Australia considera recortar las exportaciones de gas, lo que dificultaría aún más el suministro mundial

La crisis energética de Europa ha elevado la importancia de la estabilidad del suministro de energía desde Australia. FOTO: CARLA GOTTGENS/ BLOOMBERG NEWS

El país, uno de los principales productores, podría exigir a algunos exportadores que reorienten el gas natural hacia los compradores nacionales. Australia representó una quinta parte de las exportaciones mundiales de gas natural licuado (GNL) el año pasado y, aunque la mayor parte de su suministro está comprometido con compradores de Asia, las empresas pueden optar por vender una parte de su producción en el mercado abierto cuando los precios son altos.


SYDNEY- Australia está enviando tanto gas natural al extranjero que las autoridades podrían bloquear algunas exportaciones para suavizar la escasez en el país.

Esta medida pondría el suministro mundial de energía bajo una mayor presión, ya que Europa se enfrenta a la perspectiva de una grave escasez de combustible este invierno y las economías asiáticas, incluyendo Japón y China, almacenan más gas antes de los peaks estacionales de la demanda. La guerra de Ucrania cortó el suministro de gas en un momento en el que gran parte de Europa experimentó una severa ola de calor que impulsó la demanda.

La crisis energética de Europa ha elevado la importancia de la estabilidad del suministro energético de Australia, uno de los mayores exportadores de gas natural del mundo tras una multimillonaria inversión que tuvo lugar hace una década. Australia representó una quinta parte de las exportaciones mundiales de gas natural licuado (GNL) el año pasado y, aunque la mayor parte de su suministro está comprometido con compradores de Asia, las empresas pueden optar por vender una parte de su producción en el mercado abierto cuando los precios son altos.

Sin embargo, los líderes empresariales y los reguladores advierten que Australia se enfrenta a una escasez de gas propia, que podría alimentar la inflación y frenar su recuperación económica tras la pandemia de Covid-19. Los antiguos problemas energéticos del este del país, como la caída de la producción de los envejecidos yacimientos de gas, se han cruzado con recientes contratiempos, como las inundaciones en las regiones mineras de carbón, que han llevado a las centrales eléctricas australianas a utilizar mucho más gas en su lugar. Como resultado, los precios de la energía al por mayor en el mercado eléctrico más grande del país se triplicaron en los tres meses transcurridos hasta junio.

Los productores de gas han tratado de aprovechar los altos precios de la energía vendiendo más GNL en acuerdos puntuales. El GNL suele alcanzar un precio superior al que los compradores nacionales están dispuestos a pagar por su suministro. El proyecto Australia Pacific LNG en el este del estado de Queensland, que cuenta con ConocoPhillips y Origin Energy Ltd. como principales accionistas, entregó cinco cargamentos de GNL al contado entre abril y junio. Aquello supuso un tercio de todos los cargamentos vendidos por el proyecto en el mercado al contado en los 12 meses transcurridos hasta junio, sostuvo Origin.

Por su parte, las empresas que exportan su oferta sin compromisos están alarmando a la Comisión Australiana de la Competencia y el Consumidor, el organismo de control de los consumidores del país. Este mes, la comisión instó al gobierno a trabajar con los productores para reorientar inmediatamente el GNL destinado a la exportación, o arriesgarse a un importante déficit de gas el próximo año. Afirmó que el déficit previsto equivale a cerca del 10% de la demanda nacional en la costa este y que los fabricantes podrían cerrar si no se toman medidas.

“Se trata de un deterioro significativo de las condiciones en relación con lo que preveíamos para 2022 en la misma época del año pasado, y supone un riesgo real para la seguridad energética de Australia”, señaló la comisión en un informe.

En virtud de un mecanismo establecido hace varios años, cuando algunos de los estados más grandes de Australia sufrieron apagones, el gobierno puede exigir a los productores de gas que den prioridad a la demanda interna en condiciones competitivas. Los poderes de emergencia nunca se han utilizado, pero los legisladores dijeron este mes que podrían usar el mecanismo para evitar una escasez el próximo año.

