La agencia Fitch mantuvo el viernes la calificación crediticia de Perú en "BBB+", dentro del grado de inversión, debido a la fortaleza de sus finanzas públicas y su capacidad para mantener la sostenibilidad económica y fiscal a largo plazo.

Fitch mantuvo además una perspectiva estable para la nota del tercer productor mundial de cobre, la que elevó por última vez en octubre del 2013.

"Creemos que las fortalezas convierten a Perú en uno de los soberanos más fuertes de la región por lo que la triple B se mantiene intacta", dijo el director y analista principal de Fitch, Erich Arispe.

Arispe afirmó que Perú mantiene las cuentas externas fuertes apoyadas en sus altas reservas internacionales, un nivel de deuda bajo y un perfil de financiamiento más favorable que otros países grado de inversión de la región.

Además Perú mantiene "una capacidad de respuesta para mantener la sostenibilidad económica y fiscal a largo plazo", agregó Arispe.

La economía peruana se ha desacelerado ante un declive en la producción de metales clave como el oro y una ralentización de las inversiones, especialmente en el vital sector minero, en medio de una caída de los precios de las materias primas.

Arispe refirió que entre las debilidades de Perú figura el "entorno complicado por los menores precios de los metales".

"Otra debilidad es el ruido político como por ejemplo la  volatilidad en los gabinetes de Gobierno, conflictos entre el Gobierno y los partidos de oposición y la mayor dificultad para conseguir apoyo en el Congreso", precisó Arispe.