Economía crece sobre lo previsto en el primer trimestre y expertos afirman que PIB 2025 asegura piso de 2%
El Banco Central informó que el Producto Interno Bruto creció 2,3% impulsado por las exportaciones y el consumo. Con este registro, la actividad queda bien perfilada para el resto del año.
Una buena noticia entregó este lunes el Banco Central. El Producto Interno Bruto (PIB) del primer trimestre creció 2,3%, por sobre el 2% que se esperaba luego de conocer los datos de Imacec.
Y de acuerdo a la explicación que entrega el ente rector, este mayor crecimiento fue “debido principalmente, por la actualización de los indicadores de coyuntura” mensual o trimestral que se utiliza para la elaboración del Imacec y del PIB trimestral.
En el desglose del trimestre, el Banco Central señaló que el PIB del primer cuarto del año estuvo sustentado en gran parte por las exportaciones que subieron 10,2%. Asimismo, la demanda interna aumentó 1,2% por un mayor consumo que fue de 2%. Ahí el consumo privado avanzó 1,8%, destacando el desempeño de los bienes durables que tuvieron un alza de 10,9% lo que fueron impulsados, principalmente, por un mayor gasto en productos tecnológicos. El gasto de gobierno creció un 3,1%.
El consumo de bienes no durables también contribuyó al resultado, registrándose mayores compras de vestuario y calzado. Por su parte, el consumo de servicios presentó una variación de 0,1%, resultado que se explicó por aumentos en los servicios de salud, transporte y restaurantes y hoteles, los que fueron compensados por un menor gasto en turismo.
Por el lado de la inversión, la formación bruta de capital fijo (FBCF) aumentó 1,4%, siendo su segundo trimestre consecutivo de alza. Este fue impulsado por su componente de maquinaria y equipo que creció 5,3%. Una realidad más negativa tuvo el componente construcción y otras obras, puesto que cayó 0,6%.
Mencionan que el efecto calendario resultó igual a -0,4 puntos porcentuales, explicado por un día menos en comparación con el año anterior que fue bisiesto lo que fue parcialmente compensado por un día hábil más.
El comercio exterior exhibió incrementos tanto en las exportaciones (10,7%) como en las importaciones (9,0%), con un efecto neto positivo en el PIB. Destacaron en las exportaciones de bienes, los envíos de frutas y minerales, mientras que, en los servicios, lo hizo el gasto en turismo
Por su parte, las importaciones fueron lideradas por internaciones de maquinaria y equipo, en particular de transporte, productos metálicos básicos y vestuario y calzado.
El ingreso nacional bruto disponible real aumentó 1,1% el primer trimestre. Este resultado fue menor al registrado en el PIB, reflejando menores rentas recibidas del exterior y, en menor medida, el deterioro en los términos de intercambio. El ahorro bruto total ascendió a 23,2% del PIB en términos nominales, compuesto por una tasa de ahorro nacional de 24,0% del PIB y de un ahorro externo de -0,8% del PIB, correspondiente al superávit en cuenta corriente de la Balanza de Pagos.
Por sector económico, el BC sostiene que las actividades de comercio que contribuyó en 7,1 puntos porcentuales (pp) seguido por la industria manufacturera (5,2pp) y agropecuario-silvícola (5,2pp) y servicios personales (3,6pp). En contraste, la minería, los servicios financieros y la construcción presentaron caídas.
Ante esta información, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, sostuvo que “hemos tenido nuevamente una sorpresa positiva en el sentido de que hay una cifra de crecimiento para el primer trimestre que es superior a lo que se había estimado en base a los Imacec”. Asimismo, dijo que “lo que se observa es que en términos de la variación respecto del trimestre anterior la economía se va acelerando. Además, tenemos sectores que le están dando ese dinamismo a la economía, particularmente el comercio, la industria, la agricultura, la pesca, entre otros”.
“Aunque el resultado es positivo, hay que considerar que hay varios factores transitorios que contribuyeron”, dice la economista de Econsult, Maria Carolina Kreff.
En esa argumentación explica que, por ejemplo, “el impulso que el turismo argentino le dio al comercio, particularmente los primeros dos meses del año, el boom del volumen de exportación de cerezas, los factores estacionales que favorecieron a la pesca, y en general el impulso externo que tuvimos para nuestras exportaciones, por adelanto de importaciones desde EE. UU y otras regiones anticipando los altos aranceles del corto plazo. Estos factores en nuestra opinión generan que no sea fácilmente extrapolable el resultado hacia el resto del año”, acota.
