En uno de los momentos más duros de la sesión especial en que el Senado analizó ayer el fallo de La Haya, Eduardo Frei Ruiz-Tagle alzó la voz. El ex mandatario planteó que, "a mi juicio se sienta un precedente de que siempre La Haya al final lo que hace es salomónico, y reparte". Prueba de ello ya había dado públicamente hace meses, cuando tras una reunión en La Moneda con Sebastián Piñera y Ricardo Lagos sostuvo que Chile no podía aceptar un fallo salomónico.

"Al final nos cortan la cola", dijo ayer en referencia a la decisión del tribunal internacional de reducir la extensión del paralelo que define el límite marítimo hasta las 80 millas náuticas.

"Lamentamos profundamente que a pesar de no acoger la tesis peruana la Corte haya efectuado la cesión de una parte de nuestra zona económica exclusiva, al establecer que el paralelo alcanzaba sólo hasta las 80 millas", sostuvo un acuerdo adoptado ayer por el Senado, tras la sesión en la que además participó el canciller Alfredo Moreno y el agente Alberto van Klaveren.

El texto que redactó el Senado plantea que el quiebre del paralelo en las 80 millas náuticas se trata de una determinación "arbitraria y carece de todo fundamento jurídico".

Ahora, cuando se abre la etapa de implementación del veredicto de La Haya, los ojos del mundo político también están puestos con atención en cómo se va a desarrollar dicho proceso.

"El cumplimiento de dicho fallo, por su naturaleza y complejidad, deberá ser gradual", se planteó en el acuerdo que adoptó el Senado.

Además, se agrega que "es necesario que tanto Chile y Perú acojan en su integridad los conceptos del derecho del mar en lo que se refiere a mar territorial y zona económica exclusiva".

Por último, el documento emanado por la Cámara Alta manifiesta que "luego de este fallo no hay temas limítrofes pendientes entre Chile y Perú. Esta consideración deberá ser parte necesaria de la implementación del fallo".