Las frases que marcaron el discurso de Boric a tres años del 18-O

Desde La Moneda el Jefe de Estado hizo un análisis de lo que esa jornada significó para el país y además, realizó una crítica al actuar de Carabineros y manifestantes violentos durante 2019 y condenó las violaciones a los DD.HH.


A tres años de lo que fuese el estallido social del 18 de octubre de 2019, el Presidente Gabriel Boric realizó un discurso desde el Palacio de La Moneda en donde hizo una reflexión de lo que fue esa jornada significó para Chile y las consecuencias posteriores.

Lo hizo sin compañía de ministros y con una alocución que duró cerca de 17 minutos y tras la cual no respondió preguntas de la prensa. Una crítica al actuar policial y a los hechos de violencia por parte de manifestantes, una reflexión en torno al rol que jugaron los partidos políticos, condena a las violaciones a los DD.HH. que se produjeron esos días y un llamado a seguir trabajando en las reformas sociales que pide la ciudadanía, fueron parte de los tópicos abordados por el Mandatario.

A continuación revisa las frases que marcaron el discurso del Jefe de Estado:

  • “Hace tres años, miles de personas se manifestaron expresando un malestar acumulado por largo tiempo, que clamaba por mayor justicia, igualdad y el fin de los abusos”.
  • “Durante estos últimos tres años, los distintos sectores políticos hemos asumido una interpretación de los eventos posteriores a octubre del 2019, que pareciera no hacer más que reafirmar nuestras creencias y convicciones previas”.
  • “El 18 de octubre debiera desafiarnos a todos y a todas, y en cambio lo hemos usado como una razón para reafirmar lo que ya pensábamos desde antes. A tres años del estallido social ya es tiempo de que salgamos de nuestra zona de confort para interpretar lo que ahí pasó, las lecciones que debemos sacar de este proceso y actuar”.
  • “El estallido no fue una revolución anticapitalista y tampoco, como han querido instalar en los últimos días, fue una pura ola de delincuencia. Fue una expresión de dolores y fracturas de nuestra sociedad, que la política, de la cual somos parte, no ha sabido interpretar ni dar respuesta”.
  • “El estallido social expresó y trajo consigo mucho dolor y ha dejado enormes secuelas. No vamos a permitir que sea en vano. No podemos ser los mismos como sociedad después de esta experiencia”.
  • “En Chile los problemas de la sociedad los enfrentamos con más democracia y no con menos. Y este debe ser el aprendizaje que entre todos hagamos para que nuestras diferencias se resuelvan sin que nunca más lleguemos a la fractura que explotó un día como hoy hace tres años”.
  • “En esos días del estallido se dijeron y se hicieron muchas cosas excesivas. Nos agredimos unos a otros y creo que somos muchos los que sentimos que en ese periodo las cosas llegaron a un extremo que no debieran haber llegado”.
  • “Se escuchan a veces opiniones que se limitan a explicar el 18 de octubre como si fuera una pura explosión de violencia, como si esa violencia hubiese brotado solo de la delincuencia o de la falta de control policial. Sin embargo, a quienes hoy promueven esa mirada, se les olvida que hubo un día, el 25 de octubre, en la que más de un millón de personas salieron a las calles en Santiago y miles en el resto del país. Y hubo un periodo largo, que no fue una o dos semanas, sino que de meses y meses en que más del 70% de la población apoyó el estallido social y se sintió interpretado por este. No pretendamos negar la historia”.
  • “Todavía no concretamos las reformas que resuelvan la debilidad de los derechos sociales de los chilenos y así nos los dice la gente permanentemente en la calle (...) Nuestro mandato no es solo empujar estas reformas, sino también lograr que se aprueben y para ello hay que construir puentes y dialogar, y en los últimos días pareciera que nos hemos alejado de aquello. Está en la voluntad de nuestro gobierno construir esos puentes y no dinamitarlos”.
  • “Se equivocan quienes piensan que el compromiso con las reformas se juega solamente en no ceder y en no dialogar con quien piensa distinto. El compromiso y la responsabilidad se juega en concretarlas para mejorarle la calidad de vida a nuestros compatriotas”.
  • “Reconocemos que nuestra lectura de los cambios sociales que el país necesita, estuvo muchas veces nublada por nuestras ideas preconcebidas. Hoy, vemos que las personas que tienen exigencias materiales, del día a día, están muchas veces alejadas de las recetas políticas de unos y de otros”.
  • “Como Estado debemos asumir que el control policial de esos meses sobrepasó los límites de lo aceptable, hubo muertos, hubo abusos sexuales, hubo mutilaciones oculares y eso no puede quedar impune, y no se puede volver repetir”.
  • “Es indispensable que en democracia los abusos policiales se investiguen y se sancionen: no sólo es un acto de justicia a las víctimas, sino también es un acto de justicia con la institución policial (...) cuando pedimos sanciones contra los abusos policiales no dejamos, ni por un segundo, de valorar el trabajo que las policías hacen todos los días para proteger a la población y frenar la delincuencia”.
  • “El Estallido Social fue un campo fértil para la expansión de conductas violentas destructivas, que también han dejado víctimas y secuelas, y desde todas las posiciones políticas tenemos que decirlo con claridad. Esa violencia se volvió contra las propias causas del Estallido al producir una creciente ola de rechazo en la sociedad, cansada de ver cómo el vandalismo destruye los barrios, el comercio y el patrimonio, abriéndole paso a acciones que son delictuales. Este tipo de violencia no es inocente. Causa daño. Alienta el odio, genera inseguridad y termina fomentando regresiones políticas antidemocráticas que no queremos para Chile”.
  • “Desde la Izquierda debemos ser más categóricos que nadie en poner un dique a esas conductas, en enfrentarlas sin complejos, denunciarlas y castigarlas”.
  • “No podemos construir un país más justo quemando los buses en que se transportan los ciudadanos y ciudadanas o dejando a personas sin semáforos para cruzar la calle o a los emprendedores y trabajadores sin su fuente de ingreso. Simplemente no es aceptable, como tampoco lo es ir a atacar a policías, que son, a fin de cuentas, funcionarios del Estado que están cumpliendo un servicio que les encomienda el sistema democrático”.
  • “Las violaciones a los derechos humanos, como daños oculares, agresiones sexuales, lesiones graves, hasta muertes, no son aceptables y, a la vez, Carabineros cuenta con todo nuestro respaldo para combatir la delincuencia y asegurar el control del orden público en el marco del estado de derecho. No hay una dicotomía entre ambas posiciones y lo vamos a defender”.
  • “El pueblo de Chile no nos quiere ver peleando no quiere ver solucionando. La política debe estar a la altura de las demandas y de los sueños de todo el país”.

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