más niñas y mujeres. “A mí me ha servido mucho tener esta red de mujeres. El síndrome del impostor es algo que le pasa a hombres y mujeres, pero visibilizarlo es importante”, precisa.

Experiencias similares

El camino que pasan las fundadoras de startups tiene muchos aspectos compartidos. Así lo dejan en evidencia mientras conversan en el escenario y lo refrenda la veintena de mujeres que las escucha y asienten cada cierto rato. No solo son experiencias profesionales las que transmiten, sino también de vida.

“Trabajé en corporaciones y muy temprano me di cuenta de que por ahí no iba. Hice una maestría en el extranjero que me mostró una forma diferente de hacer negocios; ahí conocí el emprendimiento social, cuando en Latinoamérica no se hablaba mucho de negocios de impacto”, narra la CEO de Musa. Por eso, viendo que a su regreso a Perú ni el Estado ni las empresas privadas estaban preocupados de esta área, se decidió. “Buscábamos ver cómo capacitar emprendedores tradicionales no formales, la economía en Perú es principalmente informal”, recuerda Mónica Ramos.

Por el lado de Paula Monticelli –cofundadora de Cryptomate–, “entendía que tenía más cosas por hacer o que tenía una visión de que algunas cosas podían ser diferentes, pero no me podía terminar de transformar y yo sentía que tenía las herramientas. A las mujeres cuesta decir ‘es por acá’; nos cuesta tomar el riesgo”.

María Ignacia Jofré, de Clay, es vicepresidenta de FinteChile y la primera mujer en integrar el directorio.

María Ignacia Jofré, de Clay, también revela sus motivaciones y pilares de vida. “Uno sueña con tratar de tener un lugar de trabajo donde se equilibre la vida laboral con la personal, que la gente pueda crecer, donde haya cabida para la diversidad, liderazgos femeninos, uno mismo tiene ciertos sueños en que uno puede aportar un grano de arena. Me picó el bicho de la inclusión financiera, de educar mostrando que se puede llevar la tecnología a un mundo que es árido”, detalla.

Su trabajo ha sido fructífero: hoy es vicepresidenta de FinteChile y la primera mujer en integrar el directorio. “Las empresas fintech vienen del mundo tecnológico y financiero, dos mundos en el que las mujeres en puestos de liderazgos están poco visibilizadas, por lo tanto, necesitamos hacer las cosas diferentes”, expone.

Monticelli enfatiza en la importancia del empoderamiento en las mujeres que son parte del ecosistema startup y recomienda que no deben conformarse con la idea de “ya llegué y ahora que pase lo que tenga que pasar, sino tomar este rol activo e intentar que los grupos de trabajo tengan mujeres: aplicar esta teoría de los empujoncitos para los equipos donde vemos que les cuesta un poco más integrar una mujer, que puede ser muchas veces en los equipos de tecnología”.

Además, enumera algunas de las razones clave por la que esto debiese ocurrir: “Muchas veces un perfil con otro tipo de liderazgos permite interpretación distinta de lo que está sucediendo, que se cree una solución que pueda impactar desde otro punto de vista más integral. Es no quedarnos con las palabras lindas, sino ver cuáles son los accionables para cuando uno salga a emprender pueda mantener esta filosofía y genere un impacto”.

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