
Rosanna Costa responde a los bancos: el capital que se exige a la industria no es lo que explica el decrecimiento del crédito
El presidente de la Asociación de Bancos dijo que "actualmente el ciclo del crédito se encuentra en una fase contractiva que resulta ser la más profunda y persistente de los últimos 30 años”, y entre otras cosas, mencionó que “el exceso de requerimientos no está exento de costos".
Los bancos han venido alertando que la entrega de créditos ha estado bajando de manera persistente ya por varios años, algo no comparable con otros países en la misma magnitud.
A eso hizo referencia también este martes el presidente de la Asociación de Bancos (Abif), José Manuel Mena, en el marco de un seminario organizado por el gremio en el cual Rosanna Costa, presidenta del Banco Central, presentó el Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del primer semestre de este año.
“Este informe se presenta en un contexto que resulta especialmente desafiante para el crédito. Tal como hemos mencionado en otras ocasiones, actualmente el ciclo del crédito se encuentra en una fase contractiva que resulta ser la más profunda y persistente de los últimos 30 años”, dijo Mena previo a que Costa hiciera su presentación.
Agregó que “tal situación, nos ha llevado a que la métrica básica de profundidad financiera (crédito/PIB) acumule una caída de casi 20 puntos porcentuales desde el año 2019, retrotrayéndonos a niveles observados el 2013 y, en comparación a lo observado en el mundo, una de las caídas mas grandes en este período”.
Sobre las razones que explican esta desaceleración, comentó que “recae en múltiples elementos, siendo el menor crecimiento de la economía un elemento clave. No obstante, existen diversas regulaciones que no contribuyen a generar un mayor impulso en el mercado financiero, y cuyos impactos negativos sí eran previsibles y han tendido a perpetuarse, sin que surja una respuesta regulatoria que las aborde”.
Mena mencionó varios factores entonces que han influido en este menor dinamismo del crédito en los últimos años, entre ellas, la reducción de la Tasa Máxima Convencional, cambios que “generaron un importante grado de exclusión en materia crediticia”; así como la ley de fraudes en medios de pago.

También habló de los requerimientos de capital que se ha hecho a los bancos, porque dijo que si bien la solidez del sistema financiero es clave al igual que la adoptación de Basilea III, también acotó que “en este punto es clave avanzar hacia una evaluación integral de lo hecho hasta la fecha, así como de los desafíos pendientes de implementación”.
En ese sentido, Mena dijo que “el exceso de requerimientos no está exento de costos, y si bien en el actual ciclo de bajo crecimiento está limitando el dinamismo de las colocaciones, en la medida que Chile retome el crecimiento, lo cual todos esperamos que ocurra pronto, exigencias excesivas tendrán efecto en el crédito”.
La respuesta de Costa
En medio de su presentación del IEF, Costa aprovechó de responder estas declaraciones. Comentó que el crédito, no solo en este IEF, sino que “permanentemente lo estamos mirando”.
Al respecto, dijo que en en lo último el crédito “se mantiene sin grandes cambios, y sigue predominando una demanda bastante débil en términos generales, donde resalta dentro de esa debilidad, una menor demanda por inversión”.

Esto dijo que está en línea con lo que se ha observado en el país a nivel agregado con el desarrollo de la inversión, la cual si bien muestra algún repunte, también es cierto que viene liderado por sectores como minería y energía, que tienen una fuente de financiamiento por la vía de la inversión extranjera directa, y menos capital bancario.
Costa sostuvo que este bajo ciclo del crédito, que ha sido prolongado, presenta muchas varias diferencias con respecto a ciclos previos con los que se le suele comprar.
Primero, recordó la magnitud del cierre que hubo de la economía a partir de la pandemia, momento en el cual las empresas presentaban altos niveles de liquidez, hacia fines de 2019, y por lo tanto, se encontraban en esa posición al inicio del primero de los shocks.

Segundo, Costa dijo que en estos años se ha observado una sucesión de shocks adversos que se han ido acumulando en el tiempo. Y que esto viene acompañado con un proceso de reconocimiento de una menor trayectoria para el crecimiento futuro (1,8% para el PIB tendencial), un desbalance de cuenta corriente, una economía que en pandemia hizo transferencias largamente superiores a las mermas de ingresos q hubo en los hogares. Y con una inflación que subió de manera relevante y que tuvo que corregirse.
En definitiva, mencionó que “es un ciclo que tiene particularidades que requieren mirarse y atenderse”; y mencionó que además “de la menor demanda (por crédito), hay sin duda un factor de oferta asociado al riesgo, que tampoco podemos desestimar”.
Costa recordó que hay algunos sectores de la economía que se han mantenido rezagados y que precisamente son importantes para la cartera bancaria, “en fin, un ciclo con factores particulares”.
Es más, Costa respondió directamente el reclamo que ha hecho la banca respecto de los requerimientos de capital, que en algunos casos han considerado excesiva.
Sobre ello, la presidenta del BC dijo que el capital no es una fuente de restricción a lo largo de este ciclo, “y por el contrario, lo que se ve es una banca sana, con buenos indicadores financieros, y con buena rentabilidad”.
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