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SBIF pone en consulta norma sobre cajeros y medición del uptime complica a bancos

A partir del 30 de abril de 2015, los bancos deberán empezar a contar con una serie de medidas relacionadas con la política sobre cajeros automáticos, incluyendo una tasa de disponibilidad (uptime) que no podrá ser inferior al 95%.  Si bien la cifra se conocía, así como la mayoría de los aspectos de la norma que ayer la Superintendencia de Bancos (SBIF) puso en consulta, en el sistema hay preocupación la forma en que la tasa se medirá y adelantan que los comentarios irán en esa línea.

Según el documento, “la disponibilidad promedio de servicio mensual de los cajeros automáticos no podrá ser inferior a 95%. Por lo tanto, el Downtime de la red de cajeros automáticos de cada entidad deberá mantenerse dentro de un rango no superior al 5%”.

Ayer, el presidente de BancoEstado, Rodrigo Valdés, en el marco de Innovar, emprender y crecer organizado por Aipef, señaló que “la norma del 95% es muy demandante, pero antes de eso hay que ponerse de acuerdo en cómo se mide. Estoy convencido de que los bancos lo miden de distinta manera. Pero sí hay que ponerse estándares exigentes para mejorar el sistema, creo que es bueno”.

En tanto, el gerente general de BCI, Lionel Olavarría, comentó tras la inauguración de su centro de monitoreo de cajeros,  que alcanzar un uptime de 95% “haciendo las labores y coordinación público privada que estamos pidiendo se puede conseguir”, aunque “está el tema de los decretos del Ministerio del Interior que de alguna forma comprimen mucho los horarios en que uno pude reponer las cargas”.

“Es un desafío poder coordinar los nuevos horarios de los transportes de valores con los nuevos horarios que el comercio está imponiendo para poder cargar los cajeros, porque ellos no quieren poner en riesgo a sus clientes. Coordinar todo esto pasa por una estrecha colaboración público privada”, recalcó Olavarría.

Según la norma, “las instituciones bancarias podrán omitir de dicha medición aquellos tiempos de indisponibilidad, producidos por la necesidad de realizar ajustes a su dotación de cajeros automáticos que se encuentren en proceso de adaptación a cambios en las regulaciones en materia de seguridad pública”, o “las indisponibilidades correspondientes a actos de vandalismo sólo cuando impliquen la reposición completa del dispositivo”.

Sin embargo fuentes de la banca explican que justamente la medición de la tasa de disponibilidad será motivo de comentarios, pues por una parte sólo pueden controlar la carga de efectivo en sus sucursales, y no en los locales comerciales donde actualmente tienen dificultades para cargar dinero. Por ello, un ejecutivo indica que por ejemplo podría existir una medición del uptime para los dispensadores en sucursales, y otra medición para aquellos que están afuera.

Otro ejecutivo explica que aún se desconoce cómo se mediarán los dispensadores que están en los centros comerciales, donde después de las 20:00 horas si bien están funcionando, no están disponibles para el público, al igual que aquellas sucursales cuyo acceso al público cierran en horario bancario.

En tanto, el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, señaló que “lo que el gobierno está haciendo en las distintas iniciativas que se están tomando, como por ejemplo la norma de la SBIF, que establece un determinado nivel mínimo de funcionamiento de los cajeros, apunta a que haya un servicio de calidad como corresponde, y creo que esa es la forma de enfrentar el problema y que tengamos nuevamente una restitución del servicio de calidad y de seguridad para los usuarios”.

Otras disposiciones

En paralelo, la normativa dispone que los bancos “deben disponer de sistemas de monitoreo que permitan detectar, de manera continua, las fallas y causas que impidan el normal funcionamiento de los cajeros automáticos”, y que “deben contar con informes de gestión que permitan una oportuna identificación de las fallas y causas que afectan el funcionamiento”.

A la vez, deberán mantener “políticas formales, aprobadas por el Directorio, para administrar los riesgos operacionales relacionados con el funcionamiento de su red de cajeros automáticos, el cumplimiento de los niveles mínimos de disponibilidad de servicio y los planes de regularización de los dispositivos afectados por siniestros graves, que puedan requerir la reposición de los mismos”, así como disposiciones referidas a “las condiciones generales que deberán cumplir los lugares donde se encuentren emplazados los dispositivos”

Por último, exige que “para responder a los eventos que impidan el normal funcionamiento de los dispositivos, la institución deberá contar con planes de contingencia que permitan evaluar cada situación y tomar oportunamente las medidas para su regularización”.

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