Por qué la tecnología cloud en Chile podría aumentar el PIB y la generación de empleos

Según un estudio realizado por FTI Consulting, encargado por Amazon Web Services, los beneficios económicos en Chile podrían alcanzar US$47,2 mil millones en producción adicional, 851 mil empleos además de una reducción de 95 mil toneladas métricas de CO2.


En el mundo empresarial hay una premisa que trasciende a casi todos los sectores: la tecnología hoy está en el epicentro y es vital para el desarrollo de las empresas, independiente del tamaño.

En este escenario, la inversión en TI es un elemento definitorio a la hora de potenciar a las organizaciones en eficiencia, productividad e incluso sostenibilidad. Una de las protagonistas es la nube, que en los últimos años se ha convertido en una fuerza transformadora, permitiendo redefinir diversos aspectos de las empresas.

“La inversión en TI es crucial, porque da a las empresas una ventaja comparativa en sus respectivas industrias. Abordar las distintas tecnologías de vanguardia permite avances sustanciales en eficiencia operativa, integración de sistemas, automatización de procesos y, por supuesto, reducción de costos y aumento de la productividad”, resume Francisco Guzmán, vicepresidente de Claro empresas.

“Para este año se espera un crecimiento de un 11% y, en nuestro caso, vemos que en temas de ciberseguridad continuará avanzando a pasos agigantados, dada la amplia demanda por sistemas que resguarden y aseguren la información”, agrega el ejecutivo.

Según proyecciones de 451 Research, la tecnología cloud está creciendo rápidamente en América Latina, con 10 nuevas regiones de nube agregadas desde el comienzo de la pandemia.

Los beneficios más palpables de la nube están a la vista: permite democratizar el acceso a tecnología de punta a cualquier empresa, ya que su modelo de costo basado en el consumo equilibra la cancha entre las pymes y las grandes empresas, y elimina los costos iniciales de la infraestructura de TI, haciendo que las organizaciones ya no dependan de ella para sus operaciones. De la mano, permite una gestión más eficiente del uso de recursos. Es decir, es una mezcla de eficiencia, economía y democratización.

Por eso, el potencial que tiene este servicio es enorme. Según un estudio realizado por FTI Consulting, llamado “Impacto Económico de Adopción de la Nube en Seis Países Latinoamericanos” y encargado por Amazon Web Services (AWS), los beneficios económicos y ambientales que permitirá la adopción actual y futura de la nube en la economía entre 2023 y 2038, son enormes.

Este estudio proyecta los beneficios económicos y ambientales de la adopción de la nube pública en Argentina, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay.

Según este estudio, la adopción de la computación en la nube pública ya tiene su impacto en el país: 695 mil empleos; US$20,9 mil millones en PIB; US$38,9 mil millones en producción económica, US$7,6 mil millones en ingresos laborales y US$4,3 mil millones en ingresos fiscales.

Gracias a la adopción de la nube se podrían obtener US$47,2 mil millones en producción adicional, mientras que la cifra de ingresos laborales alcanzaría los US$9,3 mil millones y US$5,2 mil millones en ingresos tributarios.

La proyección que hace este estudio es que –en promedio– la adopción de la nube en toda la economía generaría US$25,3 mil millones en PIB. Por otro lado, crearía 851 mil empleos y US$47,2 mil millones en producción adicional, mientras que la cifra de ingresos laborales alcanzaría los US$9,3 mil millones y US$5,2 mil millones en ingresos tributarios.

Este fenómeno, evidentemente, también permite un impacto significativo en los otros países de la región. En general, se generarían 8,6 millones de empleo, la producción alcanzaría los US$340,2 miles de millones en producción, US$195,1 miles de millones en PIB y US$60,6 miles de millones de ingreso laboral.

En cuanto a PIB, Chile, gracias a las distintas iniciativas nacionales, podría superar a algunos países de la región que tienen más cantidad de habitantes, como es el caso de Colombia, que en este ítem alcanzaría US$24,8 mil millones en PIB, o Perú que vería un incremento de US$16,5 mil millones en el mismo índice.

