¿Se puede usar una mascarilla 25 veces? Según un estudio sí es posible si se desinfecta de la manera adecuada

Foto: Reuters.

Además de estar al día con las vacunas contra el Covid-19, el uso de mascarillas reduce el riesgo de contraer la infección. Y las N95 diversos estudios indican como una de las más seguras. Una nueva investigación sugiere que se pueden reprocesar de forma segura.


La máxima para el uso de mascarillas que reduzcan la transmisión del virus Sars-CoV-2, causante de Covid-19 es el ajuste. Es decir, las mascarillas que quedan bien ajustadas a la cara y que están fabricadas de un material de calidad que filtre efectivamente el virus, son las que se deben utilizar. Entre ellas destacan las mascarillas N95, las que además tienen otra ventaja: son reutilizables

Se usan comúnmente en hospitales y ambientes médicos para proteger al personal de patógenos infecciosos. Reducen la exposición a partículas en el aire, desde pequeños aerosoles hasta gotas grandes.

En la crisis sanitaria, además de estar al día con las vacunas contra el Covid-19, el uso de mascarillas reduce el riesgo de contraer la infección por SARS-CoV-2.

Pero no todas protegen de igual forma. Un aspecto que ha tomado más relevancia en la actual ola de Ómicron. Según un estudio del Departamento de Física de la U. Duke, en EE.UU., las mascarillas N95 muestran eficiencia de filtración que va desde el 70 a 99%. En las KN95, esos valores van desde 35 a 99%. Para el caso de las mascarillas quirúrgicas de tres pliegues de adultos, los porcentajes de eficiencia van desde 22 a 99%, en las de niños también con tres pliegues van desde 17% a 99%. Y finalmente las mascarillas sociales (tela común) de 20 a 99%.

No todas las mascarillas otorgan el mismo nivel de protección. Ilustración: César Mejías

De acuerdo a esa investigación, la más efectiva es la N95, seguido por las quirúrgicas y luego las de algodón o tela, cuya eficacia depende en gran medida de la mezcla que se usen: las que contienen polipropileno fueron las más eficaces.

¿Reutilizar?

Ante la mayor demanda no solo de centros de atención médica, se ha experimentado escasez de estas mascarillas. Reutilizarlas o recurrir a opciones menos protectoras, ha sido una alternativa.

¿Cuántas veces se pueden reutilizar? Un nuevo estudio del Centro Médico Beth Israel Deaconess (BIDMC), institución que reutilizó las mascarillas N95 para aliviar las restricciones de suministro empleando peróxido de hidrógeno vaporizado (VHP), agente de desinfección ambiental, luego de analizar ese método entre junio y agosto de 2020, informaron que permitió mantener su función y eficacia durante 25 ciclos de reutilización. Los resultados aparecen en el American Journal of Infection Control.

“Los hallazgos de nuestro estudio amplían los hallazgos anteriores y muestran que VHP es un método relativamente seguro para reprocesar los respiradores N95 y podría ayudar a abordar la escasez en futuras epidemias”, dijo la autora principal, Christina F. Yen, becaria de medicina en el BIDMC durante la investigación y ahora está en la Universidad de Texas, Southwestern.

Yen y sus colegas realizaron una serie de pruebas cualitativas y cuantitativas para evaluar tanto la función como la eficacia de mascarillas N95 que fueron utilizados por tres voluntarios masculinos y cuatro femeninos de junio a agosto de 2020. Esas pruebas comprendieron, entre otras, pruebas cualitativas y cuantitativas de ajuste del respirador y pruebas de eficiencia de filtración, que evalúan la capacidad del respirador para filtrar partículas.

mascarilla
Ante la mayor demanda no solo de centros de atención médica, se ha experimentado escasez de estas mascarillas. Reutilizarlas o recurrir a opciones menos protectoras, ha sido una alternativa.

“Es importante que ahora encontremos formas de escalar y traducir esta capacidad de desinfección a hospitales más pequeños y entornos de atención médica con recursos limitados que podrían beneficiarse tanto, tal vez más, de este tipo de reprocesamiento de equipos de protección personal en escenarios de desastres futuros”, resaltó Yen.

Incluso después de 25 ciclos de descontaminación, los investigadores no encontraron cambios en la integridad respiratoria o la eficiencia de filtración entre las siete mascarillas N95, que cumplieron con los criterios de valoración primarios de función y eficacia. Pasaron 25 controles de sello del usuario y ocho pruebas de ajuste cuantitativas y cuatro cualitativas, además de mantener eficiencias de filtración del 95% o más durante todo el estudio.

Implementación

El estudio resalta que la implementación exitosa a gran escala de este reprocesamiento con las mascarillas N95 requiere planificación y coordinación. A su vez, equipos multidisciplinarios para garantizar la eficacia de la desinfección y la seguridad del usuario final, y un apoyo logístico significativo.

Preeti Mehrotra, directora médica principal de Control de Infecciones en BIDMC añadió que para que el reprocesamiento sea una opción realista para los centros de atención médica, se deben tomar ciertas medidas. “El reprocesamiento puede ser posible mediante la creación de relaciones entre la prevención de infecciones, la salud ocupacional, los servicios ambientales y otros departamentos relevantes dentro de los hospitales para facilitar la implementación de tecnologías apropiadas y abogar por la inclusión del reprocesamiento de equipos de protección personal en la planificación de epidemias y pandemias”.

La Dra. Karina Bravo, investigadora LICTEX-UdeSantiago, un centro de validación de mascarillas a nivel nacional, indica que el método de vapor de peróxido de hidrógeno funciona para 25 ciclos de la N95 3M, y “si están éstas condiciones se podría replicar en Chile para hospitales siguiendo un métido estandarizado”.

Que sirva en esas condiciones, aclara Bravo no implica que sean para uso casero. “Habría que probar la eficiencia de filtración en tipos de respiradores nivel FFP2, de tipo KN95, N95 y KF94 que son las más comunes de venta en Chile”, específica. También es importante el tiempo de secado, añade para evitar las irritaciones.

Las mascarillas N95 deben ajustarse bien en la cara para funcionar correctamente. Especialistas recalcan que la respiración debe pasar a través del N95 y no por sus bordes. Las joyas, los anteojos y la barba, por ejemplo, pueden causar espacios entre la cara y el borde de la máscara, disminuyendo su eficacia. A su vez, pueden ocurrir si la mascarilla N95 es demasiado grande, demasiado pequeña o no se colocó correctamente, algo especialmente importante para las personas con mayor riesgo de enfermedad grave.

Pero usarlas también puede puede dificultar la respiración. “Si tiene problemas cardíacos o pulmonares, hable con su médico antes de usar un N95″, es una de las recomendaciones que entrega en ese sentido los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Además, algunas mascarillas N95 pueden contener látex en las correas. “Si tiene alergias al látex de caucho natural, consulte el sitio web del fabricante para obtener información sobre su modelo específico”, advierte.

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