La dura batalla entre una empresa que guarda tus datos cerebrales y la ley chilena

La Corte de Apelaciones de Santiago desestimó el recurso de protección interpuesto contra la firma norteamericana Emotiv, la cual comercializa un dispositivo capaz de leer y almacenar información neuronal. Se trata del primer traspié de la recién promulgada ley de neuroderechos, una pionera normativa a nivel mundial.


La primera incursión de la ley que resguarda la información cerebral, el nuevo derecho humano como se le llamó en su momento, tuvo su primer revés en la Justicia. Esto, porque la Corte de Apelaciones de Santiago rechazó un recurso de protección interpuesto por el exsenador y vicepresidente de Fundación Encuentros del Futuro, Guido Girardi, en contra una firma norteamericana que comercializa dispositivos que lee y almacena información cerebral extraída de cada usuario.

En abril del año pasado, fue el propio Girardi, junto al abogado Ciro Colombara, quien presentó este requerimiento, convirtiéndose en el primer recurso judicial interpuesto en virtud de la protección de los “neuroderechos”, ley que modificó en 2021 el artículo 19 de la Constitución y resguardó el uso de la información alojada en nuestros cerebros.

La batalla entre empresa que guarda datos cerebrales y ley chilena

El recurso estaba dirigido contra la firma estadounidense Emotiv, fabricante de varios dispositivos que registran e interpretan la actividad cerebral de sus usuarios y almacena sus datos en la nube. Según acusa el documento interpuesto, la compañía “priva, perturba y/o amenaza el legítimo ejercicio de varias garantías fundamentales: el derecho a la integridad mental, el derecho a la integridad física y psíquica, el derecho a la vida privada, el derecho a la libertad de conciencia y el derecho a la propiedad”. Además, Girardi, quien usó este dispositivo, acusó que la empresa retuvo su información cerebral previo a que el exsenador pudiese dar su consentimiento para ello.

Emotiv es una empresa que se dedica al desarrollo y fabricación de tecnología de interfaz cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés). Su objetivo principal es crear dispositivos que permitan a los usuarios controlar diferentes aplicaciones y dispositivos electrónicos utilizando señales, datos y actividad proveniente del cerebro. Su enfoque se basa en permitir a los usuarios interactuar con la tecnología de una manera más intuitiva y directa, utilizando las señales generadas por el cerebro del usuario de estos dispositivos.

El producto más conocido de Emotiv es su electroencefalógrafo portátil, llamado Emotiv Insight. Este utiliza sensores para detectar y medir las señales eléctricas del cerebro que captan la actividad cerebral y la transmiten a un dispositivo externo, donde se pueden interpretar y utilizar para controlar diversas aplicaciones. Consta de 5 a 9 sensores de electroencefalografía distribuidos estratégicamente en diferentes áreas de la cabeza, los cuales capturan las señales eléctricas generadas por las neuronas del cerebro, y así permite obtener información sobre la actividad cerebral en tiempo real.

“Nosotros no estamos en contra de estos dispositivos que puedan leer tu cerebro, emociones o el inconsciente. Pero queremos que se usen para tratar el alzhéimer, para reponer tus recuerdos cuando tengas una enfermedad, pero que no se use para manipular, controlar y terminar con la autonomía y el libro albedrío”, acusa el exsenador. El recurso de protección buscaba impedir que la empresa norteamericana utilizara la información obtenida de las señales cerebrales de cada usuario con fines comerciales.

Sin embargo, la ministra de la Cuarta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, Verónica Sabaj, rechazó dicho recurso de protección. Entre los argumentos desarrollados para negar esta acción judicial, destaca que el hecho que se supedite el acceso a la información de datos de EEG del recurrente al pago adicional de una licencia y al consentimiento de los términos y condiciones, no constituye una acción ilícita por parte de Emotiv.

