Huertos de otoño: ¿qué se puede sembrar y cultivar en casas y departamentos?

Ilustración: César Mejías

Además de una fuente de alimentos, tener una huerta puede ser una vía de escape en momentos de estrés. Sin importar el espacio que tengas, cuatro expertos en cultivos nos ayudaron a hacer esta guía sobre qué especies conviene trabajar en estos meses.




Actualizado el 11 de abril de 2023.

“Una de las mejores terapias que nos da la naturaleza es trabajar en ella misma”, nos dice Emiliana Irarrázaval, fundadora de Nuestro Huerto, un emprendimiento urbano sustentable que realiza huertos orgánicos, talleres, asesorías, servicios de mantención y también control de plagas. “Cuando uno está en el huerto, jardineando, se relaja y saca todo el estrés”, continúa esta egresada de agronomía de la Universidad Católica y fundadora de Nuestro Huerto.

Y no está equivocada: la ciencia está de su lado. En un estudio publicado en la revista Urban Forestry & Urban Greening, aseguran que la jardinería y el cultivo se asoció con una menor angustia psicopatológica y una disminución del estrés relacionado con el covid-19.

Por lo tanto, si el estrés te ha superado estos días, puedes intentar liberarlo usando solo tus manos, un poco de tierra y semillas, da lo mismo si el espacio que tienes para realizarlo es muy reducido.

Pero ojo: no es llegar y sembrar o plantar. Con la llegada de una nueva estación, es importante saber cómo van a responder la tierra y los vegetales. Con la ayuda de cuatro expertos te contamos qué plantar en otoño y así aprovechar esta época del año.

1. ¿Qué puedo plantar en la temporada otoño-invierno?

Muchos creen que la primavera y el verano son el gran momento de cultivo, y que cuando comienza el otoño la cosa se empieza a poner fome y no hay mucho para sembrar. Pero no es así: hay varias especies y variedades que resisten bajas temperaturas y alta humedad, generando crecimiento radicular o de follaje. Acá enumeramos algunas:

  • Kale (en todas sus variedades)
  • Repollo (verde y morado)
  • Repollo de Bruselas (siembra a fines de verano)
  • Brócoli
  • Coliflor
  • Lechuga
  • Rúcula
  • Espinaca
  • Acelga
  • Apio
  • Mizuna
  • Mostaza

Emiliana Irarrázaval detalla que alguna de estas especies aguantan hasta los -10ºC. Eso sí, lo ideal es plantarlas antes de mayo, para poder tener una buena producción y de buen tamaño. Por lo tanto, hay que apurarse.


Además, si tienes más espacio, también puedes plantar o sembrar:

  • Achicoria
  • Rabanitos
  • Puerro
  • Betarraga
  • Cebolla
  • Zanahoria

O algunas hierbas aromáticas, como:

  • Caléndula
  • Ciboulette
  • Lavanda
  • Tomillo
  • Manzanilla
  • Orégano
  • Ortiga
  • Perejil
  • Romero
  • Salvia
  • Cilantro
  • Laurel
  • Ruda

Importante: La albahaca es mejor no sembrarla en esta época, porque es muy sensible al frío. Mejor esperar al fin del invierno.


2. ¿Puedo tener algo más que plantas ornamentales en un departamento?

“Uno puede cultivar en cualquier parte, ya sea en departamento, en casa, en espacio chico, en espacio grande; lo único importante es que le llegue sol, para que la planta pueda crecer —hortaliza o hierba aromática”. La regla estándar, especifica Emiliana, es que tenga al menos entre 5 u 8 horas de sol.

Francisco Barrera, ingeniero agrónomo y huertero de @dehuertaalaraiz, nos explica que cultivar requiere de diferentes prácticas durante todo el ciclo de crecimiento y desarrollo. “Se necesita cumplir con distintas metas para alcanzar un objetivo final, que es el bienestar. En este caso, el bienestar es compartido: va tanto para las plantas como para nosotros mismos”, refiriéndose a los cultivos en espacios reducidos.

En este sentido, entonces, para aquellos y aquellas que viven en departamento este agrónomo recomienda tener plantas aromáticas. “De estas podemos obtener beneficios para nuestra salud y decorar nuestro hábitat. Algunas plantas medicinales que podemos sembrar son aloe vera, caléndula, lavanda, tomillo, manzanilla, orégano, ortiga, perejil, romero, salvia, cilantro, laurel y ruda. Pueden ser cultivadas durante otoño-invierno, pero priorizando su crecimiento a principios de otoño”.