Sin embargo, no todos los proyectos de GNL se verían afectados si el gobierno decide activar el mecanismo. No existe un gasoducto que pueda transportar el gas desde el oeste del país, donde se encuentran muchas plantas de GNL, hasta ciudades importantes como Sydney, en el este. En vez de eso, la atención se centraría en tres proyectos de exportación de gas en Queensland: la instalación de GNL Australia Pacific y las plantas cercanas operadas por Shell PLC y Santos Ltd.

La ministra de Recursos, Madeleine King, aseguró que tiene intención de pedir a los productores que faciliten información sobre su producción, los volúmenes de exportación previstos y las perspectivas del mercado. Esta información ayudará a determinar si se activa el mecanismo, explicó.

“Esta es su oportunidad para demostrar que no habrá un déficit nacional el año que viene”, agregó King.

Una planta de GNL en Australia Occidental. FOTO: CARLA GOTTGENS/ BLOOMBERG NEWS

La industria de gas australiana ha advertido al gobierno que se arriesga a dañar la reputación del país si impone límites temporales a la cantidad que los productores pueden exportar. En una reciente comunicación al gobierno, Santos pidió que se eliminara el mecanismo actual porque su proyecto sería el único que se vería materialmente perjudicado si se utilizara.

Una representante de Shell dijo que el mecanismo es una herramienta importante a corto plazo que ayuda a los clientes a sentirse seguros de que el gas estará disponible. Aun así, Shell sostuvo que una mayor intervención pone en riesgo futuras inversiones en el desarrollo de suministros de gas, lo que afectaría a los precios.

“Australia debe estar muy atenta a las señales enviadas por cualquier cambio de política de nuestros socios comerciales y de inversión de larga data en todo el mundo, que han invertido en la economía australiana gracias a nuestra estabilidad”, comentó Damian Dwyer, subdirector ejecutivo de la Asociación Australiana de Producción y Exploración de Petróleo.

Al advertir de la inminente escasez de gas, el organismo de control de los consumidores se limitó a señalar que es necesario actuar y que el sector está preparado para garantizar un suministro fiable, declaró Dwyer.

“Las amenazas de cualquier escasez de gas son exageradas”, señaló por su parte Frank Calabria, director ejecutivo de Origin, en un post de LinkedIn este mes. “Hemos estado en esta situación antes, y la industria siempre ha respondido”, añadió.

Calabria afirmó que Australia Pacific LNG suministra más gas al mercado nacional que cualquiera de sus competidores.

Aun así, los líderes empresariales están nerviosos. Mark Vassella, director general de BlueScope Steel Ltd., indicó que los altos precios de la energía podrían dificultar la competencia mundial de la industria australiana.

“Me aterra el impacto a largo plazo, donde la gente recoge su carpa y se va a su casa, porque es demasiado duro y nadie gana suficiente dinero”, dijo Vassella.

Santos anunció que espera comenzar a construir un gasoducto que podría tomar el gas producido en las vetas de carbón de su proyecto Narrabri, en el este de Australia. FOTO: SONALI PAUL/REUTERS

La preocupación por la futura escasez de gas refleja en parte las políticas que, según la industria de la materia prima, han frenado la inversión en la producción. Durante años, algunos estados del este no permitieron la producción de gas natural a partir de vetas de carbón, incluso cuando algunos yacimientos de gas convencional se habían agotado.

La industria del gas afirma que está invirtiendo para evitar la escasez en el futuro, aunque la obtención de permisos y la movilización de los equipos de construcción hacen que puedan pasar años antes de que se pongan en marcha nuevos proyectos. Este mes, Santos anunció que espera empezar a construir un gasoducto a principios de 2024 que podría tomar el gas producido en las vetas de carbón de su proyecto Narrabri, en el este de Australia. La competencia tiene previsto construir otros gasoductos nuevos o ampliados.

Un proyecto más ambicioso para aumentar el suministro de gas en la costa este consiste en transportar GNL desde otros lugares del país e incluso desde el extranjero. Entre las empresas que pretenden importar GNL se encuentran una compañía de propiedad de Andrew Forrest, el hombre más rico de Australia, y Viva Energy Group Ltd., que cuenta con la empresa comercializadora de energía Vitol como principal accionista.

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