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Once países acuden a la Organización Mundial del Comercio para reclamar por la Ley Súper 8

"Nos estamos convirtiendo en una isla legislativa". Con esta frase, la gerente general de Chile Alimentos, Marisol Figueroa, explica de qué manera la Ley Súper 8 ya ha generado preocupación en 11 países, los que a su vez han alertado a la Organización Mundial del Comercio (OMC) de la normativa chilena.

El 19 de junio pasado, la OMC recibió por segunda vez en el Comité de Obstáculos Técnicos al Comercio la inquietud de varios países que la ley de etiquetado de alimentos chilena generaría trabas al comercio, por lo que solicitaron al organismo que intervenga para que el país posponga la implementación de la ley, que debería entrar en vigencia dentro de los próximos meses.

"En las últimas dos reuniones, distintos países han manifestado preocupación comercial. Cuando esa preocupación no es respondida adecuadamente por el gobierno que esta siendo cuestionado, en este caso Chile, esos mismos países tienen derecho a dejar un registro de que esta normativa atenta contra los principios generales de la OMC", explica Figueroa.

El procedimiento que sigue la OMC ante esta situación es reunir los antecedentes que han presentado los países y generar un documentos con argumentos que sustenten la acusación. La organización parte de la base que estas recomendaciones serán consideradas en el reglamento. De no ser así, cada gobierno evaluará si consolida un panel (o un caso) a Chile ante la OMC, en el que se acuse al país de pasar a llevar los acuerdos adoptados ante la organización.

Marisol Figueroa adelanta que "estamos en el primer paso ante la conformación" de un panel.

"Lo que se está solicitando es que, por favor, no legislen el tema para que éste cuente con una mirada global. Si a Chile le hacen un panel ante este organismo, si otros gobiernos estiman que con esto se ha transgredido y se ha convertido en un obstáculo técnico el comercio, las exportaciones pueden salir castigadas", añade la ejecutiva.

Ante este escenario, el diputado PPD Marco Antonio Núñez, quien ha trabajado de cerca en esta normativa, afirmó: "Nosotros somos mucho más sensibles ante las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Por lo tanto, creemos que es una muy buen ley, que se pone a la par de la legislación internacional. La única incongruencia que hay es que nosotros llegamos tarde para tener un rotulado y una política que oriente a las personas y a las familias a un consumo de comida sana y de rechazo a la comida chatarra. Eso es lo único en lo que estamos desalineados".

Algunos de los factores en que habría una inconsistencia entre la normativa nacional con la internacional es que los puntos que está abordando la Ley Súper 8 no tienen un símil a nivel exterior. Chile Alimentos ejemplifica que la OMC cuenta con un código alimentario el cual prohibe que el rotulado se asocie a una señal de miedo en la población. Respecto a este punto, Figueroa explica: "Vamos a tener un etiquetado que no sigue los parámetros internacionales y que va a causar temor. Estás diciendo alto, con un signo similar a un disco pare, de alarma. Sin embargo, no hay una explicación de qué significa eso ¿la gente debe entender que no puede comprarlo, que no debe consumirlo? se presta para muchas interpretaciones, no hay orientación al consumidor, lo están asustando".

El senador PPD Guido Girardi, quien ha apoyado la celeridad de aplicar esta ley, rechaza que esto pueda afectar las importaciones de manera negativa. "Cuando vengan productos del extranjero van a tener que rotular alto en sal, azúcar y grasa, lo que no en todos los países se exige. Y ojalá que las importaciones disminuyan, así va a ingresar menos comida basura a Chile; que no ingresen más cereales que sean solo azúcar y sal", remata.

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