Pero claro, también existen quienes que no solo quieren cultivar plantas aromáticas y que les gustaría ir un paso más allá. ¿Qué hortaliza podría plantar si vivo en un departamento? Francisco recomienda algunas opciones, pero hay que tener en cuenta que rinden menos: estas son el ajo, la lechuga, la espinaca, la acelga, el rabanito y el repollo.

3. Las claves de un huertos en departamento

Lo más importante para hacer un huerto —no importa si en departamento, casa o una parcela— es el abono orgánico, que es lo que proveerá de nutrientes a las plantas. Puede ser humus, compost, huano rojo o bocashi, indica Anita Vega, de Huerto Orgánico.

Emiliana agrega que, además del abono, hay otros tres elementos claves que necesita una semilla para germinar: el sol, el agua y los nutrientes del sustrato. El problema, aseguran los expertos, es que si alguno de estos elementos está deficiente, lo más probable es que esa pequeña semilla no crezca. Por lo tanto, si no te has animado aún a tener tu propio huerto por falta de espacio, no es necesario tener macetas caras y grandes: más vale asegurar los elementos claves enumerados anteriormente.

Plantar en macetas

Todo depende de lo que estés buscando. Si tus aspiraciones son altísimas y quieres plantar mucho, claramente necesitarás algo más grande, y si vives en departamento quizás un huerto vertical pueda ser la clave para lograrlo.

Pero para cultivar, dice la fundadora de Nuestro Huerto, puedes hacerlo en cualquier tipo de macetero. “Si el espacio es pequeño, la planta crecerá más pequeña; si el espacio es grande, crecerá grande”. Tan simple como eso, señala. Eso sí, añade un punto clave: es muy importante que el espacio que se le destine a las raíces sea el mismo o muy similar a la parte aérea y al follaje de las hortalizas.

Y Francisco Barrera desarrolla más este punto: “para hacerse una idea de qué tipo de macetero podemos usar según el tipo de planta, es bueno tener en mente que, en general, la profundidad de las raíces es proporcional al tamaño de la parte aérea de la planta. Por ejemplo, si la planta tiene una altura de 20 cm sobre el suelo, entonces, las raíces deben tener una profundidad mínima de 20 cm. Y también es bueno considerar unos 10 cm adicionales a la profundidad mínima estimada”.

Esto es una recomendación general, ya que los distintos tipos de plantas también tienen distintos tipos de raíces. En algunos casos, las plantas de 30 cm tienen raíces de 10 cm.

Además, el agrónomo de @dehuertaalaraíz nos invita a utilizar la imaginación a la hora de elegir macetas. Para cultivar y hacer un huerto pueden servir muchos materiales. “Podemos reutilizar o reciclar ciertos insumos: si bien se pueden comprar maceteros comunes y corrientes, esos de plástico que venden en todos lados, también puedes reutilizar bidones de agua (esos de 5 litros, aproximadamente)”.

Completamente de acuerdo con él está Patricio Polanco, fundador de otro emprendimiento enfocado en la economía circular y la sustentabilidad ambiental: @huertopro.cl. Y entrega más alternativas, como la reutilización de palets, pero no para huertos verticales, sino para hacer simples jardineras, o usar los toritos de tomate o los cajones de frutas. Su recomendación es unirlos para tener una cosecha más larga.

“Si es una huertita con poca tierra, tendrán que regar más seguido por la evaporación”, explica.

¿Y la profundidad de los maceteros?

En el caso de cultivar plantas con hojas, Anita Vega nos recomienda una maceta mediana de unos 15 cm de profundidad, porque en general las raíces de las hortalizas de hojas son de unos 10 cm aproximadamente.

Pero si queremos ir un paso más allá y plantar brásicas (como repollos, coliflores o brócolis) —aunque Anita no lo recomienda para departamento—, necesitaremos maceteros de unos 20 litros, o de unos 40 cm de profundidad. El gran dilema aquí es que cada germen da un solo brócoli o una sola coliflor. Por lo tanto, ella es mucho más amiga de las hojas para espacios reducidos.

