Pensiones: elevar densidad de cotización en Chile al promedio de la UE subiría tasas de reemplazo en más de 11 puntos
Así lo concluye un estudio de la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (Fiap), que analiza la informalidad laboral y sus efectos sobre las pensiones autofinanciadas en Latinoamérica, donde si bien el país se ubica con la menor tasa de informalidad de la región (27,5%), igualmente está muy por sobre los países de la Ocde (de 1% a 3%).
La informalidad laboral es un desafío en los países de Latinoamérica, pues afecta al 51,7% de la fuerza laboral de la región, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Justamente este asunto se ve reflejado también en el nivel de las pensiones que obtienen las personas, ya que al no cotizar durante periodos de informalidad, consiguen menores pensiones autofinanciadas en comparación a un escenario donde no existieran lagunas previsionales.
Eso es lo que analizó la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (Fiap) en el estudio “Informalidad laboral y densidad de cotización: efectos sobre las pensiones autofinanciadas en América Latina”, que busca “estimar el aumento de las tasas de reemplazo de las pensiones autofinanciadas en Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay, que se alcanzaría si la densidad de cotización en estos países se asemejara a la observada en los países de la Unión Europea (UE)”.
También analiza cómo variarían las tasas de reemplazo al ajustar otros parámetros del sistema, como la tasa de cotización y la edad de jubilación.
El documento muestra que las tasas de informalidad son variadas en la región, con Chile anotando la menor, con un 27,5%. Le sigue de cerca Uruguay, con 28,5%, y más atrás se posicionan República Dominicana (54,7%), México (55,5%), Colombia (56,1%), Venezuela (58,3%), El Salvador (66,5%), Paraguay (67,3%), Ecuador (68,6%), Perú (72,1%) y Bolivia (84,5%).
“Incluso los países con tasas relativamente menores, presentan niveles que superan ampliamente los observados en las economías de la Ocde, donde la informalidad se mantiene en torno al 1%–3%“, afirma el estudio.
Bajo este escenario, Fiap estima cuánto aumentaría la tasa de reemplazo, medida como el porcentaje que representa la pensión autofinanciada sobre el promedio de las remuneraciones de los últimos diez años, al elevar la densidad de cotización hasta el nivel promedio de los países de la UE (92,3%) y mantener los otros parámetros inalterados.
Esto, considerando que la densidad de cotización corresponde al número de años cotizados al sistema de ahorro individual, como porcentaje de los años de la vida activa.
Al respecto Fiap concluye que habría “incrementos significativos en todos los países, siendo Colombia el que presenta la mayor alza para los hombres, con 23,6 puntos porcentuales (pp), y Perú el que presenta la mayor alza para las mujeres, con 18,9 pp”.
En el caso de Chile, el estudio asume una tasa de cotización del 10%, con una edad de jubilación de 65 años para hombres y 60 para mujeres, y una densidad de cotización promedio de 65% para ellos y 50% para ellas. Bajo ese escenario, si aumentara la densidad de cotización al promedio de los países de la UE (92,3%), las tasas de reemplazo aumentarían en 10,7 pp para hombres y en 12,1 pp para mujeres.
Por otra parte, si además de elevarse la densidad de cotización, se incrementara la tasa de cotización al promedio de los países de la Ocde (18,2%), y la edad de jubilación a 65 años, el aumento de las tasas de reemplazo que se alcanzaría en Chile sería de 40,2 pp para hombres y 49,7 pp para mujeres.
Eso sí, el informe detalla que, en lo que se refiere a Chile, “las estimaciones subestiman las tasas de reemplazo proyectadas”, ya que la reforma previsional promete elevar la tasa de cotización.
Desde la Fiap explican que, teniendo en cuenta la reforma previsional, “si partimos de un escenario base en que la tasa de cotización es 14,5%, y la densidad de cotización es 65% para hombres y 50% mujeres, y en el nuevo escenario consideramos un aumento en la densidad de cotización hacia el 92,3% para ambos sexos, la tasa de reemplazo de hombres aumenta en 15,5 pp; y la de las mujeres aumenta en 17,5 pp”.
Por otra parte, agregan que “un nuevo escenario donde la tasa de cotización sube al 18,2% para ambos sexos (nivel Ocde) y la edad de jubilación sube (de 60 a 65 años en mujeres), manteniendo la densidad de cotización al 92,3%, genera un aumento de 28,8 pp en la tasa de reemplazo de hombres, y de 43,3 pp en el caso de las mujeres”. Esto, considerando como comparativo el escenario base.
Jóvenes
El documento de la Fiap también afirma que “hasta ahora se ha asumido que la densidad de cotización se distribuye de manera uniforme a lo largo de la vida activa del trabajador. Sin embargo, en la práctica los jóvenes están comenzando a realizar sus primeras cotizaciones más tarde en sus cuentas de ahorro individual”.
En ese sentido, agrega que “la situación de este grupo etario resulta especialmente preocupante. De acuerdo con un informe reciente de la OIT (2025), los jóvenes en América Latina y el Caribe enfrentan tasas de desocupación tres veces superiores a las de los adultos, junto con una informalidad que afecta al 60% de quienes trabajan”.
Y lo ejemplifica con el caso de Chile, pues “entre 2022 y 2024 el número de cotizantes activos de entre 20 y 30 años se redujo en 90 mil personas, reflejando tanto el ingreso tardío al mercado laboral como una menor participación juvenil en el sistema previsional. Dado que los aportes efectuados en los primeros años generan mayor rentabilidad compuesta, postergar el inicio de las cotizaciones tiene un impacto negativo considerable sobre el monto final de las pensiones”.
Por eso, el reporte proyecta cuánto disminuirían las tasas de reemplazo en el caso de una persona que no cotiza durante los primeros diez años de su vida laboral, versus un escenario en que esas mismas lagunas previsionales se distribuyen de manera uniforme a lo largo de la vida activa. “Se observa, entonces, que únicamente por el efecto del momento en que se realizan los aportes, la caída en las tasas de reemplazo es significativa”, concluye.
En el caso de Chile, su tasa de reemplazo para los hombres sería 3,8 pp menor, mientras que en mujeres sería 2,6 pp menor. Pero si además se mira la baja de las tasas de reemplazo para una persona que no cotiza durante los primeros diez años de su vida laboral, en comparación con el escenario en que no existen lagunas previsionales, se obtiene una caída de 13,6 pp en hombres y 10,8 pp en mujeres.
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