El nuevo problema de EVoting tras el fracaso del voto electrónico en las elecciones de la UDI

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Mario Novoa y Felipe Lorca, los gerentes de Evoting.

La empresa es la misma que administró a mediados de año la polémica elección interna de Ciudadanos, que terminó con el partido quebrado en medio de acusaciones de fraude virtual.


Queda aún margen para las explicaciones. Y para apuntar por qué el fracaso técnico en las elecciones del que por años ha sido el partido más grande de Chile no es sólo responsabilidad suya.

Pero a la empresa EVoting este domingo se le aparece un panorama complicado tras la suspensión de los comicios internos de la UDI cuando ya se estaba en pleno proceso de votación, pues la organización práctica recaía en ellos con sistema de voto electrónico presencial.

Entre otras cosas, porque EVoting ya acarreaba un bullado problema en otra elección interna realizada este año: la de Ciudadanos en agosto pasado, que terminó con el partido quebrado, acusaciones cruzadas de fraude y un insólito final en que los integrantes de la lista que se terminó declarando como la ganadora ya estaban fuera de la colectividad porque habían renunciado en protesta por lo que consideraron como un mal manejo de la situación.

En ese caso, de todas formas, el sistema era muy diferente, con una votación hecha a través de celulares y con claves que se podían solicitar a distancia. En el caso de la UDI, la empresa repitió el modelo con el que gestionó la elección del mismo partido hace dos años: votación presencial en sedes dispuestas para los comicios, pero en que el control del padrón de votantes y la administración de los sufragios se hacía vía electrónica.

Fue ese segundo sistema el que falló en esta oportunidad, y obligó a que la UDI debiera detener los comicios y reagendarlos para el 16 de diciembre, día para el que ya se anunció que las elecciones se harán con el formato tradicional de lápiz y papel.

En medio de ambos episodios bochornosos, EVoting tuvo una luz: la gestión en octubre del plebiscito para decidir si se creaba una laguna artificial en el Parque Padre Hurtado. Una idea del alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, que fue sometida a los votantes inscritos en esa comuna, La Reina y Providencia, a través de un sistema que permitía tanto votos remotos a través de internet como en lugares especialmente habilitados para ello.

Y aunque la laguna fue rechazada, el proceso fue elogiado por su rapidez y facilidad de participación: más de 70 mil personas sufragaron en el plebiscito, convirtiéndose en la consulta ciudadana comunal con mayor participación en la historia del país.

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