Reguladores de California incautan activos de Silicon Valley Bank tras ordenar su quiebra

Se trata de la mayor quiebra de una entidad financiera en Estados Unidos desde la de Washington Mutual en plena crisis financiera en 2008.


Reguladores de Estados Unidos incautaron el viernes los activos del Silicon Valley Bank después de que se produjera una corrida bancaria, la mayor quiebra de una entidad financiera en el país desde la de Washington Mutual en plena crisis financiera en 2008.

Silicon Valley, el decimosexto mayor banco de Estados Unidos, quebró después de que los depositantes, en su mayoría trabajadores del sector tecnológico y empresas respaldadas por capital riesgo, se apresuraran a retirar su dinero esta semana a medida que se extendía la ansiedad con respecto a la salud financiera del banco. Es la segunda mayor quiebra bancaria en la historia de Estados Unidos.

El miedo sacudió este viernes a la Bolsa de Valores de Nueva York, y los precios de las acciones se desplomaron debido a la preocupación sobre qué será lo próximo en caer en bancarrota bajo el peso del alza en las tasas de interés tras la mayor quiebra de un banco estadounidense en casi 15 años.

El S&P 500 cayó un 1,4%, con lo que coronó su peor semana desde septiembre. Todo ello a pesar de que el viernes se publicó un informe muy esperado que mostró que los aumentos salariales de los trabajadores se están ralentizando y dio otros indicios que Wall Street quiere ver de un enfriamiento de las presiones inflacionarias.

El promedio industrial Dow Jones cayó 345 puntos, o 1,1%, y el compuesto Nasdaq descendió 1,8%.

Algunas de las caídas más pronunciadas del mercado se produjeron de nuevo en el sector financiero, donde las acciones se hundieron por segundo día consecutivo.

Los reguladores asumieron el control del banco Silicon Valley en una medida sorpresiva a mediodía, después de que las acciones de su empresa matriz, SVB Financial, se desplomaran más de un 60% esta semana. La compañía, que prestaba servicios al sector que rodea a las empresas de nueva creación, estaba tratando de recaudar dinero en efectivo para aliviar una crisis. Los analistas han dicho que su situación era relativamente única, pero de todas formas ha suscitado inquietud por la posibilidad de que estalle una crisis bancaria más amplia.

Los problemas ocurrieron en medio de lo que los estrategas de un informe de BofA Global Research llamaron “las vibraciones agitadas de marzo”. Los mercados han estado nerviosos por la preocupación de que la elevada inflación esté resultando difícil de dominar, lo que podría obligar a la Reserva Federal a reacelerar sus alzas de las tasas de interés.

Dichas alzas pueden reducir la inflación al desacelerar la economía, pero provocan descensos en los precios de las acciones y otras inversiones. También hacen que aumente el riesgo de que ocurra una recesión más adelante.

Entre otras señales de un mercado laboral que se enfría pero que aún resiste, la tasa de desempleo subió y el porcentaje de estadounidenses que tienen o buscan trabajo aumentó ligeramente.

Estas tendencias significan que los operadores están retractándose de las apuestas de que la Reserva Federal volverá a aplicar un alza de 0,50 puntos porcentuales a finales de este mes. Ahora apuestan mayoritariamente por un alza más modesta de 0,25 puntos, según CME Group.

El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años cayó de 3,91% a 3,69%, un movimiento brusco para el mercado de bonos.

Las mayores pérdidas se registraron en los bancos regionales. First Republic Bank se desplomó un 14,8%. Presentó una declaración ante los reguladores para reiterar sus “sólidas posiciones de capital y liquidez”.

Los bancos más grandes, que han sido sometidos a pruebas de estrés por los reguladores tras la crisis financiera de 2008, resistieron mejor. JPMorgan Chase subió un 2,5%.

En total, el S&P 500 cayó 56,73 puntos para situarse en 3.861,59. El Dow perdió 345,22 unidades y cerró en 31.909,64, y el compuesto Nasdaq cedió 199,47 enteros, ubicándose en 11.138,89.

Golpe a las startups

El banco tenía profundos vínculos con industrias y startups de Silicon Valley. Y Combinator, una startup incubadora que ha lanzado empresas como Airbnb, DoorDash y Dropbox, ha remitido a cientos de emprendedores al banco.

“Este es un evento de nivel de extinción para las startups”, dijo el director general de Y Combinator, Garry Tan. “Literalmente, he estado escuchando a cientos de nuestros fundadores pidiendo ayuda para determinar cómo pueden superar esto. Me preguntan: ‘¿tengo que despedir temporalmente a mis trabajadores?’”

Tan estimó que casi un tercio de las startups de Y Combinator no podrán pagar sus nóminas en algún momento del próximo mes si no pueden tener acceso a su dinero. Dijo que está preguntando a los reguladores y a los legisladores si las startups pueden ser elegibles para recibir ayudas financieras.

El Silicon Valley Bank estaba muy expuesto a la industria tecnológica, pero hay pocas posibilidades de que el caos se extienda al sector bancario más amplio en forma similar a lo que ocurrió en los meses previos a la Gran Recesión de hace más de una década. Los bancos más grandes —los que tienen más probabilidades de causar una debacle económica generalizada— tienen estados financieros saneados y abundante capital.

En 2007, la mayor crisis financiera desde la Gran Depresión se extendió por todo el mundo después de que se desplomara el precio de los valores respaldados por hipotecas vinculados a préstamos inmobiliarios imprudentes. El pánico en Wall Street provocó la desaparición de Lehman Brothers, una empresa fundada en 1847. Debido a que los grandes bancos estaban muy expuestos entre sí, se produjo un colapso en cascada del sistema financiero mundial que dejó a millones de personas sin trabajo.

Ha habido malestar en el sector bancario durante toda la semana, y la noticia de la quiebra del banco Silicon Valley hizo bajar el viernes las acciones de casi todas las instituciones financieras, títulos que ya habían caído dos dígitos desde el lunes.

El derrumbe del banco Silicon Valley llegó con una rapidez increíble. De todas formas, algunos analistas del sector insinuaron el viernes que se trataba de una buena empresa y que probablemente seguía siendo una inversión acertada. Los ejecutivos del banco Silicon Valley intentaban recabar capital a primera hora del viernes y de encontrar inversores adicionales. Sin embargo, la comercialización de las acciones del banco fue interrumpida antes de que sonara la campana de apertura del mercado bursátil debido a su extrema volatilidad.

Poco antes del mediodía, la Corporación Federal de Seguro de Depósitos de Estados Unidos (FDIC por sus siglas en inglés) procedió al cierre del banco. En particular, la FDIC no se esperó hasta que concluyera el horario laboral para embargar al banco, como es típico en una liquidación bien organizada de una institución financiera. La FDIC no pudo encontrar inmediatamente un comprador para los activos del banco, un indicio de la rapidez con la que los depositantes habían retirado su dinero.

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