“La nube lo que hace es acortar las brechas, porque antes la posibilidad de innovación tenía que ver con tu presupuesto y hoy ya no. Hoy no importa si eres una municipalidad, la Nasa o un estudio de diseño, porque podrás tener el mismo acceso a las soluciones. Pero además, es ver cómo esta tecnología no solamente entrega ahorro y eficiencia para las instituciones, como ha sido el caso del Servel, IPS o la U. Andrés Bello, sino también cómo van derramando los beneficios eso a sus clientes, alumnos, y a los ciudadanos”, dice Lorena Zicker, gerente regional del Sector Público de Amazon Web Services (AWS) a Piensa Digital en el contexto del Re:Invent 2023, evento anual en el que la compañía anuncia sus principales novedades, lleva a cabo sesiones informativas, talleres prácticos.

“La nube lo que hace es acortar las brechas. No importa si eres una municipalidad, la Nasa o un estudio de diseño, porque podrás tener el mismo acceso a las soluciones", dice Lorena Zicker.

En esa línea, Zicker subraya que este fenómeno de entregar beneficios indirectos a otros actores, es lo que permite impactar a las economías.

Cuando generas innovación en tu ciudad, en tu país o en las organizaciones, eso genera una cascada hacia emprendimientos locales, por ejemplo, porque genera oportunidades, la visión de datos abiertos y de compartirlos ofrece mejor información, lo aprovechan las políticas públicas”, señala.

Eso sí, no es el único beneficio que traería la implementación de la nube en las distintas capas de la economía, pues esto también tendría un impacto medioambiental. En el caso de Chile, está el potencial de reducir en un 53% las emisiones de CO2 de 2023 a 2038, lo que equivaldría a evitar 95 mil toneladas métricas de CO2.

¿Cómo se mide este crecimiento? Para pronosticar la tasa futura de la adopción de la nube se evaluaron los factores inherentes a la tecnología y los inherentes a la región, teniendo por un lado una tecnología de bajo costo, fácil de implementar en un país con una fuerte cultura de innovación y un entorno político alentador, y por otro, todo lo contrario. Con eso, se toman como referencia tendencias pasadas, como la adopción de internet, y se dividen en quienes lo hicieron de forma temprana, la mayoría y los rezagados. Eso es contrastado con estudios que revelan la conexión entre las tasas de adopción de tecnología digital con la productividad empresarial.

En el caso chileno, el potencial que tiene la nube no es casualidad. La adopción de la nube ha permitido que las empresas, especialmente las pequeñas y nuevas, puedan escalar sus recursos informáticos de forma eficiente. De este fenómeno, un actor relevante es Start-Up Chile, que proporciona recursos y orientación a las startups, y también iniciativas como el Plan Brecha Digital Cero 2022-2025 que lanzó el gobierno en 2022, y el Acuerdo de Asociación para la Economía Digital con Nueva Zelanda y Singapur en 2020.

Según el estudio de MIT Technology Review Insights, “Índice global de ecosistemas de nube 2022″ que clasifica a los países según los factores que promueven la computación en la nube, Chile ocupa el primer lugar entre los países del estudio de FTI Consulting y el 26 a nivel global.

“Chile siempre fue un early adopter en la región en términos de tecnología. En el retail siempre tuvo a los más innovadores, en adopción de tecnología siempre adopta las más nuevas y novedosas. Por eso, que el MIT lo posicione ahí no es trivial y no es menor, porque hay una política de digitalización y una política de Estado pensada en cómo voy a seguir trabajando en mi país para que las condiciones estén dadas en infraestructura, protección de datos, regulaciones, etc.”, señala Zicker, gerente regional del Sector Público de AWS.

Eso sí, uno de los grandes desafíos que tiene Chile y el resto de la región es el desarrollo de talentos. “Lo más importante es seguir trabajando en la curiosidad de la gente, garantizar que van a seguir aprendiendo y desaprendiendo, sobre todo”, agrega. Por eso, señala la importancia de la educación, no necesariamente formal, sino la relacionada al entrenamiento de nuevos conocimientos.

Hay que garantizar que los que están tomando decisiones entiendan las posibilidades, o permitan preguntarse y aprender sobre qué otras cosas podrían hacer; eso es básico. Por eso es importante seguir desarrollando partners y trabajando con las empresas locales, porque eso va a tener un impacto en la economía de Chile”, remata.

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