Jorge Quiroz: “Me han dicho que otra cosa es con guitarra, y lo que yo les digo es que cuando ellos tocaron guitarra desafinaron”
El economista Jorge Quiroz responde frontalmente las críticas de quienes siguen dudando de su plan de ajuste fiscal de US$ 6.000 millones en 18 meses y apunta a los asesores de Evelyn Matthei que antes estuvieron en Hacienda. "Esta discusión ya no es técnica, sino que política", dice. Lejos de retroceder, Quiroz plantea que los recortes se pueden hacer vía administrativa, aunque admite que no será algo sin complejidad. "¿Quién dijo que hacer el ajuste fiscal era fácil?", pregunta.
Jorge Quiroz es el asesor principal en materia económica del candidato del Partido Republicano, José Antonio Kast. Quiroz dice que lo acompaña un equipo de profesionales, pero que no pueden exhibirse aún, por sus trabajos y responsabilidades privadas.
Admite que, en comparación a la candidatura de Chile Vamos, que lidera Evelyn Matthei y que tiene 40 economistas, les falta el apoyo “moral” público. No se anticipa a ser catalogado como el ministro de Hacienda de un posible gobierno de Kast: “Eso tendrá que determinarlo el Presidente. Aquí el mensaje es muy contundente: que nadie se esté poniendo ni corbata ni tenida de ministro antes de tiempo”.
Desdramatiza las críticas que hace unas semanas formuló el abogado Enrique Barros en entrevista con DF Más, quien dijo no tener una buena opinión de Quiroz. “No tengo opinión de lo que diga Enrique Barros. No lo conozco. Una vez me lo topé en Tantauco. No me importa. Me tiene sin cuidado”, responde.
Su propuesta de ajuste fiscal de US$ 6.000 millones no logra convencer y para muchos es inviable. ¿Qué responde?
Para responder quiero partir diciendo que ese recorte es absolutamente necesario. El Estado de Chile está en una situación de déficit crónico a consecuencia de una serie de beneficios sociales que se fueron dando en el tiempo y que nosotros queremos proteger, pero tenemos un problema de ingresos. Ahí está la gratuidad universitaria, que hoy día cuesta US$ 2.500 millones anuales. La PGU, que genera un gasto de un punto de PIB anual. Si bien para financiar la PGU se pusieron como fuentes la eliminación de algunas exenciones y holguras fiscales, la verdad es que ninguna de estas cosas se ha cumplido.
Si no se hace este ajuste, ¿ve riesgo de que no se pueda financiar gratuidad y PGU?
Si uno no hace ese ajuste, la verdad es que está jugando con fuego, especialmente en el contexto internacional, donde estamos viendo cambios en las reglas de juego. Está la geopolítica metiéndose en la economía, en el comercio, y mañana puede meterse en los temas de financiamiento. No es un ambiente en el cual se deba confiar plenamente. Nosotros queremos llegar a un equilibrio presupuestario estructural el segundo año de gobierno y al tercer año convergiendo a superávit de algo menos de un punto del PIB. Para ello tenemos un supuesto de crecimiento del 2,5% para el primer año, del 3% el segundo año, un 3,5% el tercer año y terminando en un 4% al cuarto año.
¿Cómo se llega a ajustar US$ 6.000 millones?
Nosotros teníamos realizado cálculos por nuestra cuenta, antes de que el Centro de Estudios Públicos (CEP) hiciera su estudio. Hablé con algunos de los investigadores del CEP y tuvimos una reunión de trabajo y vimos que teníamos órdenes de magnitud similares. Mi idea de juntarme con ellos era porque quería cotejar y despejar esto que es casi un mito urbano de que no se puede tocar el gasto, porque todo es por ley. En esa reunión empezamos a ver que había muchas cosas de naturaleza administrativa. Si se toman los cálculos del CEP y se restringe solo a lo administrativo y se agregan los cambios a las licencias médicas en el sector público (subsidio de incapacidad laboral), porque yo las considero que es administrativa, y se adelantan los plazos de su aplicación, tenemos US$ 4.000 millones de ajuste fiscal.
¿Puede detallar cómo llega a esos US$ 4.000 millones?
Mira el informe del CEP, ahí están las medidas, pero quiero advertir que sea lo que sea que digamos, será criticado. Esta discusión ya no es técnica, sino que política, porque un equipo económico en el que su currículum es la experiencia, pero cuando estuvo en cargos en Hacienda no lo pudo hacer, no puede decir otra cosa que no se puede.
