Tras sorpresivo anuncio de aborto: Boric llama a la unidad y partidos exigen una relación más “afiatada” con el gobierno

El Presidente participó del comité político de este lunes con los partidos.

La reserva de que se incluiría el aborto en la cuenta pública dejó en evidencia que el gobierno compartimenta información para evitar filtraciones. En ese contexto, el Presidente participó del comité político ampliado en el que realizó un llamado de unidad y en el que escuchó atentamente las inquietudes de los presentes. Una de ellas: que el gobierno mejore la comunicación con los partidos.


Este lunes, apenas dos minutos después de que los nueve presidentes de partido entraran al salón Democracia y Memoria, en La Moneda, llegó el Presidente Gabriel Boric. Dio un saludo general, sin estrechar la mano, y tomó asiento sin sacarse el abrigo. Antes de partir, advirtió que tenía una actividad comprometida a la 13.30 horas y explicó la metodología de este comité político: esperaba que cada uno de los timoneles entregara un balance de lo que fue la cuenta pública que él protagonizó el sábado.

Además del Mandatario y los presidentes de partido, en el encuentro participaron los ministros Carolina Tohá (Interior), Antonia Orellana (Mujer), Álvaro Elizalde (Segpres) y Camila Vallejo (Segegob). El único ausente fue el presidente de Comunes, Marco Velarde, cuya disolución fue ordenada por el Tricel la semana pasada.

Pese a que el objetivo inicial de Boric era hacer un balance general, hubo un tema que se tomó el encuentro: el anuncio de que el gobierno ingresará en diciembre el proyecto de ley de aborto legal, el que sorprendió a varios en el oficialismo, incluidos integrantes del gabinete, y que además de los cuestionamientos internos en los partidos de gobierno al no estar enterados, generó la irá de la oposición y de la Democracia Cristiana.

El orden para hablar en la reunión quedó determinado por la forma en que estaban sentados alrededor de la mesa. Así, el primero en tener la palabra fue el líder de los liberales, Juan Carlos Urzúa. En general, de acuerdo a quienes participaron, los comentarios de los timoneles fueron constructivos y valoraron en términos positivos la cuenta.

Pero fue la presidenta del Partido Socialista, la senadora Paulina Vodanovic, quien puso en evidencia una de las grandes preocupaciones que dejó el discurso del Presidente en el progresismo: la desconfianza que existe en La Moneda para los grandes anuncios y la poca comunicación política que existe entre los ministros con los partidos.

Un ejemplo de ello es que en ninguna de las minutas que se les entregaron a los timoneles se referían al aborto.

La parlamentaria aseveró ante el Mandatario que es necesario que haya una relación “más afiatada” entre las colectividades que sustentan la alianza de gobierno y La Moneda, ante la preocupación del Socialismo Democrático por las descoordinaciones del Ejecutivo para evitar filtraciones.

Al mismo tiempo, la parlamentaria también planteó que era necesario hacer una autocrítica en los partidos por la incapacidad de guardar la confidencialidad de lo que se trata en las reuniones.

Mientras que otros timoneles se sumaron a la inquietud de la socialista y plantearon que haber sabido antes les habría permitido coordinar de mejor forma una salida comunicacional.

Así, de alguna u otra forma, todos los timoneles se refirieron al proyecto de aborto legal. La mayoría, eso sí, en términos positivos y valorando que se dé respuesta a una demanda de las mujeres que, además, estaba contenida en el programa de gobierno.

Mulet se declara en contra

Un momento que llamó la atención de los presentes fue cuando le tocó hablar al diputado Jaime Mulet, quien asistió en representación del Partido Regionalista Verde. Su intervención se distinguió de la de los demás por una cosa: él manifestó delante del Presidente Boric que está en contra del aborto y que, de presentarse el proyecto, lo votará en contra.

Consultado al respecto, el diputado Mulet reconoció que “fui el único representante de los 10 partidos que expresó al Presidente una postura contraria al aborto. Es una postura personal, en mi partido hay libertad en esto. Él fue muy respetuoso”.

El último en hablar fue el Presidente Boric, quien cerró la reunión con un nuevo llamado a la unidad. Pero, precisó, a la máxima unidad posible. En ese contexto, reconoció que sabe que para la Democracia Cristiana el aborto es una agenda que incomoda, pero enfatizó que es necesario abrir este debate.

