Más de 2 kilos: Niños entre los 5 y 11 años fueron los que más aumentaron de peso durante la pandemia, según un estudio

La obesidad tuvo el mayor aumento en los escolares en seguimiento por el programa. Foto: Archivo

Resultados mostraron un preocupante aumento del índice de masa corporal en todos los niños menores de 18 años.


La pandemia por Covid-19 ha traído varias consecuencias, una de estas el cambio drástico en la rutina diaria de las personas que con el pasar de los meses ha dejado huella en las personas.

Un estudio realizado por Kaiser Permanente, principales proveedores de atención médica y planes de salud sin fines de lucro de Estados Unidos, y publicado en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA por sus siglas en inglés) muestra que durante el tiempo de investigación (1 de marzo de 2019 hasta el 31 de enero de 2021), los niños y niñas menores de 17 años aumentaron considerablemente su índice de masa corporal.

“En promedio, los niños de 5 a 11 años aumentaron 2,2 kg de más, mientras que los de 16 a 17 años aumentaron 0,9 kg. El resultado fue un aumento de casi el 9% en los niños más pequeños que caen en las categorías de sobrepeso y obesidad " dijo a un artículo de Kaiser Corinna Koebnick , principal autora del estudio.

Además, el estudio muestra que en relación con el periodo de referencia en 2019, el sobrepeso u obesidad aumentó entre los niños de 5 a 11 años de un 36,2% al 45,7% durante la pandemia en 2020-2021.

En Chile, el escenario no es muy diferente. Bárbara Castillo, nutricionista infantil de Clínica Universidad de los Andes, señala que según el último mapa nutricional de la Junaeb, se observó un aumento de los menores que tienen mal nutrición por exceso (conjunto de sobrepeso y obesidad).

Los índices de mal nutrición por exceso en 2019 era un 52,1% y en 2020 aumentó a un 54,1%, y para efectos de la población que se estudió el aumento del índice es harto, agrega Castillo.

El estudio publicado en JAMA también mostró que el aumento de peso entre 5 a 11 años fue de casi un 9% más de niños con sobrepeso u obesidad en comparación con el 5% en los adolescentes de 12 a 15 años y el 3% de 16 a 17 años. La mayor parte del aumento entre los rangos de 5 a 11 y de 12 a 15 años se debió a un aumento de la obesidad.

“Si esta situación se mantiene van a seguir aumentando los índices con la consecuente posibilidad de enfermedades en edades adultas de tipo enfermedades no transmisibles asociada a la obesidad, como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, problemas cardiovasculares, y lo peor que uno podría ver es que en realidad si aumenta tanto la obesidad se podrían ver estas enfermedades cada vez más en edades más tempranas” dice la Dra. Elizabeth Nicole Yáñez, nutrióloga infantil de Clínica Alemana.

Foto: AP

Cambio de hábitos

Las consecuencias que puede tener en un niño o una población con mal nutrición por exceso – y mientras antes tengan esta condición- es tener enfermedades crónicas no transmisibles a una edad mucho más temprana de lo que se estaba observando antes de la pandemia por Covid-19.

“Me refiero a un niño que probablemente va a tener una diabetes tipo 2, que es una diabetes secundaria a un exceso de alimentación en edades más tempranas o niños que pueden tener hipercolesterolemia, que es el colesterol elevado en sangre” dice la nutricionista de Clínica de los Andes.

Por ejemplo, “si tenemos una mayor cantidad de niños con hipercolesterolemia o triglicéridos altos es muy probable que tengamos en un mediano plazo niños con enfermedades cardiacas, que son secundarias a un exceso de alimentación o un exceso del sedentarismo”, agrega la especialista.

Sumado a que “sabemos y está muy estudiado que los niños y adolescentes que son obesos tienden en un porcentaje muy importante a seguir siéndolo en la edad adulta, con lo que aumentan las probabilidades de tener enfermedades no transmisibles” señala Yáñez.

La mala alimentación y el sedentarismo han sido los factores que más han afectado a las personas durante la pandemia, sobre todo a los más pequeños de la casa que han visto reducido sus espacios de distención como el ir al colegio, jugar en los recreos o poder verse con sus amigos del barrio.

Por eso, las especialistas recomiendan que lo más importante para frenar y mejorar esta situación, sobre todo en estos tiempos de pandemia, es realizar un cambio de hábito.

Las recomendaciones para los padres en “lo principal es demostrar con el ejemplo y que el ejemplo sea positivo”. “Si los papás en la casa comen fruta es muy probable que los niños también coman, si no lo hacen, si no tiene ese hábito, es muy poco probable que el niño observe eso y diga esto es normal, lo voy a hacer” lo que también aplica para la actividad física, recomienda Bárbara Castillo.

Si en un futuro volvieran las restricciones y cuarentenas, la Dr. Yáñez dice que hay que aprender de lo ya vivido en este tiempo de pandemia y aprovechar siempre los espacios que se brinden para la actividad física, sobre todo los niños.

FOTO:MARIO DAVILA/AGENCIAUNO

La segunda recomendación es el cambio en la compra de alimentos. A pesar de que es más difícil por las diferentes realidades de las personas, se debe aprender que “si en el hogar no existe oferta de alimentos no saludables, no va a existir demanda. Por lo tanto, si los papás dejan de comprar, porque ellos son los que tienen el poder adquisitivo, ojalá tomen decisiones de compras más saludables, y si es que es necesario que sean asesorados por un profesional del área de salud” agrega la nutricionista infantil.

“Tenemos que estimular el comprar comida más saludables, frescas, que volvamos a la feria y ojala cocinar comidas más caceras” recomienda la nutrióloga.

Por último, se recomienda el establecer horarios. Aunque es lo que más se dificulta por la vida con teletrabajo, que el regreso a clases no es total y que los tiempos se reducen más, Castillo comenta que hay que tratar de generar y mantener rutinas – que pueden ser semi flexibles – para evitar que futuros cambios sean tan drásticos.

En cuanto a los resultados del estudio, la Dra. Koebnick señaló que “necesitamos comenzar de inmediato a invertir en monitorear el empeoramiento de la epidemia de obesidad y desarrollar intervenciones de dieta y actividad para ayudar a los niños a lograr y mantener un peso saludable”.

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