David Bravo y Pensión Garantizada Universal: “La oferta del gobierno es positivamente agresiva”

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El economista y director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales UC considera que la propuesta "es importante" y no ve que haya alguna razón de fondo para oponerse a ella, siempre y cuando esté debidamente financiada. Asegura que es el mayor cambio al sistema desde la creación del Pilar Solidario. Sobre los retiros, dice que "si en realidad se quiere gobernar a partir de marzo, esto hay que detenerlo. Y esta puede ser una buena oportunidad".


El gobierno sorprendió la semana pasada al anunciar una Pensión Garantizada Universal (PGU) que reemplace al Pilar Solidario. El economista y director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales UC, David Bravo, hace una sola pregunta: “¿Por qué no ir en esa dirección? Especialmente considerando que este ha sido un común denominador en las propuestas de la mayor parte de los candidatos y precandidatos presidenciales. Le ponen nombres distintos, pero en realidad están apuntando a lo mismo. Pareciera ser un área donde hay acuerdo. Y si es así, ¿por qué oponerse? Esa es la pregunta. Salvo por una cuestión de quién queremos que sea el líder de la iniciativa, o con la firma de quién queremos que entre el proyecto. Ese es el único tipo de cosas que tal vez pudieran frenar a alguien para avanzar en esto. Eso, teniendo como base que efectivamente los recursos sean claramente sostenibles y la forma en que se obtienen. La oferta del gobierno es agresiva, positivamente agresiva, también en el sentido de decir: bueno, puede empezar a pagarse en enero”.

Entonces, le parece importante la propuesta que hace el gobierno.

-Me voy a olvidar por un momento de los temas complejos de economía y política que están detrás y de la época electoral... La propuesta es importante, porque en realidad es una profundización del rol solidario en el sistema de pensiones. Desde el año 2008 existe el Pilar Solidario, que es de la misma familia de la PGU, porque también nació con la intención de poner un piso, independiente de que las personas tuvieran contribuciones al cumplir la edad de jubilación. Ese piso de solidaridad es lo que está detrás de la pensión garantizada. Y por supuesto que esta es una evolución hacia la que íbamos, porque el Pilar Solidario primero partió con el 40% de la población, básicamente por restricciones fiscales, luego el 60%, y ahora se habló del 80%. Pero incluso cuando esto se diseñó en la Comisión del año 2006 que dirigió Mario Marcel, la propuesta que hicimos ahí fue caminar hacia una pensión universal, probablemente descartando al 5% o el 10% de mayores ingresos.

El primer paso era partir armando un Pilar Solidario.

-Claro, un piso mínimo, donde en el fondo contribuyes y efectivamente tu pensión aumenta, solo que el subsidio va cayendo hasta la Pensión Máxima con Aporte Solidario. La pensión garantizada en la práctica, es el caso más simple, que en realidad es tener el piso mínimo y cualquier cosa que ahorres en tu cuenta individual se suma a la pensión. Por lo tanto, da buenos incentivos para cotizar.

¿La PGU sería el mayor cambio al sistema de pensiones desde la creación del Pilar Solidario?

-Definitivamente, porque es de esa magnitud, porque efectivamente es de una envergadura mucho mayor, es de una universalidad... En ese sentido, acentúa y profundiza el carácter solidario del sistema de pensiones.

Pero obviamente es más costoso.

-Ese es el único tema importante, que definitivamente la PGU es de mucho mayor costo y, por lo tanto, ese es el único elemento que creo que hay que mirar con harta detención: cuál es el costo del año uno, del año diez, del año 20, del 40. Porque cualquier reforma de esta naturaleza tiene impacto de aquí a 70 años. Entonces, hay que mirar el costo con un horizonte largo de tiempo. Adicionalmente, como la población en Chile está envejeciendo muy rápidamente, el costo al año 10 o el costo al año 20 sube mucho más fuerte, porque la proporción de personas mayores aumenta.

¿Los retiros no influyen en este caso?