Si bien, el recurso de protección fue rechazado, la sentencia le ordenó a Emotiv que elimine de su base de datos la información cerebral de Girardi. “Aunque valoramos que haya acogido parcialmente lo que pedimos, no estamos de acuerdo con que la Corte de Apelaciones no se haya pronunciado sobre el fondo del caso, por lo que apelaremos a la Corte Suprema y confiamos en que habrá un pronunciamiento de fondo de la justicia chilena sobre el primer caso en el mundo en que se discute la protección de los neuroderechos”, agrega el abogado Ciro Colombara.

Junto a esto, el litigante agrega que hasta ahora tienen “la tranquilidad y esperanza de que haya un pronunciamiento de fondo y se acoja el recurso en su totalidad, sin perjuicio que lo ordenado ahora. Asimismo, Girardi destaca que la implementación de la ley de neuroderechos “fue algo novedoso a nivel mundial. Tal vez nuestro Poder Judicial todavía no está preparado para esto. Es decir, Emotiv tomó datos del cerebro de una persona y le está dando un uso que no está consentido con la persona a quien se le extrajo esos datos”.

Guido Girardi en una imagen de archivo.
Guido Girardi. Foto: Agencia Uno.

Ley de neuroderechos, ¿Cómo es posible resguardar información cerebral?

“Con Ciro Colombara hicimos la primera ley de neuroderechos, que es la protección del cerebro. El combustible del futuro son los datos, que alimentan los motores de la Inteligencia Artificial y producen la tecnología de hoy”, comenta Girardi sobre la motivación que tuvo para impulsar esta ley.

Junto con Rafael Yuste, director de la Fundación Neurorights y exdirector del proyecto Brain, desarrollaron una reforma constitucional que protege el acceso y uso de los cerebros. “La disputa del futuro y el esfuerzo de quienes están en el desarrollo de la IA es la captura de datos. Pero, así como en el pasado el petróleo fue el factor geopolítico del siglo XX, hoy son los datos. Los pozos petroleros son ahora los cerebros”, advierte Girardi. En esta iniciativa de ley también participaron los rectores de las universidades Católica y de Chile de ese entonces, Ignacio Sánchez y Ennio Vivaldi.

Rafael Yuste. Foto: La Tercera.

Precisamente por el temor a que los datos cerebrales fueran utilizados con otros fines fue que Girardi y Colombara presentaron el recurso de protección contra Emotiv, “porque este dispositivo extrae datos del cerebro. Esos datos los saca para poder configurar un sistema de IA que sea capaz de, a futuro, poder leer tu cerebro. Para eso necesitan gigantescas bases de datos sobre el funcionamiento del cerebro, para configurar IA que tenga la capacidad de leer o poner en el cerebro ideas, emociones, sentimientos”, manifiesta el vicepresidente de FEF.

Dentro de los argumentos que presentarán ante la Corte Suprema, destaca que ”la venta y comercialización en Chile del dispositivo Insight no solo supone una amenaza a la vida privada del recurrente, sino también, al derecho a su integridad mental, su integridad física y psíquica, su derecho a la libertad de conciencia y su derecho de propiedad, sobre los cuales no se pronunció la sentencia recurrida, los que también se ven gravemente amenazados”.

Tribunales de justicia. Foto: La Tercera

“La era digital está arrasando. Si le pregunto al Poder Judicial, a los parlamentarios y a los tomadores de decisiones a nivel mundial, qué es un algoritmo: la mayoría no tiene idea. Yo creo que todo el chasis institucional enfrenta una metamorfosis, una nueva era que está fuera del alcance y del conocimiento de las instituciones”, concluye Girardi.

Dentro de las solicitudes consignadas en la apelación presentada recientemente, tanto Girardi como Colombara piden a la justicia que Emotiv modifique sus políticas de privacidad en lo concerniente a la protección de los datos cerebrales de sus usuarios en Chile y que se abstenga de vender el dispositivo Insight en Chile mientras no modifique sus políticas de privacidad en lo concerniente a la protección de los datos cerebrales.

Escucha nuestro podcast sobre este tema:

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