Autoridad ambiental refuta argumentos de HIF y Enel tras retiro de millonario proyecto eólico

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Por otro lado y ante el socavón producido en Tierra Amarilla, Emanuel Ibarra reiteró que es de vital importancia que las empresas cumplan con estándares mínimos y que sus proyectos contemplen una buena relación con la comunidad.


Tras la decisión de HIF Chile y Enel Green Power Chile (EGP Chile) de retirar Sistema de Evaluación Ambiental (SEA) el estudio del proyecto eólico Faro del Sur a realizarse en la Región de Magallanes, el superintendente (s) de Medioambiente, Emanuel Ibarra, enfatizó en que las exigencias de presentación son mínimas y claras.

Esto, ya que las firmas aseguraron que las observaciones desde los organismos públicos habrían sobrepasado el estándar habitual. Sin embargo, Ibarra recalcó en entrevista con Tele13 Radio que sus procedimientos buscan que “las compañías tengan estándares ambientales que son mínimos, no son una sobreexigencia”.

Ante la decisión de HIF y EGP Chile, el superintendente (s) si bien reconoció que los parámetros para proyectos con impacto ambiental han ido creciendo, planteó que el sistema está hecho para dar pase a aquellas iniciativas “sólidas, técnicamente respaldadas, y sobre todo, que tengan en consideración la relación con las comunidades”.

Así, desde la Super de Medioambiente indicaron que no hubo requerimientos especiales ante el proyecto eólico, sino que “son las exigencias que operan para este tipo de tramitaciones”.

En esta línea, Ibarra señaló que “la tendencia internacional y de los organismos fiscalizadores es que más que sancionar, es incentivar a que se cumpla la norma. Nosotros buscamos estos procedimientos e instancias para que eso ocurra, y también para que se haga justicia territorial”.

Cargos contra Ojos del Salado

En el marco de los cargos recientemente formulados por el socavón producido en Tierra Amarilla, en suelos operados por la Minera Ojos del Salado, Emanuel Ibarra declaró que “podemos vincular ese socavón con incumplimientos de la empresa”.

Así, explicó que existen dos principales responsabilidades: una de sobreextración, “y el otro cargo es que habría hecho infraestructura minera en lugares de suelo que no estaban considerados para su evaluación ambiental. Esto produce que el terreno de Tierra Amarilla que es bastante poroso, se tenga que reacomodar frente a esta sobreextracción y se genera este socavón”.

“Creemos que el medioambiente y la producción de esta minera o cualquier otra pueden ir de la mano con las condiciones que se establecen por la autoridad”, afirmó el superintendente(s).

En esta línea, Ibarra hizo hincapié en que “hay un grupo de empresas que siempre han estado preocupadas por mejorar y hacer más prevenciones en la extracción, pero nos encontramos también con situaciones en las que hay empresas a las que tenemos que perseguir, fiscalizar y sancionar”.

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