El trabajo presencial es irremplazable

ESPECIAL 70 AÑOS LT: VERDADES QUE YA NO SON

Una familia trabaja en su comedor, durante el pandemia de coronavirus se a dado el Home Office o Teletrabajo para que personas puedan cumplir por cuarentena y así evitar lo mas posible su mayor propagación. FOTO: Jose Francisco Zuñiga /AGENCIAUNO

La rápida adaptación que debieron realizar las empresas para continuar operando en pandemia evidenció que en varios sectores no era indispensable estar presente físicamente para cumplir con las tareas y que se podía funcionar a distancia. Así, los expertos señalan que el teletrabajo llegó para quedarse, aunque en distintos grados dependiendo el rubro.


El trabajo presencial es irreemplazable. Esa frase, hasta antes de la crisis del Covid-19, parecía bastante indesmentible, extendida y con pocas excepciones. Sin embargo, la pandemia forzó al aparato productivo a adaptarse para continuar funcionando y demostró que no era indispensable estar físicamente en el lugar de trabajo para ello.

Si bien no en todos los sectores esto se aplica por igual y hay algunos, como la construcción, donde se requiere el trabajo presencial, sorprendió la rápida adopción de las labores a distancia en varios rubros.

Según un reporte de septiembre del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), uno de cada cuatro trabajadores (25,5%) realizó tareas a distancia. En junio, en el peak del confinamiento, fue el 28,9%. En el caso de las empresas, su porcentaje disminuyó desde 36,8% en junio a 27,1% en septiembre.

Los sectores en los que más se concentran las empresas que han implementado esta modalidad son información y comunicaciones, enseñanza, administración pública, y suministro de electricidad y gas. En todos ellos, durante septiembre, el 65,2% o más de las firmas utilizó formas de teletrabajo. En el otro extremo están las empresas de alojamiento y servicio de comidas, donde solo el 2,7% de las empresas realizó trabajo a distancia, seguido por construcción (3,7%) e industria manufacturera (6,2%). En estos rubros el teletrabajo es difícil de implementar, por la naturaleza de su giro.

Por número de trabajadores, el 80,6% del sector enseñanza hizo teletrabajo, seguido por suministro de electricidad y gas (55,9%), información y comunicaciones (53%), y actividades financieras y de seguros (50,3%). Según tamaño de empresas, las grandes tienen más opciones de aplicarlo: el 67% lo hizo, versus el 54,1% de las medianas y el 22,3% de las pequeñas.

Un dato más reciente entregó el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC, que señala que el 22% de los ocupados trabajó en forma remota en octubre. Esto equivale a un total de 1,62 millones de trabajadores: 845 mil mujeres y 777 mil hombres.

En septiembre, la consultora de recursos humanos Randstad realizó una encuesta a más de 400 tomadores de decisiones de compañías de diferentes sectores en Chile. Ese sondeo mostró que el 75% de las empresas planea mantener la modalidad de teletrabajo una vez finalizada la pandemia.

Además, otro 15% reconoce que aún no ha tomado una decisión al respecto, mientras que solo el 8% dice que todos los empleados deberán volver a la oficina y 2% no ha implementado teletrabajo en todo este tiempo.

Felipe Lagos, director de ventas de Randstad, afirma que “evidentemente el home office es una modalidad de trabajo que llegó para quedarse. De hecho, el principal balance que hacemos respecto a las transformaciones que la pandemia ha generado en el mundo del trabajo tiene relación con el home office y con cómo su implementación forzada logró quebrantar la principal barrera que generalmente se presenta al poner en práctica este tipo de innovaciones, que es la resistencia al cambio”.

Luis José Garreaud, de Egon Zehnder, comparte el diagnóstico de que esta pandemia rompió el paradigma de que todo tenía que hacerse de manera presencial.

Aceleró la incorporación de, por ejemplo, la reunión no presencial, y nos estamos acostumbrando a esto.

Garreaud precisa que “todavía no está claro lo que va a quedar, porque hay que compararlo con una situación en que no haya pandemia y cuando estemos de vuelta a la normalidad, pero será distinto. Habrá modalidades mixtas y de mayor flexibilidad. No volveremos a que todo sea presencial, será un modelo mixto”.

Agustina Bellido, líder de Carrera de Mercer Chile, sostiene que “la adaptación puede calificarse en términos generales como buena”. Si bien dice que ha habido momentos complejos respecto al estrés que presentaba el trabajo en casa para quienes no estaban acostumbrados a hacerlo, “por diversos factores tales como la convivencia con la familia, la accesibilidad, los horarios extendidos, entre otros, las compañías y trabajadores han sorteado los obstáculos y por esto en muchas empresas se está considerando continuar con esta práctica”.

De hecho, menciona que en un estudio que realizó la consultora antes de la pandemia, el 30% del mercado tenía teletrabajo, mientras que ahora se extenderá de forma permanente en al menos el 60% del mercado.

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