No obstante, pueden tener como regla general la que utiliza Emiliana Irarrázaval: un macetero de tierra o un bancal de 40 cm de tierra, porque así entra la gama de todas las raíces que se puedan desarrollar: frutos, hojas, de raíz, hierbas, etc. En litros eso se puede traducir en unos maceteros de unos 20 ó 30 litros.

4. Lo esencial para una buena tierra: el abono orgánico

Acá no hay dudas: para una huerta exitosa lo fundamental es un sustrato con abono orgánico. Como característica fundamental, explica Anita Vega, debe ser un sustrato liviano, que tenga un 60% de compost, bocashi, fibra de coco o perlita. Lo ideal es que tenga al menos tres de estos abonos.

Si se quiere cultivar en macetero, Emiliana aconseja tener mucho cuidado, porque generalmente hay mucho menos volumen de sustrato. Para estos casos específicos, un sustrato rico en compost permitirá un buen drenaje, pero a la vez dará una buena retención de la humedad, lo que evitará que se seque y permitirá una buena producción del cultivo.

En departamentos, hay que tratar de evitar ante todo el mono sustrato agrega Emiliana. Es decir, no quedarse únicamente en el compost. “Hay que tratar de mezclarlo con otros tipos de productos y así poder tener un sustrato lo más liviano y fértil posible”.

5. ¿Semillas o almácigos?

Uno puede sembrar o plantar, explica el fundador de Huerto Pro. “La siembra directa es cuando uno agarra la semilla y la pone en la tierra; y plantar es cuando uno también siembra una semilla, pero en una almaciguera, y después trasplanta esta ‘guagüita’ a la tierra”.

¿Hay que elegir? Las dos cosas son muy buenas, asegura Anita Vega de Huerto Orgánico. De hecho, en sus talleres recomienda comenzar haciendo almácigos fáciles, como por ejemplo de acelga, kale o rúcula, que van a brotar sin mucha complejidad y se podrán transplantar fácilmente.

Pero si la paciencia no suele ser tu compañera de viaje —muy entendible en esta época—, también puedes comprar almácigos ya crecidos, algo recomendable en especies como la lechuga, que a veces cuesta que dé. Por lo tanto, si quieres tener algo rápido en tu huerta, comprar almácigos puede ser una buena opción.

“Lo que permiten los almácigos es acelerar los procesos”, explica Emiliana Irarrávazal. Hay ciertos frutos que son de crecimientos muy lento, con los cuales es mejor hacer almácigos y tenerlos en invernaderos o lugares más resguardados, como algunas brásicas.

Sin embargo, hay hortalizas que son de siembra directa ,como por ejemplo todas aquellas que uno consume de raíz, como la betarraga, el rabanito o la zanahoria. Como excepción también están aquellas hortalizas muy sensibles al trasplante, a las que les cuesta mucho sobrevivir el camino de la almaciguera a la tierra, como por ejemplo, la espinaca.

Francisco Barrera, de @dehuertaalaraíz, se inclina más por sembrar. “Si existe la capacidad de cultivar a diario, entonces usar semillas es una buena opción, ya que podemos sembrar una gran cantidad de futuras plantas y es más barato que comprar un almácigo listo. Aún así, la siembra requiere de gran preocupación, ya que se debe usar un buen sustrato, controlar la temperatura y humedad a diario, y considerar el uso de semillas de buena calidad para asegurar una buena germinación”.

Por otro lado, dice él, trabajar con almácigos es más sencillo, ya que se puede plantar en el momento y lugar correcto; sin embargo, si gustas de comprar muchas plantas, sin duda te saldrá más caro.

¿Cuál es la profundidad exacta con la que debo sembrar?

La regla de oro para Emiliana es 2 veces el diámetro del porte de la semilla. O sea que si la semilla mide apenas 0,5 cm, como la de rúcula, hay que enterrarla máximo a un centímetro de profundidad.

Brotes y germinados

Esta es la expertise de Huerto Pro y Patricio lo recomienda mucho como una buena opción para los que tienen departamentos con terrazas muy pequeñas, ya que los brotes necesitan menos espacio y menos exigencias climáticas.

Los brotes de maravilla, por ejemplo, se pueden cultivar en interior, incluso con luces led. Eso los hace una muy buena alternativa y también muy nutritiva.

