
La gripe aviar está matando gatos con una tasa de mortalidad del 90%: advierten que podría transmitirse a los humanos
El virus H5N1, que hasta ahora afectaba principalmente a aves, se propaga con rapidez entre gatos domésticos y grandes felinos. Científicos temen que su evolución lo acerque peligrosamente a los humanos.

Con la llegada de la primavera en el hemisferio norte, las aves levantan vuelo en su migración estacional. Pero esta vez, lo que traen consigo no es solo el fin del invierno, sino también la gripe aviar (H5N1), que ha comenzado a causar estragos en un huésped inesperado, y que podría estar abriendo una peligrosa puerta hacia los humanos.
Un estudio científico publicado en la revista Open Forum Infectious Diseases, liderado por la Universidad de Maryland, documenta por primera vez la magnitud del problema: entre 2004 y 2024 se han registrado al menos 607 casos de gripe aviar en felinos y gatos en 18 países, incluyendo 302 muertes. La mayoría de estas infecciones se detectaron post mortem. Y la cifra real, advierten los investigadores, podría ser mucho mayor.
La gripe aviar mata al 90% de los gatos infectados y podría afectar a humanos
Aunque durante años el H5N1 se asoció casi exclusivamente a aves migratorias y brotes en aves de corral, el creciente número de casos en mamíferos, y especialmente en felinos, ha encendido las alarmas de la comunidad científica internacional. Hoy, los gatos ya no son solo víctimas colaterales del virus: se han convertido en un eslabón crítico en su cadena de transmisión.
“La gripe aviar es muy mortal para los gatos, y necesitamos determinar urgentemente la propagación del virus en las poblaciones felinas para evaluar mejor el riesgo de contagio a los humanos”, afirmó la Dra. Kristen Coleman, autora principal del estudio y profesora adjunta del Departamento de Salud Global, Ambiental y Ocupacional de la Facultad de Salud Pública de la UMD.
Pero lo más alarmante no es solo la letalidad, que en gatos alcanza el 90%, sino la manera en que el virus ha aprendido a saltar de especie en especie. Lo que comenzó como una infección entre aves silvestres ahora se ha registrado entre vacas y gatos, entre gatos domésticos y entre tigres en zoológicos. “El virus ha evolucionado, y la forma en que se propaga entre especies —de aves a gatos, y ahora entre vacas y gatos, y entre gatos y humanos— es muy preocupante”, adviertió Coleman.
Síntomas de la gripe aviar en gatos
Los gatos infectados suelen presentar encefalitis aguda, una inflamación cerebral que en muchos casos se confunde con rabia. De ahí que muchos mueran sin diagnóstico ni tratamiento.
En granjas, por ejemplo, se ha documentado que los felinos contraen el virus al consumir leche cruda de vacas infectadas o alimento contaminado con carne de aves enfermas. También se han detectado contagios indirectos: un tigre infectado que contagia a otros en su misma jaula. Un gato doméstico que, tras cazar un ave en el patio, lleva el virus a casa.
El estudio detalla 12 tipos de gatos afectados, desde mascotas hasta grandes felinos. Y aunque aún no se ha confirmado la transmisión directa entre humanos, el patrón evolutivo del virus preocupa a los científicos. “Con la llegada del verano, prevemos un nuevo aumento de casos en granjas y en la naturaleza”, agregó Coleman.

Letalidad de la gripe aviar por sobre el 50%
En humanos, el H5N1 ha causado la muerte de aproximadamente la mitad de los 950 infectados en todo el mundo desde su detección en 1997. En Estados Unidos, desde abril de 2022 a enero de 2025, se han confirmado 66 casos y una muerte. El salto de especie a especie sugiere una mutación activa. Y la historia reciente ofrece lecciones duras sobre lo que ocurre cuando un virus logra adaptarse para transmitirse entre personas.
No se han registrado contagios de humano a humano, pero el riesgo está creciendo. “Nuestra investigación busca proteger a las personas y a nuestros vulnerables gatos domésticos de la amenaza emergente del H5N1”, adviertió Ian Gill Bemis, coautor del estudio y estudiante de doctorado que investiga la gripe aviar en gatos.
El escenario más temido por los expertos es que el virus se infiltre en refugios de animales urbanos, donde la alta densidad y el contacto cercano podrían disparar brotes explosivos. En 2016, una cepa diferente de gripe aviar provocó un brote en un albergue de gatos en Nueva York. Esta vez, la letalidad y la capacidad de salto entre mamíferos sugieren que el panorama podría ser aún peor.

Por ahora, no existen protocolos sistemáticos de testeo de H5N1 en felinos. La mayoría de los diagnósticos se hacen tras la muerte del animal.
El equipo de investigación ya trabaja en nuevos estudios para detectar la prevalencia de gripe aviar altamente patógena en poblaciones felinas de alto riesgo, como los gatos que viven en granjas lecheras. El objetivo: anticipar el próximo paso del virus antes de que sea demasiado tarde. Porque cuando se trata de enfermedades emergentes, el enemigo invisible rara vez da una segunda oportunidad.
Lagunas de vigilancia de la gripe aviar
Los científicos que siguen la propagación de la gripe aviar están cada vez más preocupados de que las lagunas en la vigilancia puedan dejarlos varios pasos atrás de una nueva pandemia, según más de una docena de expertos líderes en enfermedades en una ronda de entrevistas realizadas en 2024 por la agencia Reuters.
Muchos de ellos han estado monitoreando el nuevo subtipo de gripe aviar H5N1 en aves migratorias desde 2020. Pero la propagación del virus a 129 rebaños lecheros en 12 estados de EE.UU., abre una nueva pestaña. Señala un cambio que podría acercarlo a ser transmisible entre humanos. También se han encontrado infecciones en otros mamíferos, desde alpacas hasta los mencionados gatos domésticos.
Scott Hensley, profesor de microbiología de laUniversidad de Pensilvania, dijo que parece casi una pandemia que se desarrolla a “cámara lenta”. “En este momento, la amenaza es bastante baja...pero eso podría cambiar en un abrir y cerrar de ojos”, advirtió.
Cuanto antes se advierta de un salto a los humanos, antes podrán las autoridades sanitarias mundiales tomar medidas para proteger a la población iniciando el desarrollo de vacunas, pruebas a gran escala y medidas de contención.
Pero la doctora Jeanne Marrazzo, directora del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIH, su sigla en inglés), ha advertido que la vigilancia en humanos es “muy, muy limitada”.
Algunas pandemias,incluida la de Covid-19, llegan sin previo aviso. En la última pandemia de gripe, causada por elH1N1 en 2009, el virus y sus predecesores se habían propagado entre los animales durante varios años, dijo Hensley,pero una mayor vigilancia habría ayudado a las autoridades sanitarias a prepararse.
“Queremos hacer sonar una nota de cautela”, dijo en una nota al portal The Conversation Wendy Barclay, viróloga del Imperial College de Londres, que también asesora a la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido sobre la gripe aviar,“sin decir que el mundo está a punto de acabarse”.
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