El “gobierno de emergencia” que planea Kast
El republicano busca mostrarse desde el primer día como "Presidente electo en acción" y para eso tiene planeado una serie de hitos llenos de simbolismos, entre ellos, renunciar a su militancia; convocar a un gobierno de unidad nacional e incluso, según algunas versiones, quiere trasladarse a vivir en La Moneda.
Su decisión es no ser un presidente electo cualquiera. El republicano José Antonio Kast, quien en la segunda vuelta de este domingo se convirtió en el Jefe de Estado más votado en la historia de Chile -por más del 58%, con sufragio obligatorio-, pretende hacer pesar esa condición.
En el comando se revela que Kast -quien obtuvo el triunfo levantando la idea del “gobierno de emergencia” como piedra angular de su campaña y de su gobierno- va a tener un rol activo, fuera del patrón tradicional.
No solo centrado en las materias que le corresponden en la conformación de equipos, reuniones políticas, presencia en terreno y contactos protocolares, sino que también será una voz incidente en los destinos del país. Un hecho que le plantea un reto adicional a la administración de Gabriel Boric a tres meses de entregar la banda presidencial a uno de sus principales detractores en la derecha. Y, ahora, a su principal contrapeso político.
“Aquí va a haber un contraste importante con las actuaciones de los anteriores presidentes electos. Va a ser mucho más activo”, comenta un cercano al Mandatario electo.
En concreto, se hace ver que en esta oportunidad se va a ver un ‘gobierno electo’ en acción desde el primer día, conscientes que el periodo que se avecina no es fácil; que el triunfo en esta segunda ronda fue con “votos prestados” -en la primera alcanzó un 23,93%- y que por tanto puede enfrentar un descontento anticipado.
Los simbolismos
Por ahora hay brochazos gruesos en términos de simbolismos, que apuntan a un gobierno de unidad nacional para sacar al país de la crisis en que se encuentra en materia de seguridad y economía.
La intención de Kast es dejar de ser militante del Partido Republicano de aquí al 11 de marzo, tal como lo hicieron Patricio Aylwin (DC), quien la suspendió, y Sebastián Piñera (RN), quien renunció a ella en 2010 por estatuto de su partido, RN, y para reforzar la idea de que él va a ser presidente de todos los chilenos.
El diseño, según distintos trascendidos, pasaría también por la idea de trasladarse a vivir en La Moneda -como un mensaje a la ciudadanía que está a tiempo completo trabajando en la solución de sus problemas-, retomando, de paso, la tradición que se perdió después del gobierno de Carlos Ibañez del Campo (1952-58), quien fue el último en habitar el palacio de gobierno.
Un asunto, en todo caso, complejo, por no estar habilitada para ello y porque debería contar con la anuencia del Consejo de Monumentos Nacionales. Si no es así, igual buscará un domicilio más cercano al que tiene hoy en Buin, por los tiempos de traslado.
Esto, aunque -tras emitir su sufragio en el Colegio María Ana Mogas de Paine- el republicano postergó ayer una respuesta. “Mañana les vamos a contestar. Porque por ahora tenemos nuestra casa, nosotros tenemos nuestra casa que es aquí cerca (...). Si salimos electos los vamos a sorprender (...). Veo que hay mucha gente muy preocupada de qué se puede hacer y qué no se puede hacer en un monumento nacional. Y yo les digo, ¿para qué se preocupan tanto? Si todavía no sabemos quién sale electo", dijo.
El equipo -a su vez- que lo acompañará en esta tarea empezará a conformarlo esta semana. Hoy, a las 13.30 horas tendrá una reunión ampliada con Chile Vamos, Demócratas, Amarillos, libertarios y socialcristianos, con los que quiere construir una suerte de alianza -el presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, la caratuló como “coalición de emergencia”-, que le otorgue soporte a su administración. Todo, bajo un principio: que en un gobierno de emergencia no pueden perder los primeros meses discutiendo fusiones de ministerios por la vía legal. Eso no está en el horizonte inmediato.
Lo que sí se planea es la existencia de biministerios, triministerios e incluso cuatriministerios. Pero cuántos y cuáles son, no es algo que esté definido todavía.
La fórmula tiene riesgos. No solo por la burocracia, sino que por el volumen de carga de trabajo que asumirían quienes estén a la cabeza de las carteras, hecho que podría llevar a una falta de control de las mismas.
Puntos que en el círculo de Kast rebaten diciendo que esos factores se inhiben con la nominación de una suerte de “subsecretarios ministros”, que en la práctica van a operar como titulares, para mejorar la coordinación, evitar duplicidades y contribuir a empezar a reducir las plantas funcionarias.
Por lo anterior, el plan inicial de Kast es focalizarse en una fórmula “concentrada de ministros”, más que en hacer reformas estructurales de fusión o absorción de carteras, porque eso está previsto para una segunda etapa.
En ese bloque, el mismo Kast mencionó como ejemplo -en el debate de Anatel- la posible integración de Economía, con Minería y Energía.
“Si en la actualidad hay 25 ministros, es posible que él aparezca con un gabinete de 22 o con 20″, se confidencia.
En ese cuadro ya empezó el desfile de posibles ministeriables, entre ellos, Rodrigo Álvarez, Claudio Alvarado, Jorge Quiroz, Jose Luis Daza, Martín Arrau, Iván Poduje, Mara Sedini, Johannes Kaiser, Darío Paya, Teodoro Ribera, Issa Kort, Germán Codina, Bernardo Fontaine, Ruth Hurtado, Beatriz Hevia, Sebastián Figueroa, Antonio Barchiesi y Carmen Soza.