Brotes de maravilla

Están también los germinados de canola, que tiene una rápida propagación, así como los de lenteja, de kale y otros. Se les entrega a los clientes en 3/4 de crecimiento, para que ellos en casa sigan regándolos y haciéndolos crecer. Es como si estuviesen en un mini invernadero. Se puede consumir perfectamente, en ensaladas, sándwiches u otros platos, ya que además de sabor concentran muchísimas propiedades. No necesita nada de espacio, nada de luz, ni tampoco dedos para el piano.

Botes de canola

6. Aprovechando un poquito más el espacio de la casa

Si vives en casa, acá se amplía la variedad de cultivos. A las hojas que recomendaba Anita para departamentos, sumamos brócolis, repollos y coliflores de todos los colores, que son plantas grandes y que resisten -5º o -10ºC.

No olvidar la rúcula, el rabanito y la espinaca, que son de crecimiento rápido y aguantan menos horas de sol. De todas formas, es importante empezar este proceso de cambio de temporada ahora ya —en abril—, para empezar a tener producción y aprovechar los calores que quedan, dice Emiliana.

Hay que tener algo claro dice Francisco Barrera, que de los cultivos que crecen y se desarrollan en esta época, no todos se cosechan en este periodo. Por ejemplo, dice él, podemos sembrar habas, pero las vainas serán cosechadas 6 o 7 meses después; caso contrario es la lechuga, que va a demorar de 2 a 3 meses en estar lista para el consumo.

7. Cuidados contra el frío

Aunque aún hace calor, a medida que avance el otoño y llegue el invierno comenzarán las heladas. Los expertos también nos entregaron buenos consejos para proteger nuestros huertos del frío.

Si vives en ciudades o pueblos costeros de las zonas norte y centro, no necesitarás preocuparte —la temperatura no baja tanto—, pero si vives en una zona de alto frío, hay técnicas que puedes usar y te las contamos a continuación:

Mulch

El mulch permite cuidar el cuello de la planta tanto del exceso como de la falta de humedad. También ayuda a mantener el suelo cubierto ante excesos de lluvia, viento o heladas; evita que salpique agua desde el suelo a las hojas, lo que previene la aparición de ciertos hongos, y mantiene una temperatura constante bajo la cubierta. Un material barato que nos puede servir para el mulch son las hojas secas, aserrín, corteza de árbol, recortes secos de césped.

Para saber más sobre este compuesto orgánico, puedes revisar el artículo que escribimos sobre él.

Evitar el exceso de agua

Si las plantas están en macetas, se debe agregar agua hasta el momento anterior a que escurra en la base del macetero. Si se riega en exceso, no solo podemos ahogar las raíces, sino que lavamos los nutrientes útiles para su crecimiento. En este caso, se recomienda manejar el riego con un vaso, para así conocer las proporciones de agua que se van a agregar al macetero.

Junto a eso, se debe evitar regar frecuentemente, ya que en esta época —al menos cuando comiencen a bajar las temperaturas en la zona central— la demanda de agua por parte de la planta es menor en el verano. Para otoño-invierno, es bueno observar si es que se riega cada 2 o 3 días, y más entrado el invierno, cada 4 o más días. Una buena forma de observar la necesidad de agua es introducir el dedo en el sustrato y revisar si se mantiene húmedo o no.

Mallas antiheladas

Se trata de un manto térmico que, puesto sobre las plantas y el suelo, mantiene una burbuja de aire un poco más cálido que el entorno. El escudete y la protección ofrecida por el textil permiten la formación de un microclima ideal: así, el suelo retiene el calor y facilita el crecimiento de la planta, obteniendo cultivos anticipados y abundantes. Estas condiciones favorables por la temperatura también se pueden aprovechar para que la vida de la planta se prolongue.

El peso ligero y la suave textura de los no-tejidos,no interfiere en el desarrollo de la planta, como otras películas pesadas. La malla se puede dejar todo el tiempo ya que deja pasar la luz, el aire y el agua.

Malla antihelada Suelo Verde 1,4 x 30 metros

Malla antiheladas

Por último, cuidar la nutrición de las plantas es una buena forma de mantenerlas protegidas y saludables. Una forma de hacerlo es agregar compost o humus 2 ó 3 meses después de la siembra o trasplante.


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 11 de abril de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.

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