-Hay que pensar en el contexto en el que nos encontramos hoy día en Chile, porque producto de los retiros, de los US$50 mil millones que salieron hasta el momento, hay muchas más personas que quedaron sin recursos o que se vieron mermados, y por lo tanto, en la práctica eso también está afectando probablemente el costo fiscal del Pilar Solidario. No subió hoy día necesariamente, sino que sube en el futuro. A lo mejor, producto de eso es que se esté pensando que al tener una pensión garantizada, el costo adicional no sea tan alto, porque ya subió con los retiros. Pero ese creo que es un elemento faltante, que solo se puede ver una vez que salga el informe financiero del proyecto. Lo que va a publicar el Ministerio de Hacienda es muy importante.

¿Y cómo conversa esta propuesta con la ley larga en pensiones que queda pendiente?

-Desde el punto de vista un poco más político, dado que sabemos que la parte de la reforma más controversial de todas maneras va a seguir un poco enredada y que va a haber que generar acuerdos en eso, eventualmente esto le puede bajar un poco la tensión; el hecho de que estos recursos empiecen a llegar. No sé si para que esté lista antes de marzo, pero por último para que efectivamente el tiempo que queda desde marzo en adelante, el próximo gobierno se dedique a buscar los acuerdos en el área más controvertida. Entonces, pienso que hay que tener buenas razones para decir que no a esta propuesta, y las razones fundamentalmente tendrían que ser mirando los costos y cómo esto básicamente conversa o no con las propuestas que tienen las distintas candidaturas.

El gobierno dijo que esto iba a costar un punto adicional del PIB. Son US$3.200 millones. Eso, sin contar lo que ya cuesta el Pilar Solidario, por lo que en total son 2,1 puntos del PIB. El economista Patricio Rojas, asesor económico de José Antonio Kast, dijo que no le calzan los números. ¿A usted le calzan?

-Creo que lo que se está proyectando hasta el momento es el costo del año uno, pero evidentemente ese no es el costo del año 20, o el costo en régimen, que va a ser mucho más. Entonces, claro, si me dicen que esto cuesta US$3.000 millones en régimen, no me calzan los números. Tal vez sí me calzan si miramos el flujo completo, pero por eso creo que, para poder entendernos bien, necesitamos el informe financiero del Ministerio de Hacienda, que típicamente debe considerar todos estos elementos.

Cuando se estaba tramitando la ley larga de pensiones le preguntó a los senadores si era posible o no legislar hoy día en materia de pensiones, sin al mismo tiempo saber de manera precisa cómo cambió el escenario base luego de los retiros. ¿Si el gobierno no presenta esos números, sería problemático legislar en la materia?

-Sí, de hecho creo que lo va a tener que presentar o no sería un informe técnico riguroso. A veces pueden no mostrar tanta información, pero los informes de los ministros de Hacienda son rigurosos. ¿Qué sentido tendría establecer esta pensión garantizada y seguir permitiendo que sigan los retiros? Sigue siendo evidente, en cualquier escenario, que los retiros se tienen que detener, en cualquier reforma, incluso esta.

Pero no parecen detenerse.

-Lamentablemente no hemos tenido una voz fuerte en contra de los retiros, estamos en un contexto de elecciones, pareciera ser que no se quiere quedar mal con las personas, es una medida popular, pero tenemos que entender explícitamente que el primer paso para una reforma importante al sistema de pensiones requiere que no haya más retiros. Por una parte, tenemos al candidato Gabriel Boric, que ha votado a favor de los retiros, y que lamentablemente no siguió su inspiración inicial en el cuarto retiro, ni tampoco probablemente a sus asesores más cercanos, así como aquellos que llegaron ahora, que también han señalado que los retiros no son una política que debería implementarse, pero eso no se ha materializado. Y en el caso de Kast, no me gusta que se siga hablando de retiros, retiro es una palabra que estuvo de moda, y sigue de moda al parecer, pero así no vamos a hacer un sistema de pensiones.

¿Y una vez que pase la segunda vuelta?