En cuanto al comité político no hay todavía una configuración de cuántos secretarios de Estado lo integrarán, aunque ha trascendido -a nivel político- que la idea no es rebajar en demasía a sus miembros, para dar representación a distintas voces. De hecho, Kast descartó que en el mapa esté la fusión de la Segegob con Segpres.
Sí está definido que no se va a replicar el boceto del Presidente Boric, quien tiene actualmente en esa instancia a Interior, Segpres, Segegob, Hacienda, Ministerio de la Mujer y Defensa.
Una de las hipótesis -aunque no es algo que se haya discutido- es que es razonable que en el gobierno de emergencia de Kast el ministro de Seguridad sea una de las piezas de ese equipo.
En cuanto a las fechas de nominación del gabinete lo más probable es que no se espere hasta fines de enero, y que los nombramientos se hagan en definitiva la segunda e incluso la primera semana de ese mes, para que tengan un tiempo mayor para interiorizarse de sus nuevas funciones.
“Los gabinetes en general, lo que hemos analizado es que durante el mes de enero, pasada la mitad de enero, del 15 en adelante ya se vaya conociendo”, dijo Kast en la jornada eleccionaria de ayer.
El Presidente Boric lo hizo un 21 de enero de 2022 en el Museo Nacional de Historia Natural; el exPresidente Sebastián Piñera -en su segundo período- el 23 de ese mes en el exCongreso en Santiago y Michelle Bachelet el 24 de enero de 2014 en el hotel San Francisco.
El lugar en que Kast presentará a su equipo no está definido, pero la idea es que sea un espacio simbólico. Lo que sí está claro es que no está a la vista nombrar a figuras aisladas, sino que en bloque.
Los primeros pasos
El aterrizaje en La Moneda echará a andar de inmediato la maquinaria de medidas, que están diseñadas en el Plan Desafío 90 y que ya le fueron entregadas a Kast por el economista Bernardo Fontaine.
En ese set -en el que tuvo un rol activo la coordinadora del programa de gobierno Carmen Soza- se priorizan las acciones presidenciales, programáticas, administrativas y legislativas para los tres primeros meses de gobierno, con foco en seguridad, migración, crecimiento económico y medidas sociales.
“La idea es que el cambio se note desde el día uno”, dice una fuente.
Y lo que viene ahora -se sostiene- es ponerle rostros y equipos a ese trabajo, para hacer las modificaciones que se requieran y llevarlo a la práctica. En eso van a tener un rol relevante los futuros ministros, mientras se visan los proyectos de ley que se enviarán en una primera fase al Congreso, con muy pocos artículos -entre uno y cuatro- para un fácil despacho.
“Nosotros vamos a hacer muchas presentaciones en los primeros días. Hemos elaborado distintos planes que se van a ir perfeccionando (...). Nosotros dijimos que hay 90 días que son muy importantes y esperamos en esos 90 días fijar las bases de ciertas cosas. Pero claramente en los 90 días no se va a solucionar todo”, advirtió Kast.
Desde el mismo 11 de marzo -a su vez- se van a empezar a hacer los ajustes a nivel de plantillas funcionarias, en el que cada ministerio, cada servicio va a hacer una evaluación respecto a lo que se está haciendo, quiénes lo están haciendo y qué es lo que se necesita.
Pero hay avances. El análisis partió hace meses con los perfiles de cargo, tarea que fue encargada -a mediados de octubre- por Kast al coordinador general de la campaña, Alejandro Irarrázaval, y al ingeniero comercial Sebastián Figueroa, director ejecutivo de Acción Republicana y exintegrante del Consejo Constitucional. Y que ahora se acelerará cuando empiecen los traspasos de mando en cada una de las dependencias.
En ese diagnóstico también están los jefes de servicio elegidos por Alta Dirección Pública, en las que el nuevo mandatario -en los primeros tres meses de gobierno- tiene la facultad de usar las llamadas “12 balas de plata”, que le permiten nombrar a una docena de autoridades del primer nivel jerárquico sin concurso público.
Boric las empleó en la Dirección del Trabajo, el Servicio de Impuestos Internos, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), la Comisión Nacional de Riego, Indap, la Agencia de Promoción de la Inversión Extranjera, Fonasa, la Superintendencia de Salud, Fosis, Conadi, Servicio Nacional de Migraciones y la Fiscalía del Ministerio de Obras Públicas.
En comparación con las designaciones directas de Sebastián Piñera, en 2018, Boric repitió seis cambios: Dirección del Trabajo, SEA, Fiscalía del MOP, Indap, Fonasa y Conadi. Kast no ha hecho adelantos, pero su foco está los servicios ligados al área económica, seguridad y fiscalización.
En el comando se confidencia que el nuevo gobierno está dispuesto a ir más allá de las 12 balas, y que observa con buenos ojos que en ciertos servicios puedan asumir personas que han hecho carrera y que están en condiciones de enfrentar esa responsabilidad.
“La evaluación es caso a caso, servicio a servicio”, sostienen.
Las definiciones finales se empezarán a tomar -a partir de esta semana- en “La Moneda chica”, una casona ubicada en La Gloria 88, comuna de Las Condes, donde Kast fijó su centro de operaciones.
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