Política

Cómo leer la elección de hoy

La barrera del 30% en la votación de Jara, la medición de fuerzas entre las tres derechas, el favoritismo de la oposición en las parlamentarias y la radiografía del actual oficialismo tras el desgaste que ha significado el gobierno de Boric son algunas de las claves de la elección -con voto obligatorio- de hoy.

Santiago de junio 2025. Se lleva a cabo el proceso de votacion durante las elecciones primarias presidenciales en la Estacion Mapocho de la comuna de Santiago Dragomir Yankovic/Aton Chile DRAGOMIR YANKOVIC/ATON CHILE

Jara supera o queda bajo el 30%

Con la posibilidad más alta de ser una de las candidatas que pase a la segunda vuelta, la carta oficialista, Jeannette Jara (PC), se juega hoy su desempeño ante un umbral simbólico: el 30% de los votos. Se trata de un número que el propio comando estableció como clave y que se corresponde con el promedio de apoyo que ha tenido el Presidente Gabriel Boric durante su gobierno.

En los últimos días, el estratega principal de Jara, Darío Quiroga, dijo que la candidata llegaría al 28% en la primera vuelta. Si la exministra supera el 30% y se aleja de quien salga segundo, plantea un escenario más favorable para su campaña de segunda vuelta que, de todas formas, se ve cuesta arriba. Si no lo logra y su distancia con el candidato/a que le sigue es estrecha, sus posibilidades se acotan.

Para efectos de la segunda vuelta y cuánto puede crecer, será relevante el porcentaje que sume el resto de los candidatos que se identifican de izquierda -Marco Enríquez-Ominami y Eduardo Artés-, así como el que obtenga Harold Mayne-Nicholls y, sobre todo, Franco Parisi, donde pondrán las mayores fichas, aunque también buscarán a los electores de centro que apoyaron a Evelyn Matthei.

Quién pasa primero en la derecha y cuánto suman

Para la derecha la elección de hoy es, en realidad, una primaria. Luego de que no lograran un acuerdo en torno a elegir un solo candidato en junio, José Antonio Kast (P. Rep.), Evelyn Matthei (UDI) y Johannes Kaiser (PNL) se enfrentan hoy apostando a pasar a una segunda vuelta en la que -según las encuestas- su sector corre con ventaja. De ellos, es Kast quien asoma con mayores opciones.

Cuánto sumen los tres es un dato relevante: según las encuestas, el agregado superaría el 50%. Y si se suma Parisi -declarado opositor al gobierno- se eleva por sobre el 60%. Aunque en una segunda vuelta la suma nunca es aritmética, sí da cuenta de qué tan complicado estará el escenario para Jara.

Por otro lado, el real peso de la arremetida de Kaiser de las últimas semanas sólo se resolverá hoy, cuando se conozca la magnitud de apoyo que sume en votación y número de parlamentarios, lo que lo podría dejar como una nueva figura clave del sector con poder real en el Congreso. La derecha tradicional, que protagonizó la transición de la democracia desde 1990, representada por Matthei, se juega mantener su peso específico.

(Ir)relevancia de las candidaturas chicas

La tensión de la campaña se dio entre Jara y las tres candidaturas más fuertes de la derecha -Kast, Matthei y Kaiser-, además de Parisi, que según las encuestas logró despegar y mantenerse en los dos dígitos de apoyo. Tanto la campaña como los debate que reunieron a todos los candidatos demostraron la irrelevancia que tuvieron en términos de discusión pública y peso electoral las postulaciones de los independientes ME-O -en su quinta competencia por La Moneda-, Artés y Mayne-Nicholls.

Mayorías en el Congreso

Uno de los puntos clave de la elección de esta jornada es el resultado parlamentario en la Cámara de Diputados -que se renueva por completo- y el Senado -cuya mitad se elige-. Durante la campaña, distintas proyecciones marcaron una tendencia favorable a la actual oposición -desde republicanos hasta Amarillos-, según la cual podrían obtener la mayoría simple en ambas cámaras. Si la derecha saca desde 78 diputados sería una marca histórica, pues por primera vez desde 1990 serían más del 50%+1 de la Cámara. Ello implicaría un duro golpe para la administración Boric. Sin embargo, estas fuerzas opositoras no se comportarán necesariamente como oficialistas si gana la derecha, particularmente en el caso de salir electo Kast o Kaiser.

Aunque los expertos electorales coinciden en que es poco probable, el mayor temor hoy en el oficialismo es que las fuerzas opositoras alcancen el quórum de 4/7 (89 diputados y 29 senadores), lo que les permitiría realizar cambios a la Constitución.

Otro de los números a observar es si las fuerzas oficialistas lograrán llegar o superar al 38% de la votación que tuvo el Apruebo en el plebiscito de septiembre de 2022. Actualmente, 77 son los aliados del gobierno de los 151 diputados habilitados. Sacar 70 diputados de izquierda los haría bajar al 45,1%, pero menos de 60 diputados sería una debacle. En el Senado, en tanto, clave será ver si ambas fuerzas logran un empate, tal como ocurrió en 2021.