Para Valentina Apablaza, economista del OCEC-UDP, lo más destacable es “el comportamiento de la demanda interna, que en este caso explica aproximadamente la mitad del crecimiento del primer trimestre, a diferencia de lo que veníamos acostumbrados a ver, donde el principal impulso de la economía provenía del sector externo”. En este punto sostiene que “vemos un consumo de hogares que se mantiene en su senda expansiva por quinto semestre consecutivo y una inversión que crece en términos anuales por segundo trimestre consecutivo”.
Sebastián Piña, analista económico de BTG Pactual Chile, apunta al fuerte aumento del consumo de gobierno reflejando la ejecución de gastos postergados habitualmente concentrados en el cuarto trimestre. También dice que sobresalió el desempeño del consumo privado impulsado principalmente por bienes durables y no durables.
Piso de 2%
Con esta expansión de 2,3% la pregunta que aparece nuevamente entre los analistas es si se asegura al menos un piso de PIB de 2%%. Y ahí la respuesta que más aparece es que sí.
Gustavo Díaz, académico de la Facultad de Negocios y Tecnología de la Universidad Gabriela Mistral, sostiene que “con el dato del PIB del primer trimestre del 2025, se afianza de manera significativa la expectativa de que la economía crezca al menos un 2% en el año”. Según explica el economista, esto se “porque es reflejo de una expansión generalizada en distintos sectores económicos, lo que está apoyado de una mejora en la demanda interna y por un sector exportador que se mantiene bastante dinámico”. Díaz añade que “con estos antecedentes, estaríamos ajustando la expectativa de crecimiento a un rango entre 2% y 2,5% para este año”.
Rodrigo Montero, decano de la Facultad de Administración y Negocios de la U. Autónoma, afirma que con estos datos “la expectativa de crecimiento para 2025 se ubica entre 2,25-2,5%. Se partió de buena manera, ahora hay que ver cómo evoluciona la economía el resto del año para ver si somos capaces de afianzar este buen inicio de año”.
Kreff se suma a esa visión e indica que “con estos resultados, esperamos un crecimiento de 2% para este año, aunque con altos factores de riesgo a la baja”. Para la economista, “los riesgos se concentran en el escenario externo y en las posibilidades de que las tensiones comerciales vuelvan a aumento”.
En su argumentación añade que “si bien los acuerdos alcanzados la semana pasada entre China y EE. UU fueron un alivio y una buena noticia, aún hay alarma por su naturaleza transitoria. La falta de certezas y el alza de la incertidumbre afectan las decisiones de consumo e inversión si se prolongan en el tiempo, por lo que la tensa situación comercial es un riesgo si no se alcanzan acuerdos permanentes”.
Para Rodrigo Cruz, economista de Banco Santander, la cifra del PIB le hace mantener su estimación de crecimiento en 2,1% para 2025. “Estos resultados confirman que el sector externo continuó siendo el principal motor del crecimiento, pero beneficiado por factores transitorios, mientras la demanda interna muestra una recuperación gradual”, subraya.
Siguiendo esa misma visión, Aplablaza, puntualiza que “la expansión del PIB durante el primer trimestre nos deja mejor posicionados para alcanzar un crecimiento anual del PIB por sobre el 2% en 2025, sin embargo, esta cifra no se encuentra completamente zanjada, toda vez que el cierre de año estará bastante sujeto a los efectos de la guerra comercial sobre la economía chilena y dicho impacto recién se verá de forma más clara en la segunda mitad del año”.
Superávit
El Banco Central también informó que durante el primer trimestre de 2025, la cuenta corriente registró un superávit de US$630 millones, que representa el 0,7% PIB. Con ello, el déficit acumulado en un año equivale al 1,6% del PIB.
El resultado se explicó por el saldo positivo de la balanza comercial de bienes, que fue en parte compensado por el déficit de las rentas devengadas y la balanza comercial de servicios.
Por su parte, la cuenta financiera registró entradas netas de capital por US$108 millones, provenientes, principalmente, de la inversión extranjera directa (IED) en Chile.
En contraste, se registraron flujos al exterior de inversión de cartera. Al cierre de marzo 2025, la posición de inversión internacional neta aumentó su saldo deudor respecto del trimestre precedente, hasta ubicarse en US$66.461 millones. El resultado respondió, principalmente, a la revalorización de los instrumentos de renta variable de Empresas y Bancos.
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