-Una vez que pase la elección y eventualmente llegue este proyecto al Congreso, la pregunta va a estar ahí, ¿qué hacemos, vamos adelante con esta tremenda reforma? Porque es muy costosa una pensión garantizada. ¿O dejamos que las personas sigan sacando los recursos y sigan disminuyendo sus pensiones? Eso creo que sigue siendo muy cuestionable, muy dañino, y en algún momento hay que parar la esquizofrenia.

Hemos visto que las discusiones en pensiones en el Congreso siempre tardan mucho tiempo. La gran mayoría no ha llegado a buen puerto. Quedan seis semanas de trámite legislativo antes de que termine el gobierno. ¿Se podrá lograr un acuerdo?

-Está difícil, muy difícil... por la experiencia que hemos tenido, porque no hay un espíritu de acuerdos, porque no ha habido generosidad en ninguno de los sectores. Queda en el aire la siguiente reflexión: quien quiera que sea gobierno en marzo, va a tener un conjunto enorme de desafíos, esto es, desde recuperación del empleo hasta administrar las expectativas. Y obviamente uno de esos desafíos es pensiones, que es un tema donde hay mucha confrontación. Efectivamente separar los temas podría ser útil. Eso podría, tal vez, darle algunas chance a la conversación. Por supuesto, nada de eso va a ocurrir hasta que se defina el ganador de las elecciones presidenciales. La pregunta es qué va a pasar una vez que se materialice la elección, si es que hay que esperar al próximo Congreso o si se puede usar este. En particular este Congreso creo que tienen una mochila muy pesada con la historia, porque ha sido el que promovió todos estos retiros. Tal vez hasta la conciencia a los parlamentarios les puede jugar acá para tratar de reparar de alguna manera todo este daño que conscientemente han hecho a las pensiones.

Pero en definitiva, ve que está difícil.

-Históricamente sabemos que nada ocurre en el último año de gobierno con una reforma de esta magnitud, nada ocurre desde junio hasta marzo. Más difícil que ocurra entre que se definió la elección presidencial y marzo, es difícil que ocurra, pero alguna chance tiene. Ojalá poner el horizonte hacia el largo plazo, hacia las pensiones y no hacia los retiros, que son recursos en efectivo, obviamente muy valorados por las personas, pero los ahorros de pensiones no se deben tocar, no se debieron tocar, no se deberían tocar nunca más. No sé si vayamos a escuchar esa frase en estos días o en los meses que vienen, pero si esa es la dinámica que vamos a tener el primer año del nuevo gobierno, hay que pensar que eso va a afectar la gobernabilidad del país y por cierto, la sostenibilidad del sistema de pensiones futuro que va a afectar la sostenibilidad fiscal. Si en realidad se quiere gobernar a partir de marzo, esto hay que detenerlo. Y esta puede ser una buena oportunidad, tal vez, para tratar de detener ese movimiento irresponsable que hemos presenciado hasta el momento.

¿Qué llamado haría al Congreso?

-Bueno, en realidad no me ha ido bien con los llamados. El llamado es a que cada una de las personas que están en la Cámara de Diputados y en el Senado, en este actual Congreso, deje de mirar los diez centímetros que tiene hacia adelante y que ponga la mirada en el largo plazo, en las pensiones de 20, 30, 40 años más y, por lo tanto, que sus votaciones vayan acordes a mejorar los recursos de ahorro para las pensiones. En 2015 entregamos un informe donde había un diagnóstico claro de los problemas que teníamos, de lo bajas de las pensiones. Y es algo frustrante que pasados seis años de ese momento, no solamente no estamos mejor, sino que estamos peor. El escenario base es mucho más lamentable que lo que vimos hace seis años. Entonces, es tiempo de dar vuelta esta situación y para eso necesitamos hacer algo muy difícil, que es tratar de frenar esta caída libre en la que estamos, que es básicamente a la que nos han llevado los retiros y que es una puerta que no se puede cerrar, que lamentablemente está quedando en la memoria colectiva (...) Quienes tuvieron la valentía de oponerse en el Congreso, de ganar bullying de distintos sectores, pero que en definitiva hicieron lo que es correcto, pienso que esas personas van a ir ganando altura en el tiempo, cuando veamos esto un poco más de lejos. Ojalá sea lo antes posible.

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