Cómo se resolverá la hegemonía en la derecha

Con el envión del apoyo a Kast en las encuestas y una marca que ha probado ser fuerte, hoy será clave ver el resultado que obtenga la lista republicana-libertaria-socialcristiana, y su tamaño en comparación con el de la lista de Chile Vamos, que tiene a su favor una mayor cantidad de incumbentes. Actualmente, los republicanos suman 13 diputados y cero senadores, y los socialcristianos, cinco diputados y dos senadores. Mientras que los tres partidos de Chile Vamos suman 44 diputados y 23 senadores.

Cómo queden las proporciones de ambas fuerzas implica cómo se rebarajará la hegemonía en el sector, y sobre todo el peso negociador de cada bloque ante la segunda vuelta y un eventual gobierno. Así, mientras más parlamentarios obtenga Chile Vamos, más peso tendrá en una negociación ante un eventual gobierno de Kast o Kaiser, y viceversa.

Cómo se resolverá la hegemonía en el oficialismo

El lastre por la alta desaprobación ciudadana del gobierno de Gabriel Boric -que supera el 60%- no sólo tendrá impacto en la elección presidencial. También en la elección parlamentaria, en la que ya se anticipa una importante reconfiguración de fuerzas entre los partidos y coaliciones del oficialismo.

En la Cámara de Diputados, donde están en juego los 155 escaños, las distintas proyecciones electorales anticipan que el Frente Amplio seguiría siendo la bancada más grande, pese a que podría ver reducido su tamaño de los 22 diputados actuales a 17 o 18 parlamentarios electos. El Partido Comunista, en tanto, aspira a obtener entre 10 y 14 escaños.

Cuánto sumen ambas colectividades de izquierda, si es que continúan actuando coordinadas, en comparación con la representación que logren los partidos del Socialismo Democrático y la DC, dará luces sobre cómo se configura la hegemonía de la centroizquierda. Las principales batallas en ese sentido se están librando en la carrera por el Senado en el Maule, La Araucanía y Atacama, además de distritos como el 10, donde se ve una dura pelea entre el PC y el FA.

En el Socialismo Democrático, los sondeos indican que seguirán siendo los socialistas los que mantendrán el rol de partido eje, pues podrían quedarse con la segunda bancada más grande del actual oficialismo en diputados y como la primera fuerza de centroizquierda en el Senado.

Partidos que podrían desaparecer

Con la fragmentación existente en el Congreso -sobre todo en la Cámara de Diputados- provocada por el vaciamiento de algunas bancadas, hoy se juega su subsistencia un puñado de partidos políticos. Estos podrían dejar de existir si no logran elegir cuatro parlamentarios o bien sumar 5% del total de votación de diputados. Con bandera roja están Demócratas (cuyos candidatos con más opciones son Enrique Lee, Joanna Pérez, Jorge Sabag, Erika Olivera), Amarillos (Andrés Jouannet), Acción Humanista (Tomás Hirsch, Ana María Gazmuri), Partido Radical (Marcela Hernando, Consuelo Veloso, Cosme Mellado, Tomás Lagomarsino, Alexis Sepúlveda) y PDG (Pamela Jiles).

Con algo menos de riesgo -pero con bandera amarilla de todas formas- se cuenta al FREVS (cuyas cartas más competitivas son Jaime Mulet y los independientes Jorge Sharp y Miguel Ángel Calisto), Evópoli (Francisco Undurraga, Jorge Guzmán, Felipe Vidal, Juan Manuel Santa Cruz, Macarena Venegas), Partido Liberal (Vlado Mirosevic, Alejandro Bernales).

Un gobierno de salida

La elección de hoy marca el inicio de la recta final del gobierno de Boric. Anclado en casi la mayor parte de sus cuatro años en un 30% de aprobación -que habría sido envidiado por anteriores presidentes-, su desaprobación también ha sido estable, en un 60%.

Estos comicios pueden ser leídos también como un plebiscito al gobierno, que marcó la consagración del Frente Amplio, una nueva generación de izquierda que nació al alero de las movilizaciones estudiantiles de 2011. Aunque Boric ganó con un 55%, el triunfo del Rechazo en 2022, el fracaso de gran parte de su agenda y la imposición por los hechos de la prioridad por la crisis de seguridad fueron duros golpes. A cuatro meses de su final, los resultados de hoy mostrarán qué tanto pesan las fuerzas oficialistas, si logrará mantenerse en pie la aspiración de Boric de crear una sola coalición y también qué destino tienen proyectos emblemáticos que siguen en discusión en el Parlamento, como el FES, sala cuna universal, eutanasia, ley de inteligencia e infraestructura crítica.

El crepúsculo de los próceres

El recambio que sufrirá el Congreso también puede tener una lectura generacional. Sobre todo en el Senado, salen figuras que marcaron las últimas décadas, como Ricardo Lagos Weber (PPD), Isabel Allende (PS), Juan Antonio Coloma Correa (UDI), José García (RN). En duda está si el PS José Miguel Insulza y el DC Francisco Huenchumilla se mantendrán. Y, por otra parte, es probable que entren los “primeros millennials”, como Karol Cariola (PC), Diego Ibáñez (FA), Vlado Mirosevic (PL) y Arturo Squella (P. Rep.), entre otros.

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