¿A quién se refiere? ¿A Ignacio Briones?
No voy a entrar en personalismo, pero en estos equipos económicos habla gente que tuvo mucha experiencia y dice que es inviable. Ellos estuvieron a cargo y dicen que es inviable. Supongo que trataron de hacerlo y no pudieron, y, por lo tanto, todo lo que voy a decir ahora donde se muestra que es viable, seguramente en el diario del lunes o martes van a volver a decir que es inviable, porque no pueden decir otra cosa.
Usted dice que las cifras de dónde ajustar son las mismas que el CEP…
Yo tengo números por más de US$ 6.000 millones, pero quisimos quedarnos con el informe del CEP.
¿En el ajuste no se toca el gasto social?
No. En el informe del CEP dice que hay espacio en los programas públicos calificados como no sociales. Solamente en el tema de las licencias médicas y un mayor control son del orden de US$ 700 millones. Ajuste a programas públicos mal evaluados o con alto gasto administrativo, otros US$ 600 millones; reducción de ausentismo en el sector público, US$ 408 millones; reducción del no pago en el transporte público US$ 215 millones...
¿Por qué no muestra sus propios datos de cómo se llega a los US$ 6.000 millones?
No quiero mostrar mis datos y sí los del CEP, porque quiero descampañizar el debate.
Pero eso está difícil si estamos en campaña presidencial...
No, yo acá estoy trabajando por Chile y por eso me estoy dedicando a tiempo completo a esto. Dejé mi trabajo por Chile. Nunca pensé que estaríamos discutiendo esto con el respaldo de dos informes, uno del CEP y otro de una comisión creada por el Ministerio de Hacienda.
De los US$ 6.000 millones, ¿cuánto debe ser por la vía administrativa y cuánto por cambios legales?
Todo se puede lograr por la vía administrativa. Solo del CEP son US$ 4.000 millones sumando lo de las licencias médicas que para mí son medidas administrativas. Los otros US$ 2.000 millones vienen por las recomendaciones de la comisión revisora del gasto. Ahí hay US$ 1.000 millones por cumplimiento del Presupuesto, la ejecución fiscal y después hay medidas de austeridad, sin hablar de US$ 600 millones que podrían lograrse sin cambios legales, pero que para la comisión revisora del gasto es por la vía legal y eso me parece bien, ya que así suma más consenso social.
Kast dijo esta semana en un seminario de Clapes-UC, que eran US$ 3.000 millones de recortes por la vía administrativa y US$ 3.000 millones con leyes.
Es una forma de resumir. Es un buen líder político y tiene esa síntesis que a veces tienen los políticos, como es en 18 meses y eso es porque una parte se puede hacer de inmediato en 2026 y para la otra necesitamos la Ley de Presupuestos 2027. Esa es la parte legal a la que se refiere.
Kast en ese mismo seminario dijo que si no se cumplía, le podían pedir el cargo...
Me van a pedir el cargo a mí más que al candidato. Para este tipo de medidas hay que actuar con determinación.
Las dudas también están presentes en el poco tiempo que piensan realizar este ajuste.
Si hay algo que nos enseñan (a los economistas) es que el ajuste que no se hace en los primeros dos años o en el primer año y medio, no se hizo, porque después te va capturando el Estado y cuesta mucho hacer ajuste. Hoy día hay una oportunidad única para el ajuste, porque hay una crítica muy grande a los abusos, los fraudes y el malgasto, entonces hay un cierto apoyo a ciudadano.
Las dudas también surgen porque una cosa es lo que esté expresado y detallado en un papel, pero otra es estar ahí y hacerlo, porque si fuera fácil, alguien más lo hubiera hecho…
Ese es el quid del asunto. Me lo han dicho de que otra cosa es con guitarra y lo que yo les digo es que cuando ellos tocaron guitarra, desafinaron un poco. A lo mejor la guitarra venía mala.
Quizá no es tan fácil de lograrlo, así como lo describe.
No, no ¿Quién dijo que hacer el ajuste fiscal era fácil? A ver, no, no lo estoy minimizando en ningún caso. Si sacar al país del letargo en que está y abordar las emergencias en las que está no es nada de fácil, sobre todo como vamos, pero que me digan que hay un cálculo de recorte fiscal que no tiene base: no, no, no. Tres veces no.
La guitarra de ustedes, en caso de llegar al gobierno, ¿no va a desafinar?
