Nicolas Sarkozy envuelto en revés judicial en su carrera presidencial

El expresidente conservador francés Nicolas Sarkozy se enfrenta en plena carrera electoral a la posibilidad de verse envuelto en un proceso judicial por presunta financiación ilegal de su campaña de 2012, cuando se vio batido por el socialista François Hollande.
La Fiscalía de París, según se difundió hoy, quiere juzgarlo junto a otros 13 imputados en el llamado caso "Bygmalion", escándalo bautizado así por la empresa que emitió facturas por unos 18,5 millones de euros para que la entonces Unión por un Movimiento Popular (UMP) asumiera gastos que correspondían a la campaña de Sarkozy.
La maniobra buscaba no superar el máximo legal de 22,5 millones por candidato, y Sarkozy no está inculpado en esta causa por fraude, sino por haber sobrepasado ese tope.
La petición de la Fiscalía se conoció a cuatro días de que se cierre el plazo de inscripción de las candidaturas para las primarias de la centroderecha, y a poco más de tres meses de esos comicios, en los que aspira a volver al Elíseo en 2017.
Su abogado, Thierry Herzog, denunció "una nueva maniobra política grosera que no resistirá, al igual que las otras, el examen de los hechos".
Según la petición de la Fiscalía, publicada hoy por el diario "Le Monde", los magistrados estiman que Sarkozy dio instrucciones para aumentar los gastos pese a las recomendaciones en contra de los contables.
Y eso lleva al Ministerio Público a considerar que, aunque no está probado, "teniendo en cuenta su formación y gran experiencia en materia de campaña electoral, es lógico pensar que su mero conocimiento de haber sobrepasado el techo de los gastos implicaba" que sabía que se utilizaban medios fraudulentos para disimularlo.
Tras la posición de la Fiscalía, les corresponde ahora a los jueces de instrucción pronunciarse en el plazo de un mes si la hacen suya o si eximen de juicio a Sarkozy.
Si se decantan a favor antes de las primarias, previstas para el 20 y 27 de noviembre en primera y segunda ronda, sus posibilidades de ganarlas podrían verse afectadas.
Pero sus previsibles recursos harían que, aún en el caso de seguir adelante y de ganar tanto esas primarias como las presidenciales, el proceso para él se retrasaría hasta 2022, dado que como jefe del Estado gozaría de inmunidad.
Su principal adversario en las primarias, el ex primer ministro y alcalde de Burdeos, Alain Juppé, jugó hoy limpio y evitó echar más leña al fuego.
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