Caída de FTX: el chileno detrás de la demanda colectiva en California

El viñamarino José Sepúlveda compró criptomonedas en 2021 pensando en aprovechar su subida histórica. Pero la quiebra de FTX lo dejó sin nada. Ahora encabeza una demanda colectiva que va tras el banco estadounidense Silvergate por haber permitido las operaciones que terminaron con el descalabro.


“Yo caí en depresión. Ahora he salido gracias al apoyo de mi familia y amigos”, dice por teléfono José Tomás Sepúlveda, el viñamarino que lidera una demanda contra el banco estadounidense Silvergate en California, debido a su participación en la caída de FTX, la bolsa digital cuya reciente quiebra sacudió el universo de las criptomonedas, dejando deudas de al menos US$ 8 mil millones en cuentas y retiros sin pagar y a más de un millón de inversionistas en la niebla.

“La primera lección es que hay que diversificar. Yo tenía mis inversiones en varios exchanges, había comprado diferentes monedas, pero al final todas eran un poco parte de lo mismo”, añade

A mediados de noviembre, cuando el caso ya copaba los titulares de los medios económicos y en el mundo de las criptos no se hablaba de otra cosa, Sepúlveda vio en uno de los foros que sigue en la red social Reddit un aviso para sumarse a una demanda colectiva contra Silvergate Bank, un banco estadounidense que cotiza en bolsa y está regulado por el gobierno federal de Estados Unidos, por lo que podría ser perseguido por su participación en el caso.

Envió un DM y en menos de una semana ya estaba conversando por videollamada con los abogados del caso: Jack Fitzgerald y Paul K. Joseph de la firma Fitzgerald Joseph LLP, y Timothy G. Blood y Thomas J. O’Reardon II del estudio Blood Hurst & O’Reardon LLP. Ambos bufetes se dedican a las acciones de clase o colectiva y han ganado demandas contra gigantes como Kellogs, Toyota o P&G.

Sepúlveda cuenta que tuvo una reunión con Fitzgerald por videollamada para decidir su participación en la acción de clase.

El rol de Silvergate

Según la demanda presentada en diciembre ante Tribunal de Distrito Sur de California en Estados Unidos, Silvergate, que mantenía cuentas tanto de FTX como de su empresa afiliada Alameda Research, habría participado “de primera mano en la mezcla de fondos, las transferencias indebidas y los préstamos del dinero de los clientes”, que acabaron con la firma que reclutaba como inversionistas a artistas, deportistas y grandes fondos de inversión.

FTX pasó de ser el tercer exchange de bitcoin (BTC) y criptomonedas más grande del planeta a declararse en bancarrota en menos de una semana.

La demanda colectiva, en la que Sepúlveda comparte titularidad con los también inversionistas Michael Lehrer y Tristan Newman (ambos estadounidenses), afirma que el criptobanco es responsable de algunas de las millonarias pérdidas de FTX. Silvergate fue fundado en 1988, es regulador por la Federal Reserve y sus acciones se transan en la bolsa de Nueva York desde 2019.

La acción legal, que va dirigida contra Silvergate Capital Corporation y sus directores ejecutivo y de riesgos, sostiene que la institución y sus principales ejecutivos fueron cómplices y responsables de las pérdidas ocasionadas a los clientes, ya que Silvergate habría permitido que Sam Bankman-Fried, el cofundador de FTX usara los fondos de sus inversores para traspasarlos al fondo de cobertura Alameda Research.

Sepúlveda entró al mundo de las criptomonedas en 2021. Llevaba un año analizando esa inversión, sobre todo, luego de que algunos amigos le dijeran que habían ganado “varios millones”, apostando a esta nueva forma de inversión que ese año alcanzaba máximos históricos: US$ 68.500 en noviembre de 2021, lo que suponía sólo en un año una ganancia de más del 350%.

“Lo estudié bien y entré. Eran mis ahorros”, cuenta desde su casa, donde sigue monitoreando el caso. En total, había colocado unos US$ 3.500 en diferentes criptomonedas: Bitcoin, Ether, Polkadot,Luna, etc. y utilizaba como exchanges FTX y Binance. “Cuando uno pasa por algo así puedes entender a la gente que se suicida cuando pierde dinero. De otro modo no lo entenderías”, reflexiona.

La esperanza de Bahamas

Según la demanda colectiva, en Silvergate se produjo un fraude desenfrenado, marcado por “la prevaricación empresarial” y alega negligencia, fraude, enriquecimiento injusto, conspiración civil, ocultación e inducción fraudulentas y violación de las leyes de competencia: acusa a la entidad de haber permitido que Sam Bankman-Fried engañara a los consumidores para que invirtieran en FTX.

Además, Zuleta, Lehrer y Newman acusan que Silvergate incumplió todas sus obligaciones reglamentarias de lucha contra el lavado de activos, a pesar de ser banco estadounidense regulado. “Silvergate y los demandados individuales incumplieron sus obligaciones de diligencia debida al no establecer un programa adecuado de diligencia debida o al no ejecutar correctamente dicho programa”, se puede leer en el documento.

Datos del sitio de critpos TripleA, de Singapur, indican que al menos 500 mil personas en Chile han invertido en criptomonedas.

Según pudo confirmar Pulso, en el país hay varios afectados por la caída de FTX, muchos de los cuales tienen puestas algunas esperanzas en la decisión del regulador de Bahamas -donde estaba la sede de FTX- de liquidar algunos de los activos que la firma mantenía en esa isla.

La Comisión de Valores de Bahamas mantiene embargados unos US$ 3.500 millones de la firma desde que ésta se declaró en quiebra en noviembre de 2022. Pero hace algunas semanas la propia FTX impugnó los cálculos y afirmó que todo eso apenas valía unos US$ 300 millones.

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