No tengo idea, no puedo asegurar que la guitarra no desafine, pero vamos a hacer lo posible, pero venimos con una guitarra distinta. La diferencia principal es que el solo hecho de anunciar esto en campaña ya es una diferencia, es una señal de lo que representa esta candidatura. A la gente no le gusta anunciar estas cosas, o lo anunció gente que sabe que no la van a elegir, pero quien está peleando por ganar, no lo anuncia y tampoco lo hace porque no es muy popular hacerlo.
¿Usted asegura que en caso de ganar la presidencial se materializará este ajuste?
Estamos asumiendo un costo ahora al decirlo, y cuando se asume ese costo ahora es porque estamos dispuestos a asumirlo.
También hay críticas que apuntan a su poca o nula experiencia en el sector público como para implementar un plan de ajuste fiscal de este tipo. ¿Qué responde?
Ese es un hecho. No tengo experiencia en el sector público. Tengo otras experiencias que creo que son relevantes. A veces la gente llega al sector público con mucha ignorancia de cómo funciona el sector privado, pero más allá de eso, en este equipo trabaja mucha gente que nos está apoyando, que, por distintos motivos, no ha salido públicamente, que sí ha trabajado en el sector público. Yo he conversado con gente que ha estado en la Dirección de Presupuestos y no solo con uno, sino que varias y sé como está funcionando esa dirección hoy en día.
La próxima semana comienza la discusión del Presupuesto 2026, ¿qué es lo que más le preocupa?
La proyección de ingresos fiscales. Por eso, le queremos pedir al gobierno que en la discusión de la Ley de Presupuestos transparente cuáles serán realmente los ingresos fiscales con los que terminará el fisco este año. Eso es lo clave, porque te marcará una base para la proyección para 2026. Le pediremos que abran con el máximo detalle la forma en que se están estimando los ingresos del sector público. Esa es la discusión más importante para iniciar el debate 2026.
La crítica que hace a quienes dudan de la factibilidad de lograr el ajuste de US$ 6.000 millones apunta más al economista de Matthei que a los de Jeannette Jara. ¿Por qué?
Es evidente que en un futuro gobierno de Kast se convocará a profesionales (que están en esa candidatura) pero también a independientes, y por eso creo que no hace bien para ese trabajo futuro enfatizar tanto en estas críticas. Por eso mismo, hasta esta entrevista me había reservado, esperando que bajara el tono del debate, pero como eso no sucedió, tengo que salir a decir las cosas como son y tengo que decir lo que pienso. Y decir de dónde vienen las críticas. El ajuste de US$ 6 mil millones es necesario y factible.
Uno de sus proyectos claves es la reducción del impuesto a las empresas del 27% al 23% y luego al 20%, que será para la tengan una mayor contratación de personal. ¿Cuándo piensan enviar el proyecto?
Nosotros queremos actuar con rapidez. Por eso, una vez que se avance a segunda vuelta presidencial queremos empezar a socializar el proyecto con el nuevo Parlamento que ya esté electo. El propósito es que en marzo la iniciativa sea ingresada al Congreso y tenerla aprobada durante el primer semestre.
¿La baja del impuesto a las empresas será de manera inmediata, una vez aprobada la ley?
No, tendrá una gradualidad y será de cuatro años, porque somos y seremos fiscalmente responsables.
Falta de elenco
¿Con quién trabaja Jorge Quiroz el programa económico? ¿Le falta elenco?
Estamos todos trabajando más que mostrando. Tenemos una colaboración muy grande de personas que no van a mostrarse nunca en el equipo, porque tienen obligaciones laborales, empresariales que se los impiden. Las composiciones de los equipos son distintas. El equipo de Matthei está más cargado a los centros de estudios, a la universidad y a la gente con experiencia, en cambio, el de nosotros está mucho más cargado a gente que viene con experiencia privada.
¿Cuántas personas trabajan hoy en el equipo económico?
Tenemos distintas dimensiones. Algunos trabajando de manera directa, y ahí son unas 10 personas 12 personas, pero trabando full son siete. Ahora, de manera indirecta, tenemos una 20 a 30 personas. Pero, ojo, de los 40 economistas de Matthei no sé cuántos están trabajando de manera directa, hay mucho apoyo moral y eso está bien… me hubiera encantado que quedara alguno porque hay muchos exministros de Hacienda, de bancos centrales. centro de estudios… Lo que nos ha faltado es apoyo moral público, pero lo tenemos de manera subterránea de sobra.
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