Al salir de la reunión, el Mandatario quiso pararse a responder sobre el tema. “No hay una interpretación por parte del gobierno ni mía respecto de cuáles son los beneficios para la próxima elección”, aclaró. Y agregó: “Si alguien dice no vamos a discutir pensiones porque no estoy de acuerdo con el aborto, ¿qué opinaría la persona que hoy día no tiene una pensión que le alcance para tener una vejez digna? Entonces, separemos los temas”.

Los esfuerzos con la DC

En La Moneda, de todas formas, intentaron hacer un control de daño ante las consecuencias que dejó el anuncio del Presidente.

En las últimas horas la ministra Vallejo le escribió al diputado Eric Aedo (DC), vicepresidente de la Cámara Baja, ante la molestia que expresó su partido por el anuncio de aborto legal que realizó el sábado el Mandatario.

“No queremos tirar la relación con la DC por la borda”, le escribió la vocera, quien le manifestó la preocupación al parlamentario por sus declaraciones.

Tras el anuncio sobre salud sexual del Presidente, la indignación de la DC fue la que pegó más fuerte en el gobierno. Incluso más que las amenazas de la oposición de cortar relaciones en el Congreso.

Su reclamo se debió a que nadie del gobierno se les acercó en los días previos para anticipar los costos que podría tener la declaración, pese a que son aliados electorales en la elección municipal y que han apoyado al Ejecutivo en varias votaciones emblemáticas.

En La Moneda explicaron que quisieron mantener el anuncio con sigilo para evitar filtraciones, e incluso algunos ministros les plantearon que ellos tampoco estaban al tanto.

El sigilo

Durante la tarde del viernes, luego de que había terminado un encuentro nacional que tenían agendado hace tiempo con las seremis de la cartera, la ministra Orellana les hizo un anuncio, pero pidió la mayor discreción: les dijo que el sábado, durante la cuenta pública, iban a hacer el anuncio.

La secretaria de Estado les hizo ver la necesidad de tener un discurso alineado en la materia y también insistió en la importancia de guardar la confidencialidad, ya que muy pocos sabían del anuncio y querían evitar que el efecto mediático de una filtración echara pie atrás a uno de los compromisos más emblemáticos del gobierno en materia feminista. De hecho, solo dos personas de su equipo estaban al tanto: su jefa de gabinete y su directora de comunicaciones.

Orellana había visto el tema con sigilo. Además del Presidente lo había conversado con la ministra Vallejo, funcionarios de la Secom por el despliegue comunicacional, los presidentes de los partidos políticos del Frente Amplio y algunos del Socialismo Democrático -como Diego Vela y la senadora Vodanovic-, algunas organizaciones feministas, y quiso hacer algunos gestos: la semana previa se comunicó con la expresidenta Michelle Bachelet (PS) y la senadora Claudia Pascual (PC) para informarles del anuncio por su relevancia en la aprobación de las tres causales. También hizo lo mismo con las exministras Laura Albornoz y Carmen Andrade (PS).

Tal como lo dijo posteriormente la ministra Tohá, el asunto no fue abordado en el comité político, sino que en conversaciones individuales. En el caso de la jefa de gabinete, ella lo vio directamente con el Mandatario cuando ya quedaba poco para el discurso.

De hecho, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, comentó que no sabía los detalles de la jugada del gobierno, algo que no es primera vez que ocurre al interior del comité político, como por ejemplo cuando se entregaron los indultos presidenciales a detenidos en el marco del estallido social.

El titular de la Segpres también transmitía a los parlamentarios con los que conversaba a la salida de la cuenta pública que desconocía el tenor del anuncio, pese a que sí estaba al tanto de las líneas generales en la materia ya que el plan del Ejecutivo era que el aborto legal fuera ingresado para discutirse en el último año.

De todas formas, en el gobierno intentaron restarle dramatismo. “Los ministros no están avisados de todos los anuncios que hace el Presidente”, dijo la ministra Vallejo después de la cuenta pública. Y este lunes agregó que “no se le puede criticar al Presidente por hacer cumplir su programa”.

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